Dragon Quest III HD-2D – El comienzo del héroe Erdrick
Square Enix nos trae de regreso la trilogía de Erdrick en formato de «remakes», comenzando con Dragon Quest III, puesto que en orden cronológico, este sería el primer título, de manera que cuando juguemos después al I y II, todo tenga más sentido. Debo confesar, que no jugué ninguno de los 3 títulos originales, pues la franquicia Dragon Quest, como muchos, la conocí ya en época de PlayStation 2 con El Periplo del Rey Maldito, y si bien me encantó, nunca llegué a interesarme por títulos anteriores, pero sí posteriores. Ahora, gracias a Square Enix y Plaion, que me han proporcionado un código, he podido probar Dragon Quest III en su mejor versión, la HD-2D, y de esto trata este análisis. Tened en cuenta que mi punto de vista será, teniendo en cuenta que es mi primera vez, pero también sabiendo que corresponde a un título realmente hecho en 1988 en otros aspectos.
El legado de Ortega
Dragon Quest III HD-2D, de aquí en adelante, simplemente Dragon Quest III, comienza con el hijo de un viejo héroe, Ortega, quien fallece intentando derrotar a Baramos, el archienemigo de esta entrega. El juego comienza en nuestro decimosexto cumpleaños y el rey nos decide encomendar la tarea de continuar el legado de nuestro padre: encontrar a Baramos y acabar con él. Es un motivo bastante sencillo en apariencia, pero que, como en todo Dragon Quest, se va condensando en algo más serio según nos aproximamos al final, incluso con el giro final en el que continúa el título después de, aparentemente, haber cumplido nuestra misión.
El desarrollo como tal de la aventura se realiza visitando diferentes ciudades por el mundo y ayudando a quienes lo necesitan. Debo decir, qué gran parte de las misiones que debemos realizar, son bastante simples, en el sentido de que acaban siendo ir de un sitio a otro, matar algún jefe, o bien entregar algún tipo de objeto. Aunque eso sí, todas tienen un motivo y es guiar al héroe poco a poco hacia su destino, así que al final conseguir pimienta negra tenía su razón de ser.
Sin embargo, aunque en sí los eventos que suceden gran parte de la aventura son sencillos, es cierto que llegado el punto en el que hay que recoger los orbes, todo toma otro rumbo. Se vuelve algo más fantasioso y deja entrever esa magia que siempre ha caracterizado a la franquicia y que te va enamorando poco a poco. Entiendo que parte de esa sencillez en muchos momentos, es heredada de la época, aunque en el fondo también es un poco sello de la franquicia, comenzar una aventura tranquilamente y aparentemente normal que, poco a poco, comienza a cambiar y a engancharte sin que te des cuenta.
Aunque también hay que decir que esta aventura no sería igual sin una cosa que siempre me ha gustado en el género, y es la exploración de mundo prácticamente libre y la magia del descubrir pequeños extras por hacerlo. Junto a más cosas clásicas de la franquicia Dragon Quest, así que vamos poco a poco. Que la historia está bien dentro de lo que es Dragon Quest, pero hay cosas mucho mejores en este juego.
Turnos clásicos con ciertos toques modernos
Antes de meternos en el fantástico mundo que hay por explorar, vamos a hablar del combate, porque creo que no voy a decir nada demasiado extenso. Dragon Quest III HD-2D es un JRPG clásico con su combate por turnos, cuyas modificaciones a este nivel son básicamente la velocidad de combate y la posibilidad de dar órdenes generales a los personajes para que peleen solos, o bien especificar lo que va a hacer cada personaje de manera manual. Se pueden usar objetos en combate (si los llevan en la bolsa los personajes), habilidades y conjuros, y bueno, si ves que se te complica, puedes huir.
Realmente no hay mucho más allá en cuanto a cambios o mejoras en este sentido, destacando más en sí los personajes y su manera de desarrollarse. Al arrancar el juego, haremos un test de personalidad para el héroe, y esta determinará posteriormente la manera en la que ganaremos los atributos cuando subimos de nivel. En la taberna, lugar donde reclutamos los otros 3 personajes al inicio, los personajes también vendrán con una personalidad marcada y clase, aunque puedes reclutar héroes de una clase específica en la planta de arriba, y más adelante en la aventura, podéis cambiar la clase de cada personaje menos el héroe. Sobre la personalidad, esta se podrá alterar durante el juego mediante el uso de libros y algunos accesorios, os recomiendo echar un vistazo a la guía interna del juego para ver lo que hace cada una y organizaros mejor el grupo.
Lo más interesante a nivel de desarrollo lo encontraremos en los mencionados cambios de clase, disponibles desde el nivel 20. Aparte de no tener la necesidad de tener que reclutar nuevos miembros, cuando hacemos estos cambios de clase se heredan las habilidades y se reinicia a nivel 1 el personaje, aunque este perderá solo en torno a la mitad de sus estadísticas, por lo que al final, con el mismo nivel anterior tendrá mejores estadísticas. Así mismo, hay clases exclusivas mediante este sistema, como es el sabio, pero no os diré como se desbloquea, explorad el mundo. Como novedad en esta versión, tenemos también el domabestias, que es capaz de curar a los enemigos y utilizar habilidades de monstruos, pero este también mejorará según reclutemos monstruos para la arena.
Por supuesto, como todo juego de rol, también dependeremos del equipamiento para mejorar las estadísticas, el cual podremos comprar en las diferentes ciudades, encontrar mediante cofres por el mundo o robándoselo a los enemigos. Aunque ya os puedo adelantar, que las cantidades de dinero que vais a necesitar gastar para comprar lo de las tiendas no es compatible con alquilar un piso en Madrid, y a veces, ni revendiendo tu equipo.
Una aventura para todos
Una de las ventajas de esta versión de Dragon Quest III, la encontramos en su selector de dificultad, el cual ofrece un poco para todos, ya que puedes jugarlo de una manera desafiante, de una manera más supuestamente estándar y en prácticamente un modo historia mediante el cual no podemos morir en combate, quedándonos siempre a 1 de HP. No os voy a engañar, pero este último modo lo he agradecido de una manera muy especial, principalmente porque el tiempo apremia cuando tienes responsabilidades familiares.
Dragon Quest 3 HD-2D en dificultad normal, no es que sea un juego excesivamente difícil, pero si considero que te pide bastante más horas de las que a uno le gustaría. Como buen JRPG clásico, entre tus tareas principales va a estar el subir de nivel y encontrar el mejor equipamiento, lo cual implica estar matando enemigos durante un tiempo hasta conseguir ambas cosas. Es más, la única dificultad real la he encontrado en el hecho de que los combates suelen ser contra grandes grupos de enemigos, exigiendo casi al jugador contar con armas de ataque en grupo o conjuros como explosión, incendio y similares. Los jefes se pueden llegar a combatir a base de curarse, conjuros de apoyo y objetos, pero la escala de dificultad requiere de eso, subir de nivel bastante, y más con la mecánica de cambio de clase.
No tengo dudas de que si esto me pillase con 0 responsabilidades y mucho más tiempo, lo hubiese continuado en dificultad normal, pero llegado a cierto punto, decidí pasar a modo historia y no me arrepiento en absoluto. Es más, incluso con esta dificultad, soy tan cabezón que en algún momento he comenzado a pararme a matar algunos limos metálicos…
Además de esto, hay una cosa que también activé, y es la guía de exploración, que te marca los puntos claves que debes visitar y no perderte. El juego ofrece la posibilidad de recordar conversaciones con NPCs por si te quieres guardar algún dato importante, y ojo, porque aunque el juego te diga por donde ir si quieres, hay más misiones secundarias de las que parecen, y chivatazos de tesoros, así que te sigue interesando recordar estas conversaciones, que puedes consultar en todo momento.
Y también una aventura de descubrimiento
Ya lo dije bastante arriba, pero creo que una de las cosas que más me ha gustado de Dragon Quest III HD-2D ha sido explorar cada rincón de su mundo. Muchos de los jugadores más jovenes, que ya han entrado a este género en épocas modernas, no saben lo que es explorar un mapamundi para llegar a las ciudades o buscar secretos, y es algo que se ha perdido bastante en muchos juegos actuales, pero que era prácticamente el núcleo de muchos de los juegos más clásicos.
El mapamundi de Dragon Quest III HD-2D es bastante grande, especialmente si tenemos en cuenta todo el contenido, incluido el del final, y muy gratificante en cuanto a recompensas. Además de las ciudades y alguna mazmorra, existen unos puntos secretos por el mundo que ofrecen recompensas muy interesantes y, en ocasiones, monstruos para la arena. Estos puntos se puede identificar porque son puntos del mapa que básicamente no cuadran con el resto del lugar. Junto a estos lugares, también se pueden encontrar unas ubicaciones brillantes que están cargadas de tesoros, y de los cuales, podemos seguir sacando buenas recompensas siempre que los encontremos. Para rematar la experiencia de mapamundi, una vez tenemos acceso al barco podemos explorar libremente, y aun sabiendo la ruta que debes tomar, explorar puede dar lugar a situaciones muy interesantes, como encontrar ciudades antes de tiempo o completar parte de misiones sin saberlo y, mejor aún, descubrir algunas misiones secundarias que nos desvelan incluso parte del pasado de Ortega.
A nivel de ciudades y explorar en ellas, también es recomendable, pues están los clásicos barriles y tinajas con objetos, entre los cuales están las minimedallas, muy recomendadas de adquirir y entregar para recoger buenas recompensas. Si somos de los que miramos cada rincón de manera absoluta, también vamos a descubrir que hay ciertos puntos del juego que directamente tienen objetos escondidos, así como algunas conversaciones con NPCs que desvelan su localización.
La cosa está en que Dragon Quest III HD-2D se encarga de hacer que cada minuto de tu tiempo invertido en explorar, haya merecido la pena de una forma u otra, y es algo que a mi me chifla, porque aunque me gusta ir rápido y avanzar, es cierto que suelo hacerme algunas tardes de exploración. Creo que el único punto negativo, es que tanto el barco como el pájaro a final de juego, los he encontrado algo lentos, especialmente si tenemos en cuenta que el barco además cuenta con combates aleatorios.
Un remake trabajado visualmente
Cuando Square Enix mostró por primera vez Dragon Quest III HD-2D, debo confesar que me parecía un poco raro el como se veía, incluidos los ángulos de los combates. Ahora, tras haber estado con el juego cara a cara, debo decir que todo eso eran eso, cosas que me parecían. El cambio gráfico que ha recibido Dragon Quest HD-2D es más que importante, y además, precioso de ver.
Hay que decir claro, que el original era un videojuego para NES, por lo que a poco que cambiasen ya iba a parecer mucho más bonito, aún así, se ha decidido por hacer un trabajo sobresaliente. Los sprites de personaje, en pixel art, cuentan con un muy buen nivel de detalle, mientras que los entornos del mundo están hechos en 3D, y lo que creo que consigue una mezcla perfecta junto a esto, es la paleta de colores junto a un sistema de iluminación bastante decente. Además, se han hecho muchísimas animaciones para personajes y monstruos, por lo que se siente todavía más vivo, aunque en este sentido no esperéis demasiado.
Ahora, si bien es verdad que el juego se ve de mil maravillas, he quedado ligeramente decepcionado con el apartado de las interfaces. Lejos de tener un menú como dios manda, bonito y trabajado, se ha optado por simplemente cajas de texto para absolutamente todo, cajas que además, son muy simples, negras con cierta transparencia y letras en blanco. ¿Tanto les hubiese costado realizar menús?
Para finalizar este análisis, recalcar que aunque los menús no se los hayan trabajado, siendo este el único punto negativo de este aspecto, hay algo que sí se han trabajado, la localización. Por suerte, podemos disfrutar de Dragon Quest III HD-2D en nuestro idioma sin problemas, contando con los diferentes acentos de las ciudades, chistecitos, adaptación a nuestro país en algunos elementos y, por supuesto, los nombres de los enemigos que tenemos tan graciosos. Además, viene con doblaje en inglés y en japonés, por lo que siempre es un extra, y el inglés que es el que usado no está nada mal.
Conclusiones del análisis de Dragon Quest III HD-2D
Debo confesar que, siendo la primera vez que he jugado a Dragon Quest III HD-2D, me ha parecido un juegazo increible, dentro de lo que yo llamo juegos de rol clásico. Son juegos que pertenecen a una época concreta, con unos diseños e historias similares, pero que de alguna forma siempre se distinguen, y han acabado ganandose un hueco en mi biblioteca. Para mi, que me gusta este género y disfruto de los combates por turnos sin problemas, y mejor aún si vienen adaptados a tiempos modernos, creo que Dragon Quest III HD-2D es un título que merece muchísimo la pena tener, tanto si eres fan de la franquicia o de los JRPGs de corte más clásico. Es cierto que puede que la historia, le pese el año en el que está creada, pero no deja de mostrar la misma magia que tiene Dragon Quest incluso en títulos modernos. Mi más sincera opinión, es que penséis en este título, más que como un remake, como un título más de la franquicia solo que hecho como los clásicos, sin mirar atrás, porque lo vais a disfrutar muchísimo.
Nota: 8/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Plaion.
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