Se mantiene el hecho de que este 2025 es el año del ninja y que, por ahora, la cosa no está fallando en calidad. Ninja Gaiden 2 Black y Ninja Gaiden: Ragebound, han sido juegazos, y ahora le ha tocado el turno a Shinobi: Art of Vengeance, el regreso de una de las franquicias que SEGA parecía tener ahí un poco olvidada. Eso sí, regresa bajo el desarrollo de Lizardcube (Streets of Rage 4) con forma de metroidvania y esencia arcade, que le sienta de maravilla al juego. Joe Musashi regresa este 2025 muy fresco, con muchas ganas de venganza, y quizás, con uno de los mejores títulos de ninja que vamos a tener en mucho tiempo. Dicho esto, vamos con el análisis de Shinobi: Art of Vengeance.
Una historia de venganza clásica
Shinobi: Art of Vengeance cuenta con una buena historia de venganza en la que Joe Musashi tiene que plantarle a cara a Ruse, un señor muy desgraciado que se ha propuesto aniquilar a todo el mundo y ser, así, dueño de este mismo. La cosa es que Joe Musashi, jefe del Clan Oboro, estaba viviendo su vida tranquilamente hasta que Ruse decide atacar a su aldea y arrasar con todo lo que puede, entonces, ya se vuelve personal y Joe emprende un viaje para acabar Ruse. Lo que no sabe, es que Ruse tiene ciertos poderes sobrenaturales y que, además de soldados, cuenta en sus filas con demonios y bestias de laboratorio, gran parte gracias a su dominio sobre ENE Corp.
Dicho así, por evitar desvelar algunos puntos claves de la historia, así como personajes, suena a algo estándar del género y en parte lo es, pero considero que tiene un buen desarrollo. Se profundiza, aunque ligeramente, en los aliados que acompañan a Joe a lo largo de su aventura, y que sin su ayuda, no seriamos capaces de acabar con Ruse, cuenta con momentos interesantes y tiene ese toque de «epicidad» que te mete dentro y quieres acabar también con Ruse. Eso sí, no veréis que nuestro protagonista sea capaz de decir una sola palabra.
A título personal, la he disfrutado bastante, y es que las 9 horas y media que he terminado en hacer lo que viene siendo la campaña básica, han sido de pura diversión y entretenimiento, sin un solo momento en el que el juego me haya dejado de interesar. También, gracias a su jugabilidad y esa parte metroidvania que la trabaja simple, pero muy bien, así que vamos a ver el resto de apartados de Shinobi: Art of Vengeance.
Musashi conoce bien sus técnicas
Esta vez, comienzo por la jugabilidad, que es como un híbrido entre hack’n’slash y run’n’gun, porque es puro combo loco y técnicas combinadas, junto a unos niveles que motiva tirar hacia delante y aniquilar todo a tu paso. De hecho, nada más comenzar el juego, Musashi ya es capaz de hacer unos buenos combos con su espada, combos terrestres y aereos, y sus kunais, pero cuando avanzamos en el juego desbloqueamos nuevos tipos de ataque y más combos, muchos de ellos necesarios.
Por ponernos un poco en el lado de las habilidades principales, Musashi tiene los ataques Ninpo, que son habilidades activas de carácter defensivo/ofensivo y que puedes equipar 4 con atajos rápidos, y los Ninjutsu, técnicas superiores que requieren tener la ira al máximo, pero que pueden solucionarte una batalla de manera fácil. En otro orden, menos importante, están las técnicas Ningi, que son las de movilidad principalmente y que están más ligadas al factor metroidvania del título.
Como digo, al avanzar vamos a adquirir nuevos combos (comprándolos con oro), y la gracia del juego es que son tan fáciles de encadenar y aprenderse, que al final se vuelve una bestialidad. Cuando aparecen enemigos en pantalla, eres relativamente superior a poco que te hayas hecho a los controles, y es que además… hay otro factor a tener en cuenta: daño, armadura y ejecución. Y para reforzar, podemos equiparnos un talismán que otorga una bonificación pasiva, y un modificador de combo, que se activa cuando llevamos cierta cantidad de golpes acumulados, y ojo, que se mantiene hasta que te golpean a ti.
Cada combo y habilidad tiene en cuenta las 3 características anteriormente mencionadas, de manera que según lo que utilicemos para atacar, es más o menos efectivo. El daño es obvio, la armadura es para algunos enemigos, como los élites, que antes de la salud hay que bajarles la armadura, y ejecución es, para mí, lo más crucial es la ejecución. Esta mecánica permite acabar con los enemigos de un solo golpe una vez que les agotas la resistencia, y da igual que tipo de enemigo sea, además de poder encadenar la acción, pero lo mejor, es que además otorgan más dinero, salud y kunais. Conviertes a los enemigos en un botín con patas, muy efectivo para sobrevivir de manera constante, ya que son la principal fuente de recursos. Y ahora que he mencionado los kunais, añadir que son la única arma a distancia y, que además, sirven para acumular ejecución, con combos muy chulos.
No le encuentro absolutamente ninguna pega, excepto quejarme de que siempre me acababa comiendo un proyectil. Me ha encantado el sistema de combate porque en el fondo, es simple gracias a su rapidez, facilidad para ejecutar combos y lo asombroso que resulta encajar golpes de manera constante sin que te frenen cuando lo dominas. Y ojo, porque esto mismo se puede hacer incluso con jefes, los cuales también me han parecido fantásticos en diseño, pero ligeramente fáciles (a excepción del final, que está en una dificultad justa) incluso en dificultad normal. Aprovecho aquí para añadir que la dificultad del juego es regulable, hasta el punto de ser casi un paseo, en caso de que os cueste mucho.
Casi arcade, pero metroidvania
Ahora, comentemos un poco cómo está hecho Shinobi: Art of Vengeance, con ese toque de arcade, pero que realmente es un metroidvania. El juego está separado en niveles, que corresponderían, por ejemplo, a un bioma de un metroidvania, y ojo, son niveles que considero largos. Dentro de cada uno de ellos hay escondidos diferentes coleccionables, aunque con un buen mapa que te ayuda a encontrarlos: Tesoros de los Oboro (moneda para mejorar la tienda y adquirir nuevos combos), Grietas de Ankou, Tesoros secretos (mejoras de salud, kunais…) y las Tropas de Elite (en total son 3 encuentros que al completarlos te dan una recompensa.
No os preocupéis si la primera vez que llegáis a un nivel no conseguís el 100%, porque el juego está hecho con el factor metroidvania en mente, por eso los niveles tienen puntos de control y viaje rápido, y puedes seleccionarlos desde un mapamundi, viendo además lo que te queda en cada uno. Cuando hayáis avanzado suficiente, obtendréis nuevos Ningi, las habilidades de movimiento, que hacen falta para llegar a esas nuevas zonas. Con esto en mente, os aseguro que vais a rejugar los niveles, principalmente para poder disfrutar de todas las mejoras que puede obtener Musashi.
Sobre los diseños de los niveles, podemos decir que están generalmente bien, con caminos algo más lineales en los primeros, y menos plataformeros cuando se trata de la ruta principal. Sin embargo, cuando entramos en zonas secretas/opcionales en busca de tesoro, encontramos en muchas ocasiones zonas desafiantes, llenas de trampas de entorno (increíble la cantidad de pinchos…) y enemigos algo más poderosos.
La historia no es el final
Algo bueno también de Shinobi: Art of Vengeance, es su gran factor de rejugabilidad, y es que no se limita únicamente a regresar a los niveles anteriores para hacerte con todos los extras, aunque eso sí, antes tendrás que terminarlo. Una vez hemos vencido al jefe final, Shinobi: Art of Vengeance se amplía con nuevos contenidos para aquellos jugadores que quieran, y como es de esperar, echarle un tiempo extra.
Los que sean más fan de los juegos clásicos, se desbloquea el modo arcade, en el que se añade un contador de tiempo y puntos, así como un rango final. Eso sí, se juega con todas las mejoras que has conseguido, así que puedes explorar el 100% para conseguir la máxima puntuación. Por otro lado, tenemos el modo de juego Boss Rush, en el que los jugadores se enfrentarán a los jefes uno tras otro para desmotrar su valía, y de igual forma, también con lo desbloqueado hasta ese punto. Como pequeño extra, también se desbloquean algunos trajes para Musashi, aunque debo confesar que no me han parecido la gran cosa, pues son en esencia recolores del traje original. Bueno, también mantened el ojo abierto para gozar de una mejora especial del arma de Musashi y un jefe exta…
Bueno, a esto se le suma que ya tenemos información sobre contenido descargable, el cual llegará el año que viene e incorporará al Dr. Eggman como jefe al videojuego y ampliará el contenido del juego.
Un buen apartado artístico y sonoro
Aunque ya sabéis que soy un gran fan del pixel art, Shinobi: Art of Vengeance se encuentra realizado en arte 2D-HD dibujado a mano, el cual confieso que me ha ido atrapando poco a poco, principalmente gracias a la variedad visual en los niveles y, también, porque las animaciones del juego están bastante bien realizadas. Si hay algo de lo que quizás, más me haya dado cuenta, es que los movimientos de Musashi están muy bien llevados, en lo que a animación se refiere y transmitir el ser un «poderoso ninja» incluso con hitstops.
Para la banda sonora han contado con Tee Lopes (Sonic Mania, Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge) y Yuzo Koshiro (Streets of Rage), consiguiendo lo que era de esperar, una banda sonora que ameniza muy bien la aventura y temas muy potentes que igual sí que nos podemos quedar en la cabeza. Sin duda, una buena decisión para redondear el título.
Sobre fallos o rendimiento, la verdad que no tengo absolutamente nada que decir, aunque esto lleva un tiempo en el horno y sin duda se han preocupado de que el juego salga bien. Además, cuenta con textos en nuestro idioma, que aunque a veces parece obvio, hay que recalcar y darle la importancia que se merece.
Conclusiones del análisis de Shinobi: Art of Vengeance
Parece ser que SEGA ha acertado muy bien con Shinobi: Art of Vengeance y a quién le han confiado el desarrollo del título, Lizardcube. Si había una forma de regresar una franquicia a tiempos modernos, y mantenerla viva, creo que han acertado de pleno con esta entrega, con una fórmula que funciona y, efectivamente, muy en la línea de lo que puede uno buscar hoy día. Joe Musashi regresa con una buena historia de venganza y odio, una jugabilidad frenética, actualizada y de lo más entretenida, un diseño metroidvania muy bien integrado, contenido adicional post-game y poslanzamiento y obviamente un gran apartado artístico y musical. Mantengo que me cuesta encontrarle pegas al juego, y más cuando he dedicado horas incluso fuera del contenido de análisis, así que no puedo hacer otra cosa que recomendarlo como uno de los mejores lanzamientos para los auténticos fans de lo ninja.
Nota: 9.5/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Cosmocover.
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