Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro – Un juego de problemas familiares
Dentro de la franquicia Dragon Quest, se encuentran una serie de spin-offs bajo el nombre de Dragon Quest Monsters, y si mal no recuerdo, el último fue Dragon Quest Monsters: Joker 3 en 2016, pero no vio la luz en nuestro territorio de manera oficial. Por otro lado, a finales del año pasado llegaba Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro a Nintendo Switch, y este mes de septiembre de 2024, nos ha llegado en las versiones para móvil y para PC mediante Steam con todo el contenido de la versión de Switch. A diferencia de los tradicionales JRPG, en estos spin-offs nos tenemos que valer de los monstruos para combatir y completar la trama, algo así como una versión muy expandida de los coliseos de los juegos principales. Dicho esto, vamos ya con el análisis de Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro.
Un príncipe de los monstruos incapaz de dañarlos
Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro nos pone en el papel de, efectivamente, el príncipe oscuro, que pertenece al linaje del señor de los monstruos. Solo que parece que este niño no se ha criado con su padre, sino con su madre, en un pueblo normal y corriente, intentando que el príncipe no sea un desgraciado como su padre, y use su poder para el bien. Ella siempre le pide que, por favor, sea más humano, aunque ya sabéis lo que sucede siempre, los humanos luego no son capaces de aceptar a quienes son distintos.
Pasado un tiempo, la madre enferma, y aunque al príncipe le cuesta, acaba haciendo amigos. Un día, los monstruos atacan el pueblo y a la familia de su amigo, así que aprovechando su poder, decide ir y enfrentarlos, pero el niño le ve y, bueno, lo que dije antes, los humanos no aceptan a quienes son diferentes a ellos. Y mucho menos, alguien que tiene el poder de derrotarlos gracias a la oscuridad. Así que nada, el pueblo los busca para quemarlos en la hoguera como a brujos, y en el estado que se encuentra su madre, tampoco es plan, así que el príncipe decide acudir a su padre, quien en vez de ofrecerle ayuda, lo acaba maldiciendo, haciendo que sea incapaz de dañar a quien lleve sangre de monstruo.
Nuestra historia, realmente comienza tras la maldición, unos monstruos nos encuentran y nos cuidan, y pasado un tiempo, el príncipe encuentra un hogar: Rosavilla. Aquí nadie le juzga, ya que incluso ha levantado una barrera para evitar que los monstruos lleguen, y de hecho, le ayudan a buscar una solución a esta maldición y poder enfrentar a su padre. La cosa es que, al final, atacan el pueblo y uno de los lugareños, que ya es domador de monstruos, consigue expulsar a los monstruos utilizando a otros, y decide enseñarnos. Si no puedes dañarlos, únete a ellos, y utilízalos para tu fin. Oye, que no es mala idea, la verdad, y ya que no encuentras una cura para la maldición por algo hay que empezar.
Igual os acabo de dar la chapa, pero me gusta siempre dar contexto a todo el juego, aunque sea con el inicio de la historia, de manera que tampoco os hago mucho spoiler. Es cierto que el contexto del juego, al final, resulta algo bastante simple, y su desarrollo tampoco se queda muy atrás, no deja de ser un spin-off, por lo que no vamos a encontrar tantísima calidad en este sentido. Durante nuestro viaje conoceremos a nuevos aliados que nos ayudarán llegar hasta el rey y ponerle fin, así como a ser mejores domadores de monstruos, y tiene algún que otro punto humorístico, como es de esperar en Dragon Quest. Aunque también es cierto que empieza a ser interesante de verdad sobre la mitad de la aventura, cuando comienzan a desvelarse secretos del pasado y protagonistas, y algún pequeño giro de guion, pero nada realmente excepcional.
El problema de dicho viaje es, como viene siendo también costumbre, el ritmo de juego, el cual encuentro terriblemente lento, especialmente su inicio y gran parte de la exploración. Por suerte, en los combates y otros apartados ha sabido intentar agilizar algunos procesos, los cuales vamos a desgranar a continuación.
Subiendo por los planos demoniacos
Voy a comenzar por lo que viene siendo la exploración en Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro, a la cual diría que le pesa el hecho de ser un juego diseñado para Switch, con otras cosas en mente. Aquí, desde una torre enorme que tenemos en Rosavilla, la cual sirve de base de operaciones, podemos viajar a distintos reinos y sus planos, algo así como los círculos del infierno y los planos demoniacos. De esta manera iremos avanzando en la trama, ayudando a los diferentes monstruos con sus problemas, para ganarnos la confianza de estos de cara a mostrarnos ante el rey.
Generalmente, todos poseen un esquema similar en el que es: mapa de base, mazmorra y jefe final. No se complicaron demasiado a la hora de crear los mundos de juegos en este sentido, aunque esta poca complicación para mí le pasa factura, especialmente durante las primeras horas de juego. Cuando digo que la versión de Switch le pesa, es que puede ser una lápida para las de PC y móviles al tratarse de un port con básicamente mejor resolución.
Si hablamos de los primeros mapas que vamos a visitar, durante perfectamente las primeras 10 horas de juego, estos pecan de ser bastante pequeños, además de básicamente estar simplemente llenos de monstruos, con muy poco encanto visual a excepción de un par de ellos. Los siguientes planos sí que, por ejemplo, cuentan con mapas mucho más complejos en cuanto a diseño, e incluso mazmorras más ampliadas, pero no dejan de notarse más que un trámite al ser la meta igual, y la exploración ofrece realmente poca recompensa en su gran mayoría de veces
Lo más interesante del juego, a nivel de exploración, realmente es el sistema de estaciones. Dependiendo de si nos encontramos en primavera, verano, otoño u invierno, el mapa cambia sus condiciones, permitiendo así llegar a nuevas zonas del mapa que antes eran inalcanzables. Aunque obviamente, no solo para esto, los monstruos que aparecen en el juego también dependen de dicha estación, por lo que tendréis que prestar atención si queréis haceros con todos. Por suerte, hay algunos objetos que permiten adelantar estos cambios, aunque siendo honestos, tampoco hay que esperar en exceso, una buena QoL hubiese sido poder cambiarla a placer desde el inicio.
Crea tu grupo y déjales que se maten
Bueno, como es de esperar, toca hablar sobre los monstruos y el gameplay de Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro a nivel de combates, siendo esto último lo primero que voy a comentar. En el juego podemos crear equipos con diferentes monstruos, hasta un máximo de 8 (4 en activo, 4 en reserva), dependiendo del tamaño que estos tengan, ya que los monstruos grandes, también más poderosos, ocuparan 2 slots de equipo. Los combates, por su parte, son bastante sencillos y con complejidad prácticamente inexistente, a menos que vayas al contenido final del juego/postgame, por no hablar de que, en combates como los de los coliseos, solo se nos permite escoger las tácticas a usar de los monstruos, siendo el combate automatizado.
Los jugadores podrán escoger, en los combates normales y de jefes, lo que puede hacer cada monstruo en su turno, bien mediante las tácticas asignarles un «rol» y que actúen automáticamente acorde a eso, o desde el menú priorizar qué habilidades usan. También, en el mismo turno, podemos usar algunos objetos para mejorar atributos de nuestros monstruos, disminuir los del rival o curarnos. De hecho, los objetos cobran bastante importancia cuando te paras a leer lo que hacen en combate, ya que te pueden salvar de más de una, e incluso ayudarte a ganar el doble de experiencia. Como digo, no es algo que sea muy profundo mecánicamente hablando, de hecho gran parte del juego confieso que me la he acabado con el modo de más velocidad y combate automático, porque mi equipo de monstruos iba bastante fuerte. Puede que haya algún pico de dificultad, pero que se soluciona dándote una vuelta, subiendo un par de niveles, con los que aumentan las estadísticas bastante, y haciendo uso de objetos.
Para reclutar los monstruos, podemos hacerlo de diferentes maneras. La principal es usando la opción de reclutar en el combate, de manera que mediante una «demostración de fuerza» decidirán si unirse a nosotros o no, esta opción recomiendo hacerla una vez completado el mapa en el que estas, ya que al hacerlo se facilita esta opción. En ocasiones, también serán ellos quienes decidan unirse a nosotros después de un combate, y también podemos hacerlo, una vez avanzados en la historia, mediante huevos que se encuentran por el nivel.
Fusiona hasta alcanzar la perfección
Una vez comenzamos a tener bastantes monstruos, podemos empezar a fusionarlos para crear nuevos, algunos incluso exclusivos. Diría que dentro del tema monstruos, aquí encontramos el mayor filón, y además, es que viene todo bastante bien explicado. Una vez que tenemos dos monstruos a nivel 10, estos pueden ser fusionados, y la ventaja es que siempre sabremos cuál va a ser el resultado de la fusión, ya que escogemos nosotros entre una selección de posibilidades. Como es de esperar, también se heredarán las ventajas de los monstruos y sus árboles de habilidad, los cuales, una vez más, escogeremos nosotros.
Dentro de las posibilidades, podemos encontrar fusiones especiales, siempre marcadas con un marco dorado, y son especiales porque estos monstruos tienen estadísticas algo mejoradas, de manera que, en cierto modo, están más especializados. Los árboles de habilidad, a todo esto, se suben con los puntos de talento, y están pensados también para asignar ese tipo de roles, ya que los hay de estadísticas y habilidades. Los de habilidades marcan si el monstruo va aprender magias de curación, de daño, ataques de aliento, debilitadores, etc. Por otro lado, los de estadísticas, aunque es obvio, hay algunos que están muy especializados en un solo atributo, y otros mezclados, por ejemplo de sabiduría y PM, para aquellos que vayan a usar más habilidades.
Un último dato importante y a tener en cuenta son los rasgos de los monstruos, que son habilidades propias pasivas que desbloquean un potencial bastante interesante en algunos casos, solo por alcanzar cierto nivel. Por poneros algunos ejemplos, hay algunos rasgos que hacen más daño a cierto tipo de monstruos, otros que añaden más daño de un elemento e incluso algunos que pueden hacer que ataque 2 veces por turno o sobreviven con 1 de salud ante un ataque letal. Los monstruos grandes suelen tener más rasgos, aunque siempre puedes equiparles algun accesorio que les añada un extra, o hacerselos aprender con pergaminos.
Lo más malo dentro de todo esto, quizás, puede ser el diseño de los monstruos, que aunque estamos hablando de Dragon Quest, una franquicia enorme y de largo tiempo, deja algo que desear. Hay muchos monstruos conocidos de la franquicia, y los limos siguen haciéndome la misma gracia, pero hay muchísimos monstruos que pecan, bajo mi punto de vista, de simplones, hasta el punto que la verdad, prefiero matarlos que reclutarlos. Sinceramente, nunca ha sido el fuerte de la saga, pero aquí al tener que reclutarlos, digamos que se nota algo más, ya que los quieres para ti, y los vas a ver siempre. Por lo demás, me parece un juego bastante curioso al que echarle horas para conseguir el mejor equipo de monstruos.
Contenidos adicionales
Esta versión de PC viene ya con ciertos contenidos que se añadieron en la versión de Switch, estando estos disponibles desde que arrancas el juego. El primero de ellos, es la mazmorra de La Topera, que separa su dificultad en los rangos de monstruos. El objetivo de esta mazmorra es volver a encontrarte con aquellos monstruos ya reclutados, para capturarlos, independientemente de la estación y zona, si los cogiste una vez, aquí volverán a aparecer. Está también el Gimnasio del entrenador Óptimo, que son mazmorras que se generan de aleatoriamente cada vez que entras, tienen unos requisitos de entrada, pero ofrecen recompensas muy jugosas como accesorios, y una buena variedad de monstruos dentro de ellas. Para acabar, están los tesoros temporizados, que es básicamente un cofre que se puede abrir cada hora y nos dará objetos de una lista, hasta llegar al último y se reinicia, aunque los hay muy interesantes, tampoco marcan gran diferencia.
Para terminar, están las funcionalidades online, las cuales son básicamente una tienda, con cosas MUY jugosas, y unos duelos automáticos contra equipos de otros jugadores, los cuales ofrecen un premio diario según el resultado obtenido. Son un total de 30 combates, pero están todos automatizados, en formato retrato, y se pueden incluso saltar, de manera que vas a por la recompensa y ya está.
Un port bien llevado
Si nos limitamos a hablar de Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro como un port a PC, la verdad que este cumple. A nivel de ajustes, es cierto que trae poco más que resolución, fotogramas y 3 niveles de calidad, pero el juego rinde de una manera excelente. Ya sabéis que yo sigo con un PC que ya debería cambiar, con una GTX 1060 GB y el juego lo he podido mover en resolución 4K a 60 FPS sin ningun problema, algo que hasta me sorprende. Es cierto que tampoco es muy demandante, al tener los escenarios prácticamente vacios, pero bueno… Incluso a nivel de controles, el juego con teclado y ratón es sumamente amigable, ni he tocado el gamepad.
A nivel de sonido, el juego cuenta con temas que se pueden reconocer fácilmente si has jugado a algun Dragon Quest, y está todo en esa línea, aunque la mayoría de veces son los más simples los que escucharemos, sin ninguna melodía a recordar, más que las que ya conocemos, al igual que efectos de sonido. Entre las opciones de doblaje, podemos escoger entre japonés e inglés, y no es un mal doblaje el inglés.
Tampoco he experimentado fallos, ni nada similar durante mis horas de juego. Quizás mi unica queja es que me está haciendo revisar las políticas de privacidad cada vez que abro el cofre temporizado, ya que se conecta online, o accedo a la tienda.
Conclusiones del análisis de Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro
Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro es un título que apuesta más por lo que podría haber sido, que por lo que realmente acaba siendo. La historia se la dejo pasar en cuanto a ser más simplona respecto a sus entregas principales, pero peca mucho de una jugabilidad bastante simple y con un bucle de juego que se acaba haciendo bastante repetitivo. Por desgracia, no por los combates en si, si no porque una vez hayas jugado 2 horas, el resto es lo mismo pero con monstruos de más nivel. A nivel visual el juego se ve de maravilla, pero la dirección artística en algunos escenarios provoca que me causen cierta fatiga visual, entre lo simples que son y lo vacios que los encuentro de no ser por los monstruos, siendo el unico aliciente para explorarlos los cambios de estaciones. Suerte también de tener viaje rápido en cualquier momento. Lo más interesante y destacable, es la crianza de monstruos con las fusiones y tal, que para ser el primer Monsters que juego de la franquicia, creo es lo que más he disfrutado de toda la entrega, intentando hacer los monstruos «a mi gusto», y por suerte los monstruos abundan.
Mi opinión es que si os gusta de siempre la serie Monsters de Dragon Quest, posiblemente esta entrega os vaya a gustar, pero si es para un inicio, quizás se queda un poco corto, así a modo de resumen.
Nota: 6.5
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Plaion.
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