Un regreso por todo lo alto a los años 90
Para quienes no lo sepáis (algo que me extraña, pero yo os lo cuento igual), Rugrats: Adventures in Gameland se basa en la serie de animación Rugrats, conocidos en España como una Aventura en Pañales y en hispanoamérica como Aventuras en Pañales, siendo de esas series que marcaron fuertemente no solo a una generación, sino a varias durante los más de diez años que duró.
En ese tiempo, los pequeños Tommy, Chuckie, Phil y Lil recayeron en hasta ocho videojuegos propios y tuvieron una aparición estelar hace un par de años en Nickelodeon Kart Racers 2: Grand Prix. Tras su paso por títulos de distintos géneros repartidos por varias plataformas y en algunos casos con bastante éxito, ahora, tras más de veinte años de tener un juego propio, los bebés más alocados y divertidos de Nickelodeon regresan con una peculiar premisa tanto a nivel narrativo como en su apartado técnico.
Los peques de la casa, tras haber visto un spot publicitario del nuevo videojuego llamado Reptar, fingen encontrarse y vivir en su propio videojuego. Haciendo uso del poder de la imaginación (bendito don que nunca nadie debería perder), los divertidos bebés transforman la casa de Tommy en un mundo de videojuego lleno de acción, emoción y aventuras.
Eso nos lleva a disfrutar de un juego con mecánicas clásicas de plataformas, acción y aventura que nos permite jugar en cooperativo (en Steam incluye la opción remote play together), aunque podemos jugar en solitario alternando entre cualquiera de los cuatro bebés para poder avanzar en la historia aprovechando las diferentes características que ofrecen cada uno de ellos de forma individual, algo que se enfatiza mucho a la hora de jugar con otra persona.
Un título Neo-retro para jugar como uno prefiera
La demo de Rugrats: Adventures in Gameland pese a su brevedad, apenas unos quince minutos si vamos al grano, nos deja claras las intenciones del estudio The MIX Games. Hacernos sentir un golpe de nostalgia noventera en toda regla, todo principalmente motivado por el apartado visual del juego, en el que podemos elegir entre dos opciones (en realidad cuatro si sumamos las opciones de pantalla 4:3 o panorámico) a la hora de jugar.
Por un lado, el juego de forma predeterminada se nos presenta visualmente como un calco a la serie de animación, con los mismos diseños de los bebés protagonistas, así como de sus padres, enemigos y hasta en los escenarios. Todos perfectamente representados y haciéndonos sentir que estamos en la mismísima serie. Pero esto no es lo único, ya que si somos de los que nos encanta vivir una experiencia totalmente retro, el juego incluye entre las opciones visuales la posibilidad de cambiar el juego a gráficos en 8 bits, como si de una versión NES o de Game Boy se tratase, pero manteniendo toda la jugabilidad.
A esta posibilidad estética, se le añade la de seleccionar los sonidos y banda sonora con calidad HD o en modo chiptune, pudiendo elegir entre una y otra, sea cual sea el modo visual que se haya elegido para jugar. De esta forma, podemos seleccionar jugar con la banda sonora retro con gráficos actuales o viceversa.
Así, de esta forma, se nos da a la elección de vivir una aventura en pañales a lo largo de sus seis niveles (en la demo solo había disponible uno con su correspondiente jefe final) jugando Rugrats: Adventures in Gameland como si fuese un título clásico de una consola de 8 bits, o si queremos jugarlo como si se tratase de la mismísima serie animada. Lo cierto es que al final se siente que son dos juegos en uno.
Entre biberones, galletas y monedas Reptar
Para sobrevivir en esta aventura, vamos a tener que controlar la vida/energía de los bebés a base de biberones y galletas repartidas por las distintas zonas por las que vamos a movernos, en esta ocasión, la casa de Tommy y un parque infantil que gracias a la imaginación de los peques, se convertirá en un desierto egipcio donde podremos adentrarnos en una «pirámide» llena de peligros.
Si estamos en modo cooperativo, cuando uno de los jugadores pierda toda la energía de su bebé, el compañero le puede dar parte de su energía para poder continuar y que así deje de llorar desconsolado (su bebé, no el jugador, aunque todo es posible). Si jugamos en modo individual, esto no será posible, pero sí que podemos ir alternando entre los personajes para no perder la vida por completo de cada uno de ellos y como ya dije anteriormente, para aprovechar sus distintas características, algo que también se puede hacer en el modo cooperativo.
La forma de acabar con los enemigos es muy al estilo clásico, saltando encima de ellos o impulsándonos contra ellos y plantándoles un buen culazo con nuestros pañales. Algunos de los enemigos quedarán inconscientes, lo que nos permitirá cogerlos y lanzarlos contra otros enemigos que son inmunes a nuestros golpes de pañal.
También podemos usar el impacto «pañeril» para destruir estructuras y acceder a ciertas zonas ocultas gateando, aunque algunas de ellas estarán cerradas con llave, pero nada que un buen destornillador puede abrir, aunque primero debemos encontrarlo y a veces están en zonas que no son nada sencillas de llegar a ellas, aunque nada que un buen salto sobre un enemigo o un impulso por parte de nuestro compañero de aventuras no nos proporcione ayuda.
Entre los coleccionables del juego, también están las monedas Reptar, que al ir acumulándolas, podemos invertirlas en la puerta secreta de acceso del mismo Reptar y que guarda uno de los mayores secretos a los que los Rugrats se pueden enfrentar en sus cortas vidas, pero eso lo tendremos que descubrir en el juego final que saldrá a lo largo de este año 2024.
Conclusiones de la demo de Rugrats: Adventures in Gameland
Sin duda estamos ante un grandísimo juego plataformas a la vieja usanza que nos permite sentir toda una experiencia retro en su jugabilidad, pero que no solo se ha quedado ahí, sino que gracias a las opciones de gráficos que ofrece, es como tener dos juegos en uno sin perder un ápice de diversión, tanto en solitario como en cooperativo.
Tanto si eres fan de Tommy, Chuckie, Phil y Lil o simplemente de los juegos de estética retro o de la animación más gamberra y divertida, sin duda alguna Rugrats: Adventures in Gameland será tu juego. Eso sí, mucho mejor con amigos.
*Estas impresiones han sido realizadas con una demo proporcionada por Stride PR.