Hay un género de videojuegos que me gusta muchísimo, y de hecho algún día hablaré de mi problema con ellos, pero se resumen en que cuanto más rápido, mejor. Hablo de videojuegos destinados para el speedrun que cuentan con, principalmente, plataformas: deslízate, salta, bunnyhop por el escenario… Hoy es el caso de Blessed Burden, pero por poneros algunos ejemplos más tenemos Rayze, Stop Dead o Fleshbound, todos ellos disfrutados e incluso invertidas horas de más en mejorar tiempos, buscar secretos o rutas alternativas. Cada uno, por supuesto, tiene su peculiaridad, no son todos iguales, en el caso de Blessed Burden tenemos algo más clásico centrado en el movimiento y esquivar las trampas.
Mira mamá, sin manos
Es el fin de los días y tú eres el último sacerdote que puede ponerle fin a ello destruyendo el corazón del Diablo en las profundidades. Armado solo con tu fe, y tus dos piernas, sí, no tienes brazos, tendrás que buscar la manera de acabar con él. Spoiler: saltando mucho. La verdad que solo de pensar en que el protagonista del juego se vale únicamente de su entereza para continuar adelante, yo soy el Diablo y desaparezco sin decir nada.
Aunque no lo parezca, cuando te pones a jugar, existe cierta narrativa sobre cómo hemos llegado a este punto y los secretos que se han ocultado durante mucho tiempo. Aparte de la cinemática de introducción, encontraremos pequeños grabados en los niveles, que al acercarnos mostrarán texto, pequeños monólogos por parte del Diablo y también una cinemática final. Suficiente para lo que tenemos por delante, que son 10 niveles, y una primera partida de aproximadamente una hora y media, entre muertes y exploración.
Deslizándonos hacia el abismo
A nivel jugable, Blessed Burden ofrece principalmente movilidad, como comentaba al inicio, solo que esta se va mejorando poco a poco y para ello primero hay que hablar de los niveles. Estos son generalmente cortos una vez dominados, pero la primera vez que juegas alguno puede ser algo largo sin problema alguno, como digo, se trata de mejorar el tiempo a posteriori.
El diseño de los niveles está bastante bien en general, con sus pasillos liantes a veces, sus zonas abiertas para hacer el loco y las trampas para matarte cuando menos te lo esperas, o caer sobre una. Más importante es, eso sí, encontrar las reliquias demoniacas que hay a forma de coleccionable, porque también otorgará puntos para mejorar. De hecho, completar el nivel son 5 puntos, y otros 5 por encontrar todas las reliquias. Y no tengas prisa, el juego no penaliza el tiempo, es simplemente un indicador de cara a las clasificaciones.
Las mejoras van todas relacionadas con ir más rápido y poder atajar por caminos alternativos. Principalmente, correremos más, ganaremos más velocidad al deslizarnos, mejorar la gravedad al agacharnos cuando estamos en el aire (para hacer más y mejor agachar+deslizamiento+salto) y 2 habilidades, que son el salto doble y un pequeño dash. Y aun así, tranquilos, podéis distribuir los puntos siempre que queráis, incluso retaros a hacer el juego entero sin mejoras.
Los jugadores que estamos acostumbrados a estos juegos, sabemos que hay movimientos combinados que hacen ir más rápido, y efectivamente, están presentes. Las físicas del juego funcionan tal y como puede uno esperar, hasta el punto que hay veces que a mí se me escapa la velocidad a la que voy.
Rejugabilidad: su mayor baza
Lo cierto, es que a nivel de juego, poco más tengo que comentar. Es sencillo, basado en el pique personal o tabla de clasificaciones, y funciona bastante bien. Donde más puedo añadir, es en el hecho de que es un título rejugable en este sentido. Lo primero que si no te has encontrado con todas las reliquias, puedes aprovechar para conseguirlas. Lo segundo, te puedes dedicar a intentar conseguir tiempos más bajos, o hacer todos los logros, entre los que se incluyen auténticos desafíos para hacer con mucha calma y habilidad.
Es cierto que es un juego que pide a gritos más niveles y en cierto sentido, algo más complejos que los existentes. Elementos para crearlos, los tiene a mano, y de hecho podemos decir que los niveles actuales van en incremento presentando nuevos elementos, pero muchas veces se quedan en esos niveles. Hay zonas donde, por ejemplo, tienes botones con temporizador, pasillos donde prácticamente tu prioridad es esquivar trampas, plataformas más pequeñas con precisión o mismamente, el ir por la serpiente gigante.
Entiendo que el juego tenga ese toque de «ser una historia», pero no me cabe duda de que tiene buenos elementos a los que sacarles partido. Ojalá en un futuro ver niveles que, aunque no tengan ya que ver con la historia, estén diseñados para hacer el loco.
Va finísimo, y se controla de miedo
Aunque creo que es algo obvio de comentar, Blessed Burden funciona de maravilla, al menos en mi PC con un Ryzen 1600X y una RTX 4060 (sí, entiendo que esta gráfica para 1080p no debería dar ningún problema). De la misma forma, tampoco he sufrido de ningún tipo de fallo, lo cual es de agradecer.
A nivel artístico, el juego cuenta con escenarios no muy complejos en cuanto a los modelos y un texturizado de baja resolución estilo pixel art para casi todos sus elementos. La verdad, que aunque el juego es ligeramente plano en este sentido, y se abusa un poco de los grises para las estructuras, la dirección artística encaja perfectamente con el título y lo que este busca. Además, se acompaña de una banda sonora con buenos beats que acompañan bastante bien.
Conclusiones del análisis de Blessed Burden
Pues a título personal, Blessed Burden me ha gustado bastante, no os voy a engañar. Dentro de lo que este género del speedrun, me gusta mucho que se centre en básicamente correr y esquivar trampas, y es que es muy frenético en su jugabilidad (especialmente con todas las mejoras) que a mí con eso ya me tienen ganadísimo. Es cierto que, como todo, siempre es mejorable, especialmente en la parte de añadir más niveles, pero al ser un equipo pequeño, tampoco estamos para exigir. Creo que actualmente el juego está bien como está, es disfrutable y es una experiencia más que suficiente, luego ya dependerá de ti si picarte o no para conseguir los mejores tiempos, aunque seguramente acabarás haciéndolo. Es un juego de esos de los que, sencillamente, quieres más.
Nota: 9/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Podoba Interactive.
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