En Demonschool viviremos la vida universitaria de una forma diferente
Estamos ante uno de esos juegos que saben mezclar el componente absurdo de ciertas ideas y momentos totalmente locos y a veces incluso ligeramente estúpidos con un gran trabajo en cuanto a arte y diseño. Demonschool sabe lo que quiere mostrarnos y como quiere mostrarse al mundo, y lo hace sin dudar. Acompañaremos a Faye (la protagonista de esta peculiar historia) en su aventura para detener el apocalipsis como una de las ultimas cazadoras de demonios que existen (si bien nunca ha visto uno con anterioridad).

Un juego que mezcla componentes de gestión de tiempo, mejorar relaciones con los compañeros, minijuegos y un combate muy divertido (que os explicaremos en su correspondiente apartado). Si queréis saber todo sobre la vida universitaria más normal (creo), acompañadme durante el análisis.
Visual novel y pixel art mezclados para acompañar a un buen juego
Una de las cosas por las que cualquier de nosotros como jugadores nos vamos a fijar siempre, es en como se ve un juego y que sensación nos deja eso. Yo desde el primer momento que vi Demonschool y su presentación lo tuve claro: me enamoré de su arte y las caras tan expresivas que les ponen a sus personajes. Con un dibujo que no es exageradamente elaborado ni sobrecargado, y un pixel art estilizado y sin bordes exagerados para puntualizar cada punto de color, han conseguido lo que para mi es un balance espectacular.

Además de la paleta de colores tan «embrujada» y «turbia» que cuadra perfectamente con el contexto del juego, el entorno 2.5D y los diseños encajan perfectamente para engancharte a su historia que, si bien tiene cositas ilógicas, nos entretendrá de sobra. El diseño de los personajes y sus emociones están muy conseguidas, y se transmiten muy bien con las caras y los gestos:
- Faye y su sangre ardiente, intensa como ella sola siempre está lista para hacer una locura
- Namako y su cara de «todo me da pereza, estoy harta, porque yo» cada vez que toca hacer algo (y como mejora según la conocemos)
- Knute y su emoción por las cintas de video raras y desconocidas mientras se hace el listillo
- Destin y su estupidez pero buen corazón siempre dispuesto a luchar con lo que sea (por alguna razón, desea pegarse con serpientes gigantes)
¡Y son los personajes iniciales! A medida que avancemos en la historia y nos acerquemos al fin del mundo, más personajes se irán uniendo con sus propias personalidades y diseños.

Su apartado musical no se queda atrás: melodías que sirven para desconectar y relajarse durante el día y la tarde, mientras paseamos por las distintas localizaciones hablando con los npcs del mundo o aprovechando para comprar en la tienda antes de avanzar en la historia y temazos cañeros en los momentos de repartir mamporros a diestro y siniestro (que además se ensordecen ligeramente mientras estamos en la fase de planificación).
El sistema de combate en Demonschool y porque se hace tan divertido
Creo que el punto principal junto al diseño de los personajes y el aspecto gráfico en general es el sistema de combate. Demonschool es ligeramente especial en este aspecto, porque aunque sea por turnos y usemos un escenario con cuadricula, es mucho más complejo que simplemente moverse o atacar. Y encima es en dos fases, una previa de planificación y una en la que Faye y los demás se moverán para ejecutar las acciones decididas.
Aunque el juego empieza con un tutorial sencillo pero completo para la mayoría de acciones normales y las habilidades especiales que cargaremos según avance el combate, lo cierto es que dominar todo es difícil. Namako no hace daño, por ejemplo, pero permite aturdir a los enemigos que atraviesa (y que coloca en el hueco anterior) para que podamos hacerle daño extra o acumularlos en una fila con Faye o Destin. Si a lo anterior sumamos el daño extra que podemos hacer al curar con Knute, estaremos haciendo combos que destruyen a enemigos concretos pero a la vez estamos sacrificando muchos puntos de acción.

Los combates contra los jefes son muy distintos en Demonschool, os aviso ya. No distintos en general, sino distintos a los combates normales por oleadas. Y adaptarse al entorno que puede ir teniendo nuevo peligros a medida que avanzamos en las fases del jefe será vital para no perder directamente en un turno. Por suerte para cuando lleguéis al primer gran jefe, os habréis acostumbrado a las zonas mortales de daño y el uso del entorno para chocar a los enemigos.
Pero en general, el combate es divertido y simpático, se aleja del típico combate por turnos y se parece más a una partida de ajedrez donde meditar los movimientos que a algo más táctico pero rpg como vemos en otros muchos juegos. Tener 3 de vida significa que puedes morir muy pronto sin que te des cuenta como hagas un mal movimiento. Por suerte podemos retroceder todo el turno si no nos gusta el resultado de lo que queremos hacer para replanificar los siguientes movimientos.

La historia y como encajan los personajes en ella
En Demonschool, como bien hemos comentado antes, seguiremos a Faye muy de cerca en su aventura para detener el fin del mundo por culpa de los demonios en el año 2000. Para ello, entraremos en un curso universitario en una isla remota en la que acabaremos descubriendo que no todo es como parece, y que además no es la última cazademonios del mundo: hay más pero aún no lo saben.
En un intervalo de tan solo 10 semanas, deberemos detener el apocalipsis y los principales portales demoníacos que asolan la isla y se llevan a los pocos humanos que viven en ella. Por suerte para nosotros, todo un grupo de descendientes cazadores ronda cerca e iremos convenciéndolos para formar equipo y detenerlo. Guay, ¿no?

Algo que me gusta de Demonschool es como balancea lo absurdo de algunas situaciones y conversaciones, con lo intento de una profecía y gente desapareciendo/muriendo cada día. Se siente importante pero no como una carga, y nos sacará más de una sonrisa especialmente si estamos acostumbrados a juegos como Persona o novelas visuales donde es importante la interacción entre personajes.
Que podremos ir conociendo a medida que hagamos acciones con ellos, trabajemos en equipo y tengamos pequeñas misiones en conjunto (normalmente minijuegos y combates) donde conocerlos en profundidad y ganarnos su amistad.
Namako es el claro ejemplo de como se resiste a la intensidad de Faye pero poco a poco acepta su amistad y forma de ser a medida que colaboran juntas. Con el resto de personajes pasa de forma similar, y es quizás uno de los alicientes principales para pasarse la historia: conocer a todos y entender porque son como son. Al menos a mi es algo que me ha encantado siempre de la saga Persona o Fire Emblem, por ejemplo.

Estudiar como sistema principal de mejora
No podemos olvidar que estamos viviendo una vida universitaria y como tal, tendremos que emplear tiempo libre en estudiar habilidades para equipar a nuestros personajes y con las cuales fortalecer aún más el sistema de combos con el que salir adelante en los combates. Descubriremos estas habilidades haciendo tareas aquí y allá, comprandolas en el para nada extraño vendedor de la calle principal y decidiendo quienes sacrificaran su tiempo libre para aprenderla y poder equiparla luego a alguien.

A la larga esto mejora nuestras posibilidades no solo de superar los combates, sino hacerlo en el mínimo número de movimientos y acciones (o turnos) para conseguir el rango más alto que nos da mejores recompensas. Además el juego va complicándose a medida que avanzamos y los enemigos dejaran de tener 1 o 2 de vida, o ser simplemente bichos que se mueven hacia ti para tener habilidades de largo alcance y de casi derrota instantánea.
Un retraso que incluye mejoras y contenido
Hemos vivido varios retrasos en el lanzamiento de Demonschool. Primero tenía como objetivo salir en 2024, y posteriormente en septiembre para acabar saliendo hoy mismo, 19 de noviembre. Pero no ha sido en vano, y es que sus desarrolladores han metido más contenido y mejorado ciertas cosas de cara a esta nueva fecha, y en general es un juego que merece la pena, os lo aseguro.
Algunas de las novedades y cambios que se han experimentado:
- Un total de 13 endings incluidos en Demonschool.
- Mejorado el aspecto visual de los eventos al subir al máximo una relación.
- Cambios en el aspecto visual de los entornos para dar una mayor sensación de movimiento y vida.
- Nuevas misiones secundarias y cambios en el sistema de guardado
Y más cosas por supuesto, pero estos son los cambios y las pinceladas más importantes que se han introducido o revisado en este tiempo extra. ¿Lo positivo? Demonschool está ya aquí y no hay excusa para no darle una oportunidad.
Conclusión
En definitiva, Demonschool es un juego distinto y bastante notable. El sistema de combate es divertido y sencillo de entender (aunque no de dominar). La historia y la forma en la que el juego te la cuenta de forma absurda (y las caras Juan, las caras) hacen que la experiencia sea más que agradable. Un juego que nos dará unas buenas sesiones de diversión mientras descubrimos el destino que le espera a Faye, la profecía del fin del mundo y los amigos que hacemos por el camino (no hablo del One Piece aquí).
Dadle una oportunidad, os aseguro que no os arrepentiréis. Eso si, hacedlo en inglés, la traducción al español es algo… meh (si no os queda más remedio, os enteraréis de lo importante pero tiene mucho más sentido si entendéis el inglés al no ser muy complejo ni elaborado).
Nota: 8.5/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Stride PR.
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