Como es costumbre, y creo que ya a nadie pilla por sorpresa, navegando por twitter me encontré con el perfil de DOSMan Games y un tweet en el que anunciaban que Satan, desarrollado por Gamefruit y que se lanzaba prácticamente en nada de tiempo. Apenas 24 horas de su lanzamiento, me lancé a preguntarles, porque ya sabéis que los shooters, pues me fascinan, y finalmente, aquí os traigo este análisis de Satan. Un juego clásico, sencillo, sin complicaciones, donde lo importante es una sola cosa: diversión. Así que vamos a ello.
De la tierra al infierno
Satan nos coloca en una situación tensa, muy tensa, aparecemos en lo que parece ser el terreno de un culto que está acercando cada vez más el infierno a la tierra. Nuestra primera arma es básicamente una cruz de madera con la que pinchar a los enemigos, aunque también hay que decir que rápidamente nos haremos con unas pistolas duales. La historia es, como si no existiese, únicamente unos puntos de cara al final en los que se revela nuestra identidad y tendremos que escoger entre uno de los dos posibles finales, pero no os lo quiero spoilear, que no me gusta.
Desde este punto, todo lo que sigue en el juego, es básicamente liarnos a balazos por los diferentes niveles del juego, eliminando a cultistas y horrores infernales a partes iguales. Tu objetivo es claro, sobrevivir, y nadie tiene que entrometerse.
Juego clásico, diversión x2
Satan es un poco de homenaje a videojuegos del género clásicos como Doom, Wolfenstein o Blood, solo que con una interfaz un tanto más sencilla y limpia. En lo jugable, tenemos que disparar, movernos y saltar, las cosas más básicas que puedes esperar un shooter, y en parte ahí reside su encanto. A veces, simplemente te apetece entrar a un juego a no dejar nada con vida y pasar un buen rato, como pasa con los Doom actuales.
Pese a ser un título basado en otros de tanto tiempo, y con prácticamente las mismas características técnicas, la jugabilidad de Satan es bastante fluida. El movimiento es bastante rápido, el disparo quizás no tanto, y quizás ahí reside su dificultad, pero es que hasta da gusto ponerse a hacer parkour en los niveles que toca. De hecho, hubiese estado genial un editor de niveles para poder hacer mapas de este tipo.
Sobre lo de que el disparo no tanto, debo decir que el gunplay en sí, es satisfactorio, de hecho tiene unos muy buenos efectos de sonido que acompañan a los disparos y es espectacular cada vez que disparas. Junto a esto, viene un efecto de retroceso visual en cada arma, que aporta cierto toque de realismo, rara vez visto en este tipo de títulos. Lo que no me agrada tanto, es la cadencia/retroceso de algunas armas, siendo la dificultad prácticamente esto. A todo esto el arsenal es el siguiente: pistolas, ametralladora ráfagas, escopeta, bombas de agua sagrada, minigun y lanzacohetes.
Existen armas automáticas, pero la ametralladora dispara en ráfagas, la escopeta es absurdamente lenta aunque demoledora, la minigun tiene un retroceso visual que puede llegar a ser algo molesto (aunque entendible en aportar realismo). Entiendo su razón de ser, pero a veces te juega malas pasadas, y cuesta acostumbrarse un poco, especialmente cuando hay enemigos especiales, de los que con un par de golpes te derriban. A la vez, los enemigos sufren también de retroceso cuando les disparamos, de manera que se quedan en el sitio, y si usas un arma como una minigun, los aniquilas al momento sin que se acerquen. En el fondo, es una decisión un tanto rara, pero bueno, funciona.
Enemigos, en aumento y variados
Una de las cosas que también hace muy bien Satan, es la capacidad que tiene para que, en lo relativamente corto del juego, te implemente nuevos enemigos de manera casi constante, incluso al final del juego. Comienza con enemigos básicos, como cultistas con ataque cuerpo a cuerpo o con pistolas, empieza a meterte unas ratas mutantes, y de repente te presenta a un demonio obeso que te vomita.
La curva de aprendizaje, sobre como matar a los nuevos enemigos y prepararte a sus apariciones, debo decir que está bastante bien medida. Eso sí, esto no quita que el juego se las ingenia para tenerte en tensión, ya que entre los que son pequeños, los grandes y los que atacan a distancias absurdas, vas a estar pendiente de cada destello en la pantalla. Mención especial a los jefes que aparecen en Satan, que aunque siendo honestos, no son nada de otro mundo, le dan un punto extra a una ambientación muy bien llevada. Y bueno, nunca está de más exterminar demonios mayores.
Muy buena exploración y ambientación
Los niveles de Satan emplean un clásico del género que son las llaves de colores para ir haciendo backtracking y avanzar por los diferentes caminos, pero están bastante bien diseñados desde mi punto vista, e incluso se emplea la verticalidad para sacarle más provecho. Además, explorar es bastante gratificante, pues puedes encontrar reliquias para darles a los curas que hay por los niveles, y estos te proporcionarán salud y armadura para seguir enfrentándote a los enemigos. También hay paredes secretas, no tan ocultas, la verdad, que te dan acceso a municiones, salud, armadura y en ocasiones, armas antes de tiempo.
Aunque creo que una de las mejores cosas que hace Satan, es saber transmitir ese infierno en la tierra y lo de los cultistas desde el primer momento hasta el final. No es solamente qué bueno, algunos enemigos ya parece que vienen del infierno, es también todo lo que hay alrededor. Partiendo de base que el juego comienza en una iglesia, en la que ya podemos ver cruces invertidas y cadáveres, solo hay que hacerse a la idea de lo que veremos más adelante. Y especial mención a los escenarios de poca luz, que algún susto me he llevado…
Nuestro siguiente paseo es por los subterráneos y la ciudad, lugares en los que vamos a apreciar como se han ido realizando diferentes rituales, incluso veremos a personas normales que prácticamente están pidiendo que acabemos con su vida antes de que se transformen. En este paseo vamos a ver prácticamente todo cuanto os imaginéis, gente crucificada, restos de cadáveres, pentagramas, mucha sangre y mucho demonio… Aprovecho este mismo párrafo para añadir que la banda sonora que acompaña durante la aventura es bastante buena, y muy en la temática del juego.
Algunas cosas pueden mejorarse
Aunque Satan es en líneas generales un buen juego, hay algunas cosas que quizás podrían mejorarse. Entiendo perfectamente su presentación retro, desde los menús hasta lo jugable, pero… hay elementos que no me convencen. El primero de ellos es el menú de guardado, que podría ofrecer algún tipo de información sobre el lugar del juego en el que estás, fecha y hora, o una screenshot, especialmente útil de cara al guardado rápido que hay que usar si no quieres repetir niveles enteros.
También he podido apreciar algunos pequeños fallos durante mi partida, entre ellos en una zona del juego que no hacía más que salirme por debajo del nivel, y otra en la que, literalmente, podías salirte tú por tu cuenta. Adicionalmente, cosas como tener por un momento munición infinita, que al tocar un confesionario, que te debería curar, al tener 150HP me baje a 100HP, y cositas así pequeñas, que no es que molesten, incluso a veces benefician, pero bueno.
Conclusiones del análisis de Satan
La verdad, confieso ser un pecador culpable y haber disfrutado de Satan, tanto, que me lo he jugado de una sola sentada. Vale que no es muy largo, en torno a 4 horas con bastante calma, pero es que cuando comienzas a jugarlo, apetece llegar al final. Es algo que hago con pocos juegos, así que tiene mérito. Se trata de un boomer shooter totalmente clásico en casi todos sus apartados, muy entretenido, ligeramente frenético, que sabe aprovechar muy bien sus enemigos y niveles para crear una experiencia que no aburre en lo mínimo. Y ojo, porque está a apenas 3 €…
Nota: 9/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por DOSMan Games.
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