Gal Guardians: Demon Purge es más de lo que parece
Me acuerdo perfectamente del día en el que solicité Gal*Gun: Double Peace por básicamente hacer un poco la coña en streaming con un juego un poco subido de tono, y me sorprendí con lo que encontré, bastante y de buena manera. Era un juego más profundo y refinado que solamente perseguir colegialas, con varias capas de profundidad más allá del disparo sobre raíles con la pistola de feromonas. Gal*Gun 2, pretendía llevar el mismo rollo, pero personalmente, fue una bajona respecto al primero, que solo aportó un par de personajes extra.
Ahora, ha llegado Gal Guardians: Demon Purge, que sucede dentro del universo de Gal*Gun, de ahí que lo haya mencionado, aunque es totalmente un juego aparte, siendo ahora un metroidvania ligeramente más clásico y serio protagonizado por las talentosas cazademonios Maya y Shinobu. Mediante este análisis vengo a despejar algunas dudas que tengáis sobre el título y, si obviamente, merece la pena.
Una de las mayores maldades de Kurona
La historia de Gal Guardians: Demon Purge gira en torno a la antagonista de Gal*Gun: Double Peace, Kurona. Para los que no sepáis, Kurona es una demonio de la academia demoniaca, y que se dedica a molestar de manera continuada a los humanos. En uno de sus paseos por la academia, una misteriosa puerta se abre y un enorme espejo se presenta frente a ella, y de repente, el dominio de los demonios se apodera de toda la dimensión, transformando la escuela en un castillo demoniaco.
De casualidad, Maya y Shinobu regresaban de su última misión y esto les pilla justamente en la puerta de la academia. Se cambian su outfit y se lanzan a la carga en el castillo para descubrir qué ha ocurrido y salvar a todas las demás estudiantes, que pocas no son. Realmente, la historia al principio no tiene mucha carga, sabes desde el principio que es culpa de Kurona y tienes que llegar hasta ella.
Sin embargo, sin querer hacer mucho spoiler, finalmente la historia acaba teniendo un pequeño giro de guion de camino al final que sorprende bastante, añadiendo una buena cantidad de contenido extra que completar si queremos terminar el juego realmente. Algo que parece heredado de Gal*Gun, donde al terminar tu primera partida, descubres que hay mucho más que hacer y que resolver, además de abrirse nuevos extras. Así que no juzgues por el inicio, dale la oportunidad.
Tirando de lo clásico, modernizado y con opciones
Voy a comenzar hablando sobre dos puntos que van muy de la mano, el primero, el hecho de haberlo llamado Metroidvania «ligero», y después algo ligado a esto, su dificultad. Si tuviese que decir un juego que se me pase por la cabeza, para comprar la estructura, sería Castlevania: Rondo of Blood, pero muy modernizado. Gal Guardians: Demon Purge está dividido en 6 niveles principales, separados, en los cuales solo puedes viajar de manera rápida entre el principio y final. No es un mundo interconectado por el que te desplazas como quieres, solo en la segunda mitad que puedes moverte entre los 6 mediante teletransporte al inicio. Cada nivel tiene diferentes rutas por las que avanzar, con sus secretos, y a los que habrá que volver cuando tengamos nuevos poderes, que quizá es la parte más metroidvania. Por todo lo demás, parece más un Castlevania clásico, modernizado, que un metroidvania como los que conocemos hoy día.
Lo que comentaba de la dificultad, es que el juego ofrece 2 modos diferentes: casual y veterano. En el modo veterano, tenemos una experiencia más clásica, limitada por vidas y con algunos elementos como el retroceso del personaje al recibir daño, entre otras cosas. En el modo casual, tenemos vidas infinitas y no hay retroceso al recibir daño, simplemente está pensado para disfrutar de la historia sin complicaciones en lo jugable. No penaliza nada, así que escoge el que más te guste. Al acabar el juego tendremos el modo Legendario, solo para los más expertos.
Jugando a 2 bandas
Ahora bien, vamos a la parte jugable. Lo primero, que si tienes a un compañero en casa, podéis jugar los 2, controlando cada uno a una de las cazadoras de demonios, algo que encuentro bastante atractivo. Pero fuera de eso, tenemos una jugabilidad bastante clásica, pero fluida y, bajo mi opinión, bien pensada en casi todos los aspectos del juego.
Jugando como un solo jugador tenemos que ir alternando entre ambas, sin mucha complicación para ello. Aunque eso sí, si muere una, tenemos que empezar desde el punto de control más cercano con la otra hasta llegar al cadáver para revivirla, si morimos, perdemos una vida en caso de ser el modo veterano. Hay que tener en cuenta, además, que Shinobu actúa como un personaje de ataque a distancia con su ametralladora, y Maya, como ataque cuerpo a cuerpo, con más potencia, por lo que según la situación usaremos una u otra.
Cada una de ellas cuenta con un conjunto de sub-armas que se irán desbloqueando al derrotar el jefe de cada nivel, siendo estas, además, parte del factor metroidvania. Aparte de ser útiles para enfrentar algunos enemigos, también ayudan a desbloquear puertas o llegar a ciertos sitios, siendo así que al acabar el juego tenemos que volver por todos los niveles a repasar su exploración.
Entre algunos de los elementos que vamos a ir recolectando están los corazones de vida para restaurar salud, los frascos de MP para poder utilizar las sub-armas, y otro objeto que irá recargando el medidor del ataque especial. Este es básicamente un balazo potenciado que aniquila lo que toca, así como hacer bastante daño a los jefes. Y entre las mejoras que obtenemos, hay salud, más munición para Shinobu, más vidas o incluso más MP para poder hacer mejor uso de las sub-armas.
Si hablamos de enemigos, la mayoría muere de apenas un par de golpes, y suelen ser fáciles de enfrentar, algo que ayuda mucho a mantener cierta fluidez. No hay mucha variedad, eso sí, dejando más a la repetición con variedad que incluir nuevos enemigos, pero considero que son lo suficiente. Los jefes finales, por su parte, ofrecen muy buenos combates donde la rapidez para actuar y aprender sus patrones es la clave para aniquilarlos. Aunque sinceramente, en mi caso, el mayor peligro ha sido el de siempre, las caídas y las plataformas, que ofrecen muerte instantánea.
Vamos, resumiendo un poco, ofrece un buen sistema de juego con elementos clásicos como son las sub-armas y el uso del MP para ellas, con un movimiento más fluido y ataques rápidos, que combinado al alternar personajes, considero que es bastante entretenido en todos los aspectos.
Nunca se acaba, aunque parezca que sí
Al acabar nuestra primera partida, por el camino bueno, es decir, hecho el 2º bucle de juego, el juego no acaba ahí. Confieso que aún estoy explorando y terminando de completar ciertas submisiones que, aparentemente, siguen desbloqueando contenido y, seguramente, otras maneras de acabar el juego. Así que no os dejéis llevar por los créditos, cargad vuestra partida y explorar. También se desbloqueará el modo de «carrera de jefes», que es personalizable, y ofrece de nuevo los combates contra los jefes, de manera que se pueden practicar por si tienes pensado darle en la dificultad más dura, o simplemente hacer speedrun del juego.
Sinceramente, me ha sorprendido ver que sigue habiendo tantos elementos heredados de Gal*Gun, porque es precisamente todas estas cositas las que acaban haciendo que Gal Guardians: Demon Purge sea bastante buen juego y recomendable. Bueno, y que se merezca una edición física que llegará más adelante.
Píxeles, música y muy poco fanservice
Lo primero, aclarar que mientras que los dos Gal*Gun son títulos un poco subidos de tonos, de manera constante y directamente abiertos en este sentido, sin llegar al desnudo íntegro o actos sexuales, Gal Guardians: Demon Purge es bastante más serio. Mantiene el tono escolar, pero dejando de lado todo lo pervertido, exceptuando ligeramente el final y el post-game, siendo incluso bastante suave para lo que vimos con el poder Doki-Doki en Gal*Gun.
En lo visual, tenemos el pixel-art que tan bien le sienta a este tipo de juegos. En el caso de Gal Guardians: Demon Purge es un pixel art que cuenta con bastante buen nivel de detalle, mostrando unos escenarios bastante bonitos de ver. Aunque es cierto que los personajes, aunque diferenciables, no están excesivamente detallados, sí que encontramos algunos enemigos, como los jefes, bastante más trabajados. Por supuesto, contamos con un par de ilustraciones sobre los personajes, que es realmente el poco fanservice que podríamos decir que hay en el juego
La música también está bastante bien, ligeramente repetitiva en alguna ocasión, si la sesión de juego ha sido larga, de 2 a 3 horas, pero en general cumple. Y encima, por suerte, no he sufrido ningún tipo de fallo extraño, solo una vez que se me cerró el juego, pero solo esa, y hasta sospecho que fue por culpa de mi ordenador que ese día estaba rebelde.
Conclusiones de Gal Guardians: Demon Purge
Creo que independientemente de que hayas jugado a Gal*Gun, o no, Gal Guardians: Demon Purge me parece un juego notable. Obviamente, conocer ya a sus personajes y parte de la historia que hay detrás de todo, siempre suma puntos, como es mi caso. Sin intención de reinventar la rueda, utiliza muchas de las mecánicas y parte de lo jugable de juegos como el grandísimo Castlevania, modificando lo justo para ser más fluido y parecer más actual. Cuenta con bastante contenido y extenso, explotando mucho la rejugabilidad para desbloquear cositas nuevas, incluso terminado el juego. Lo mejor de todo, es que si estos juegos se te dan mal, tienes el modo casual, y si quieres un desafío, puedes jugarlo en Veterano, haciendo que cualquiera pueda disfrutar de su historia. Visualmente, es vistoso y detallado, la música como digo está bien, pero puede pecar de repetitivo, igual que los enemigos, que son básicamente variedad de los que se van viendo. Sin duda, recomendado al máximo.
Nota. 8.75/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Inti Creates.