16 de septiembre de 2024

Análisis Let’s School – PC

Nos ponemos al frente de una escuela y su gestión en Let’s School

En los últimos años, hemos visto cientos de juegos distintos del género de estrategia y gestión, que han ido desde lo más típico como Cities Skylines hasta otros más peculiares como Rimworld o el más reciente Cataclismo recién estrenado la semana pasada (y siendo producto español). Pero si nos centramos más en el componente de estudios, alumnos y profesores, solo podemos recordar algunos como Two Point Campus (cuyo centro es el humor) o Spellcaster University donde debíamos crear una escuela de magia. Y aquí es donde entra Let’s School, que se ha hecho su propio hueco de forma concisa, entretenida y ligeramente adorable.

Y encima, podremos tener nuestro propio gatete en la escuela (y algún que otro animal adorable, como los pandas), con su caseta, castillo de juegos y demás. El juego entra más en el apartado adorable y cozy que exigente y realista, y esto lo hace un juego genial para aquellos que buscan algo más tranquilo y agradable, visualmente, desenfadado y con cierto nivel de complejidad. Pero no os lio más, que las clases están a punto de empezar.

¡Oh no, exámenes!

Se que la mayoría pensamos que los exámenes son… un rollo. Nos llevan tiempo de preparación, corremos el riesgo de que no salga como esperábamos y suelen tener un impacto en algún avance en nuestra vida. Por suerte, los exámenes de Let’s School no nos supondrán una piedra en nuestro camino (aunque si en la de nuestros inquietos y juveniles alumnos), si bien serán el objetivo a cumplir para avanzar, ganarnos la confianza de la comunidad y obtener más y más alumnos.

Análisis
A medida que avancemos, todo será más y más complicado

El juego gira en torno a conseguir que los alumnos que aceptemos en nuestra escuela sean capaces de superar los exámenes, ir subiendo de curso y finalmente llegar a sus metas (que suelen requerir tener una preparación mínima para ello). Para ello, no solo tendremos que amueblar las cabezas de nuestros intrépidos y futuras generaciones de adultos, sino que los profesores deberán ser capaces de llegar a ellos. Para ello tendremos múltiples estadísticas y configuraciones a realizar durante el curso para que cumplamos nuestro objetivo.

Cada alumno puede tener malos hábitos con los que tendremos que lidiar

 

Los tiempos de los exámenes varían en función de la velocidad que hayamos elegido al configurar la partida. Por defecto lo pone cada semana, significando eso que, cada semana, subirán de curso y se cerrará un ciclo. Personalmente, prefiero ponerlo y dejarlo en dos semanas, teniendo así un poco más de control sobre las gestiones y construcción y algo de margen en caso de que algo no salga como queramos.

Los profesores y los trabajadores también pueden estudiar

Quizás no como los alumnos propiamente dichos, eso sí, pero deberán entrenar sus habilidades para poder enseñar mejor, investigar mejoras y nuevas construcciones, saber gestionar de una mejor forma los alumnos, etc. Para ello, podremos entrenarlos por un módico precio (y algo de tiempo) aumentando sus estadísticas en el campo seleccionado (si su habilidad para mejorar tiene aún margen disponible). Esto será vital, especialmente según avancemos en la partida y tengamos más alumnos, estos lleguen un poco más tarde o vayan subiendo de clase, necesitando así una mayor puntuación de cada una de las materias.

examenes

 

Let’s School nos permite organizarnos en gran medida como queramos, y si bien es un juego de carácter desenfadado y agradable, requerirá de una buena gestión para avanzar y poder cumplir nuestra meta, sea cual sea la que hayamos elegido (en mi caso ha sido la de cantidad de alumnos). Parte de nuestra forma de gestionar todo dependerá también de como queramos invertir en investigación, o cuanto queramos crecer en poco tiempo. ¿Jugar sobre seguro o arriesgarnos para conseguir algo más?

En Let’s School podremos personalizar a nuestro gusto

Una de las cosas que más me llamó la atención nada más empezar a jugarlo, fue que no solo podríamos crearnos a nuestro personaje principal (que haremos de Director en nuestro propio colegio y con el que podremos incluso movernos en tercera persona si queremos para ver y sentir como es caminar por nuestras instalaciones o usar ciertas objetos (puertas por ejemplo, sino poco vamos a poder ver), sino que podíamos decidir que uniforme tendrían nuestros alumnos, el logo de nuestra escuela, y una vez en la partida, incluso el logo y nombre de cada clase.

Let's School

Y por si fuera poco, en el modo Sandbox (que probamos para ver si había algo distinto además de la posibilidad de construir todo de golpe y el dinero infinito) vimos que podíamos usar de uniforme trajes de gato. Desde luego es simpático el juego, no puedo decirlo más veces, pero con estos detalles consigue sacar una pequeña sonrisa tanto por lo absurdo como por lo adorable. Cada cual que se cree su escuela como quiera, ¿no?

Quien no querría un uniforme así

Tendremos más de 50 salas diferentes a mezclar con 12 tipos de estructuras (desde madera y piedra, hasta más caras y sofisticadas con decoraciones), lo cual, junto a los distintos mapas disponibles (uno de ellos una montaña, que intuyo será bastante más complejo de gestionar) nos da muchísimas posibilidades para que cada partida sea distinta y la gestionemos de otra forma. Así que podemos marcar el check de rejugabilidad, y el de mods de la lista, haciendo de este juego uno de esos títulos que podría volverse indispensable.

Los alumnos y sus necesidades

Si el juego gira en torno a los exámenes (objetivo) y nuestros profesores son nuestras herramientas de trabajo principal… los alumnos son entonces esa materia prima que moldear y dar forma. Vale, quizás ha quedado demasiado bonito e inspiracional, especialmente cuando muchos de ellos tienen su propia personalidad, problemas (como estar enganchado a los videojuegos y traer consolas a clase, algo prohibido) y hacen amigos a su antojo, aunque esto no les lleve a nada bueno. Pero ahí es donde entra nuestra pequeña capacidad para gestionar todo.

Let's School

Podremos castigar a los alumnos (y confiscarle los objetos que no deban usar, como la consola), tendremos objetos para tapar algunas necesidades en momentos críticos, como bebidas si hay sed, o hielo si hace demasiado calor (en verano eso es una tortura, como ahora mismo sentimos algunos en Madrid) pero también podremos premiar e inspirar una vez se haya terminado los exámenes, dando una charla y eligiendo como encaminarla. Y saldrán de este discurso, si lo hemos hecho bien, casi a punto de transformarse en Super Saiyan y con ganas de comerse el mundo (visualmente, vaya).

Let's School
Podemos ver las pequeñas auras de poder descontrolado en nuestros alumnos tras nuestra charla

Además de los estudios debemos cuidar la temperatura, higiene, iluminación y la decoración de nuestra escuela (y las distintas instalaciones) para que se pueda disfrutar sin impedimentos o problemas. Podremos crear salas para descanso, para comer en los recreos o beber té, colocar numerosos objetos propios de cada sala (el aula, por ejemplo, debe tener los escritorios y la mesa del profesor, pero podemos añadir luces, ventanas, decoraciones, etc). Si habéis jugado a Two Point Hospital, os sonará el tipo de construcción y opciones en las salas.

Conclusiones

Tanto si te gustan los juegos de gestión más hardcore, como si buscas algo con un tono más agradable, Let’s School es un juego de estrategia y gestión bastante completo y divertido que nos entretendrá durante muchas horas, ya que se encuentra en ese terreno intermedio capaz de contentar a ambos grupos de jugadores. En lo personal, disfruto mucho de un juego de este estilo de vez en cuando, para separarme de tanta violencia o crudeza que solemos experimentar a menudo.

Nota: 8.5/10

*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Renaissance PR.

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