16 de septiembre de 2024
Songs of Steel: Hispania

Análisis Songs of Steel: Hispania – PC

Songs of Steel: Hispania – La ambición de Roma, la bravura de Iberia

No son comunes los juegos basados en la historia de nuestro país, y lo son aún menos aquellos basados en una época tan fascinante como es la conquista romana de Hispania. Es por ello que resulta una refrescante sorpresa el título que analizamos hoy, Songs of Steel: Hispania. Creado por el estudio español (como no) Meteorbyte Studios, y en cierto modo remake de su anterior título Numantia, este es un juego de estrategia táctica por turnos con elementos de visual novel ambientada en la susodicha época, y que nos permite participar en la contienda desde el punto de vista tanto de los romanos como de los celtíberos. Vamos, pues, a analizarlo a fondo.

Érase una vez, en las orillas del Duero…

Antes de empezar con el juego en sí, es importante mencionar el contexto histórico en el que tiene lugar. Nos encontramos en el año 153 a.C., año en el que comenzará la última de las guerras celtíberas, la guerra numantina. Esta rebelión de las tribus celtíberas contra el poder de Roma, durará 20 años y acabará, como todos bien sabemos, con el asedio y destrucción de la ciudad de Numancia a manos de Escipión Emiliano. Toda la acción tiene lugar en el norte de la península, desde la actual Palencia hasta Tarragona.

Casi todos los personajes que encontraremos en Songs of Steel: Hispania, están basados en personas históricas. Así, en el lado romano nos encontraremos con los incompetentes cónsules Fulvio Nobilio y Hostilio Mancino, hasta el propio Escipión Emiliano. Y por el lado celtíbero, estarán presentes los líderes de los arévacos, Ambón y Leucón, y el líder de los belos de Segeda, Caro.

La precisión historiográfica se encuentra extremadamente presente en este título, no solo en los personajes si no en cultura y sociedad. Armas, ropas, y costumbres varias tanto de un bando como del otro se encuentran perfectamente reflejadas. Eso ayuda enormemente a la inmersión histórica, e incluso resulta didáctico para aquellos que no se han sumergido previamente en el tema.

Con gladio y falcata, escudo y honda

Este es un título estrictamente para un jugador, y dispondremos de dos campañas; una romana, y una celtíbera. Ambas se encuentran divididas en diez capítulos, y dependiendo de la dificultad que escojamos nos podrán durar entre seis y diez horas cada una. Hay tres modos de dificultad, siendo el más difícil el recomendado por el desarrollador. Para aquellos con experiencia en los juegos de táctica, no será una experiencia excesivamente difícil, aunque aquellos que comiencen con el género quizás deberían escoger una de las otras dos dificultades.

Songs of Steel: Hispania se puede dividir en tres estilos jugables distintos: el mapa de campaña, las batallas tácticas, y las escenas de la historia. Por un lado, dispondremos de un mapa de campaña donde podremos elegir la próxima misión a realizar. En ocasiones, tendremos misiones y escenas opcionales, que podremos completar para conseguir recursos y beneficios. Son dos los recursos, suministros y honor. Ambos se usan para obtener nuevas unidades y equipo, aunque el honor es mucho más escaso y solo se usa para obtener las unidades y equipo más avanzadas. Los suministros, de mientras, nos sirven también para curar aquellas unidades que hayan acabado maltrechas durante uno de los combates.

Dispondremos de una base principal, en la cual podremos comprar equipo y contratar y mejorar unidades. Nos encontramos con un sistema de experiencia bastante básico; nuestras unidades podrán subir hasta cuatro niveles, obteniendo habilidades y mejores estadísticas en cada uno de ellos. En algunos niveles nos dejarán elegir entre dos habilidades, pero en general es un sistema simple y lineal.. El sistema de equipo es igualmente básico, solo tres piezas por unidad (arma, escudo y accesorio). Y no todas las piezas están disponibles para todas las unidades; por ejemplo, no puedes darle ningún tipo de escudo a los honderos, y la mayoría de unidades especiales no pueden equiparse con nada. Se hubiesen agradecido más posibilidades de personalizar nuestras unidades, lo cual hubiera aumentado la rejugabilidad del título el cual de por si es bastante lineal a pesar de la existencia de eventos y misiones opcionales.

Supra Terra Hispaniorum, Volat Aquila Legionum

Una historia olvidada, pero no perdida

La historia de Songs of Steel: Hispania se nos transmite a través de escenas similares de estilo visual novel, y cinemáticas estilo comic. Estas últimas, que tendrán lugar al comienzo de ciertos capítulos, estarán perfectamente narradas por el ilustre Juan Carlos Gustems, actor de doblaje de largo recorrido profesional. Las escenas narrativas las encontraremos tanto como eventos opcionales como obligatorios, y tendrá forma de diálogo entre los personajes. Alguno de estos eventos nos obligarán a tomar una decisión, cuyas consecuencias se trasladarán a la campaña. Desde la obtención de honor a la pérdida de iniciativa, pasando por la posible baja de alguna de nuestras unidades. Muy rara vez existe una opción claramente positiva, en la gran mayoría de ocasiones las decisiones son compromisos con sus pros y sus contras.

La campaña romana nos pondrá en la piel de tres soldados romanos, amigos desde la infancia pero de personalidades dispares, cuya amistad se verá desafiada por las miserias de 20 años seguidos de guerra en una tierra hostil y bajo el mando de cónsules más interesados en el rédito político y su imagen a ojos del Senado que en el bienestar de sus hombres. Mientras, la campaña celtíbera se centrará en los anteriormente mencionados líderes de los arévacos, sumándose el hijo y la viuda de Caro. A pesar de tener un enemigo común en la forma de Roma, cada tribu y ciudad tiene sus propios intereses, y mientras unos están dispuestos a arriesgarlo todo para obtener venganza por los seres queridos caídos en combate, otros están más dispuestos a negociar con los romanos, incluso planteándose la rendición si con ello consiguen la salvación de sus gentes, e inevitablemente se producirán conflictos entre ellos.

Esclavos de la ambición de imperios

Resistiendo ahora y siempre al invasor

Las batallas en sí siguen un formato clásico ya visto con anterioridad, y que por tanto guarda pocas sorpresas para aquellos ya duchos en el género de la estrategia táctica por turnos. Tienen lugar en un mapa dividido en casillas hexagonales, teniendo cada unidades dos acciones disponibles. Podremos movernos y atacar, o movernos dos veces en un turno. Muy similar al sistema usado en XCOM. Una de las novedades que trae este título, es el sistema de grupos de combate. Antes del combate habremos de dividir nuestras unidades entre grupos, cada uno liderado por un héroe. Las unidades de estos grupos comparten turno e iniciativa, y por tanto un grupo con poca iniciativa tendrá su turno más tarde. A más unidades en un grupo, menos iniciativa, lo cual nos lleva a decidir qué unidades ponemos en qué grupos. Es un sistema interesante, que da mayor profundidad a las batallas al no poder controlar todas nuestras unidades a la vez en un turno.

Cada batalla tendrá una serie de objetivos a cumplir, tales como eliminar tal número de enemigos, sobrevivir hasta tal turno, o evitar perder tal número de unidades. Estos objetivos no son fijos, y pueden cambiar en mitad de la batalla. Puede ocurrir un evento concreto que te obligue a retirarte de la batalla, en cuyo caso aparecerá como objetivo el llevar tal número de unidades al borde del mapa. Es por ello que es importante  estar preparado para cualquier eventualidad, y llevar un ejército equilibrado. Nunca se sabe si el enemigo trae refuerzos.

Los elementos típicos del género hacen acto de presencia en Songs of Steel: Hispania, como los efectos terrenales o el flanqueo de unidades. Así, nuestras unidades harán más daño y tendrán más defensa si se encuentran a mayor altitud, y viceversa en el caso de unidades en terreno vulnerable como en riachuelos. Una unidad recibirá mayor cantidad de daño si se encuentra rodeada de enemigos, y ciertas unidades reciben defensa extra si tienen aliados al lado. Podremos fortificar nuestras unidades si sacrificamos la segunda acción.

Existe también un sistema de moral; todas las unidades reciben daño de moral en cada ataque independientemente de su defensa, y a menos moral peores serán sus estadísticas. Si su moral llega a cero, la unidad romperá filas y huirá del combate. Este sistema obliga a una jugabilidad agresiva, ya que por mucha defensa que tengas no te puedes permitir estar a la defensiva durante toda la batalla. Los héroes, eso si, son inmunes al daño de moral. ¡No serían héroes si no lo fueran!

Cada unidad dispone de habilidades pasivas que se activan según ciertas condiciones. Así, los hastati romanos reciben bonificaciones al ataque cuando reciben daño, mientras que los devotos celtíberos no sufren contraataques si se han movido durante ese turno. Las habilidades de los héroes, obviamente, son las más poderosas, y es imperativo hacer buen uso de ellas para obtener la victoria.

Hermanos han caído, su mirada, un último suspiro

Una pintoresca guerra

En el apartado técnico, tenemos una de cal y otra de arena. Por un lado, hay que recalcar la calidad y variedad de las ilustraciones del juego. Tanto de las cinemáticas, como las escenas narrativas o los perfiles de unidad, dichas ilustraciones dan personalidad a Songs of Steel: Hispania. Las animaciones son simples, pero efectivas, y acompañan a la perfección la historia que nos transmiten. En cambio, los gráficos son posiblemente el aspecto más endeble del juego. Para empezar no disponemos prácticamente de opciones gráficas, únicamente un selector de resolución, y casillas para activar la pantalla completa, pantalla sin bordes y Vsync. Nada más.

El mapa de campaña está sumamente logrado, pero en las batallas se nota el bajo presupuesto del título. Tanto los escenarios como las unidades están pobremente realizadas, dejando claro que los gráficos no eran prioritarios. Las animaciones son mediocres, aunque al menos podremos ver el equipo que hayamos aplicado a nuestras unidades. Como contrapunto, la interfaz es clara, limpia y ordenada, y no tendremos que luchar contra ella mientras jugamos.

La banda sonora es una mezcla entre la típica música épica que encontramos en títulos ambientados en la época romana, con música folk celta que nos sumerge en ese tiempo y lugar concretos. No es una música reconstruccionista como encontraríamos en títulos como Europa Barbarorum, pero tampoco le hace falta serlo. Los efectos sonoros como las exclamaciones de las unidades y los sonidos de batalla son aceptables, sin ser excepcionales. No habrá más doblaje que el del narrador, aunque tampoco podemos pedir un doblaje completo a un título de este calibre.

Numancia, indómito castro inmortal

La historia no siempre la escriben los vencedores

Una cosa queda clara desde el la primera vez que uno abre Songs of Steel: Hispania; a los desarrolladores no les gustan los romanos. Y no es solo por la temática de la historia, que deja a los romanos como sanguinarios conquistadores y a los celtíberos como víctimas inocentes que solo quieren vivir en paz en sus tierras. Y tampoco es por como están representados los personajes, siendo la mayoría de oficiales romanos unos incompetentes, unos psicópatas, o ambos a la vez, mientras que los celtíberos son gentes de honor cuyas acciones, buenas o malas, están dictaminadas por su preocupación por sus gentes.

Es que ese favoritismo se ve reflejado en la propia jugabilidad. No vamos a mentir, las unidades celtíberas son claramente mejores comparadas a las de los romanos. Sus habilidades son mejores y tienen mejor sinergia entre ellas, y en algunos casos las unidades equiparables directamente tienen mejores estadísticas las del lado celtíbero. Los honderos celtíberos dan sopas con… hondas a los vélites romanos. El caso más sangrante se encuentra en las unidades únicas: el portaestandarte romano es de muy dudosa utilidad, siendo una unidad extremadamente débil cuya habilidad consiste en recuperar la moral de las unidades de su grupo de combate. No, no te permite recuperar la moral tus unidades que pertenezcan a otro grupo, si ese fuera el caso entonces la unidad podría servir para algo.

En cambio, los druidas celtíberos disponen de un sistema jugable propio en el que puedes componer canciones a través de varios versos, los cuales da distintos efectos a tus unidades, desde curación a bonificación de ataque. No es ya que sean útiles, es que directamente son imprescindibles por la cantidad de bonificaciones que dan a tus unidades. Sumado todo esto, hace que la campaña celtíbera sea bastante más fácil que la romana. Uno se pregunta como pudieron perder la guerra, teniendo tantas ventajas…

Augurio de cuerpos sin vida

Conclusiones

Songs of Steel: Hispania no viene a revolucionar el género, ni siquiera viene a perfeccionarlo. Hay opciones más pulidas y logradas si eso es lo que buscamos. Pero lo que hace, lo hace bien, y lo hace de tal manera que no nos impide disfrutar de la historia y ambientación del juego, sus puntos más fuertes con diferencia. La factura técnica no está a la altura, pero teniendo en cuenta que el equipo de desarrollo está compuesto por dos personas, poco más se puede pedir. Viendo al precio al que se encuentra, consideramos que es un imprescindible para aquellos fans del género, y aquellos con interés por la historia.

Nota: 8.5/10

*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Make Good Art Agency.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *