12 de noviembre de 2024
Rugrats: Adventures in Gameland

Análisis Rugrats: Adventures in Gameland – PC

Los bebés más molones regresan con todo

Una de las series de animación más divertidas a la par que entrañable y también de las más longevas en la historia de la televisión es la que ha inspirado Rugrats: Adventures in Gameland, basándose en su totalidad en el universo de los pequeños Tommy Pickles, Chuckie Finster, además de los gemelos (o mellizos, que nunca queda claro) Phil y Lil DeVille.

La serie conocida en España como Rugrats, aventuras en pañales duró más de una década y hace unos años estos gamberretes volvían a la carga con una serie adaptada a los tiempos que corren, pasando de una animación tradicional al más actual CGI que no fue bien recibida del todo, es por ello que quizás en The Mix Games hayan tomado la decisión de mantener la estética tanto en personajes como en escenarios de la serie clásica, logrando mantener toda su esencia.

Pero no solo han buscado una experiencia clásica a nivel visual respecto a la serie, sino que han añadido la opción al título de poder jugarlo visualmente como si de un videojuego de la consola NES se tratase, pudiendo también cambiar la banda sonora con instrumentos reales, a poder escucharla en chiptune.

Denominado como juego neo-retro, este plataformas se puede jugar de forma individual o en cooperativo, aumentando así la diversión y las posibilidades de juego, pero antes de profundizar más en la jugabilidad, la premisa de Rugrats: Adventures in Gameland.

Rugrats: Adventures in Gameland

La vida es un juego y hay que jugarla

Al menos eso es lo que piensan en tan tierna edad nuestros queridos protagonistas tras ver el anuncio del nuevo videojuego de Reptar, el cual les hace alucinar aún más que el viaje que hicieron en el Reptar Car o el bote pirata de Reptar.

Cómo son demasiado pequeños para poder comprarlo, hacen uso del poder de la imaginación para convertir su vida y día a día en un videojuego que les llevará por seis distintas ubicaciones dentro y alrededor de la casa de Tommy Pickles, donde nuestra principal misión es recoger todas las monedas Reptar que nos permitirán acceder a una puerta secreta que nos llevará a… mejor no os hago spoilers, que luego os ponéis en plan Angélica conmigo.

Lo que si se van a encontrar en cada nivel y esto lo puedo contar sin que nadie se pille una pataleta como si le hubiesen quitado el chupete, es que nuestros peques se encontrarán con personajes muy conocidos por ellos y también por aquellos que se han visto la serie, empezando por los familiares de cada bebé, alguna que otra mascota y como no, otro tipo de personajes menos amistosos y amorosos.

En cada recorrido tendremos que ir sorteando a los distintos enemigos que buscarán complicarnos las cosas y evitar de esta forma que logremos llegar a los enemigos de final de nivel o conseguir las citadas monedas Reptar y así poder completar el nivel.

Rugrats: Adventures in Gameland

Diversión por partida doble

Pensado más como un juego cooperativo que de modo para un solo jugador, Rugrats: Adventures in Gameland cambia sutilmente su tipo de jugabilidad si afrontamos solo o en compañía esta aventura en pañales.

Mientras que en el modo de un solo jugador podemos seleccionar e intercambiar en todo momento entre los cuatro bebés y tenemos que buscarnos la vida un poco aprovechando sus distintas características y habilidades para sortear ciertos obstáculos, además de poder aprovechar el entorno para llegar a ciertas zonas o acceder a otras con el destornillador de Tommy, e incluso usar como proyectil a los enemigos que hayamos aturdido, es en el modo cooperativo donde la colaboración entre los bebés/jugadores es indispensable.

Esto se nota sobre todo a la hora de perder puntos de salud en nuestros personajes, que si bien podemos intercambiar por cualquiera de los otros disponibles con mejor salud (con forma de biberón), en el caso de un jugador si perdemos todos los puntos de vida, tocará reiniciar de nuevo la partida desde un punto en cuestión, mientras que si son dos los jugadores en acción y uno pierde todos los puntos de vida, puede darle el biberón a su compañero y hacer que continúe la aventura.

También hay otros factores jugables donde el cooperativo es un gran aliciente y más divertido, pero eso no quita que el modo individual también lo sea y uno pueda montarse sus propias películas mientras va intercambiando entre los personajes.

La gran pega del modo cooperativo es que es a la vieja usanza, en modo local, y como no dispongas de alguien a mano en el momento adecuado, olvídate de pasarlo como un enano, porque la versión Steam de Rugrats: Adventures in Gameland tampoco incluye Remote Play Together para poder jugar con otra persona. Menos mal que existe Parsec.

Rugrats: Adventures in Gameland

Apartado técnico

Podría decirse que Rugrats: Adventures in Gameland es un episodio perdido de la serie original, dado que incluye varias cinemáticas que parecen sacada de esta y como no, todo el juego en sí en el modo HD, es como estar inmerso en un capítulo o varios de los Rugrats. Además, esta opción de visualización permite hacer o quitar zoom a la pantalla, para de esta forma ver mucho mejor el trabajo a nivel artístico que se ha hecho con el título, siendo sobresaliente en los personajes y muy fiel en todos los demás aspectos.

Por su parte, la versión 8 bits, es como un juego de los Rugrats hubiera existido realmente en los años noventa en la NES, respetando totalmente el diseño original de los personajes y escenarios, pero readaptándolos de una forma increíble a como se verían en dicha consola y os juro que por momentos me hace creer que realmente es la rom de un juego perdido durante años.

La comparativa entre ambos modos en los distintos escenarios es inevitable y sinceramente ninguno de ellos desmerece al otro, son totalmente compatibles y como si de un remake y su versión original se tratase, merece la pena jugar completamente Rugrats: Adventures in Gameland tanto en un modo como en otro.

Además, la banda sonora, que incluye el tema original de la serie entre los temas, tiene su versión instrumental y también en modo chiptune, para poder seleccionar entre una y otra respectivamente, dando igual cuál sea el modo gráfico que estemos utilizando.

Lamentablemente, el juego no viene traducido al español, aunque en su simpleza de textos tampoco es que nadie a estas alturas se vaya a perder con los diálogos, que esto no es Baldur’s Gate 3, pero hubiera estado bien una traducción a nuestro idioma.

Conclusiones de Rugrats: Adventures in Gameland

Dos juegos en uno con modo para un jugador y también cooperativo, que resulta tan divertido y bueno como breve, aunque siempre podemos pasarnos varias veces el juego en sus tres distintas dificultades y cambiando de modos gráficos para que así dure más.

De Igual forma, es altamente disfrutable, mejor con amigos y si es alguien que conozca la serie y con ello se genere una conversación amena sobre los episodios y recordando ciertos momentos, mucho mejor, porque de eso trata realmente Rugrats: Adventures in Gameland, de traernos de regreso la nostalgia con unos grandes personajes que se contentaban con poco y para ellos la vida era tan complicada como querían verla.

Nota: 6.5/10

*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Stride PR.

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Joshkerr

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