Monster Hunter es una de mis franquicias favoritas de Capcom, y sé que cada día, la de más gente. Muchos de nosotros llevamos esperando Monster Hunter Wilds desde que supimos de su existencia como casi un motivo para continuar vivos. En todos nosotros se nos generó una necesidad de probar esta nueva entrega tras el excelente trabajo realizado en Monster Hunter World: Iceborne, que dejó el listón muy por lo alto, aunque también con Monster Hunter Rise: Sunbreak, que aunque menos «mainstream», también fue muy buena entrega. Debo decir que he tenido la suerte de jugar Monster Hunter Wilds con bastante antelación, algo que casi ha sido como un sueño hecho realidad en este «trabajo», y vengo a contaros en este análisis lo que se me permite, pero también mi experiencia con esta nueva entrega que, aviso, cambia bastante, e intentando no destruir ninguna experiencia, así que mencionaré pocas cosas en detalle.
Una franquicia cada vez con más historia
Monster Hunter siempre ha sido una franquicia que ha tenido su historia, sí, aunque prácticamente sin excesiva profundidad y casi siempre todo ha sido muy enfocado a: monstruos malos, mátalos. Insisto en que si los jugadores querían, podían descubrir cosas del mundo y de los monstruos, pero creo que nunca ha estado tan implícito como ya nos pasó con Monster Hunter World. Esta entrega llegó con una historia que le daba más importancia al funcionamiento de los ecosistemas de monstruos, interacción entre ellos y cómo los cazadores también son entidades regulatorias de estos, manteniendo el equilibrio cuando hay anomalías. Y de hecho, Monster Hunter Rise, especialmente Sunbreak, también cuenta con muy buena carga de historia.
Monster Hunter Wilds recoge estos últimos títulos para traernos una historia todavía más profunda, con su parte de narrativa, y en la cual nos inmiscuiremos mediante el Gremio. Como un poco de contexto, durante una de las exploraciones por «Las tierras prohibidas», lugar en el que no debería haber prácticamente nadie, se encuentran a un muchacho, Nata, que les cuenta que él viene de una aldea de gente a la que llaman «Los Vigilantes», y que una bestia misteriosa atacó su aldea. ¿Y qué va a hacer el gremio? Iniciar una expedición para encontrar a «Los Vigilantes» y el monstruo que atacó la aldea, porque todo debe quedar registrado.
Como no quiero entrar en contaros la historia al completo, porque ocurren bastantes cosas que yo considero, como mínimo, interesantes y relevantes para la franquicia, sí quiero comentar algo aparte. Creo que es una de las primeras veces que Monster Hunter se toma en serio el poner al jugador y los personajes en el centro de su mundo. Ya no es que finalmente nuestro cazador sea partícipe en los diálogos, es que somos realmente el «único cazador» que hay junto a Olivia, todo depende de nuestro trabajo en estas tierras. Esta vez SÍ somos la pieza clave en este ecosistema, y de nosotros dependerá realmente ayudarlo y equilibrarlo, no solo estudiarlo y aprovecharnos de los monstruos.
Junto a esto, se viene una muy buena carga de conversaciones opcionales y comentarios cuando estamos por los campamentos, que hacen que el juego sea más… humano. De hecho, la historia al completo, aparte de tratar obviamente sobre monstruos, también se centra en un enfoque más humano con el resto de elementos, ayudando a las desconocidas aldeas que hay en las tierras prohibidas a solucionar los problemas que tienen. Quizás soy yo, que me hago mayor y ya busco otras cosas también en videojuegos, pero esa conexión del cazador con jugador, y posteriormente con el resto de NPCs del juego, no la había yo visto tan bien en Monster Hunter como en este título.
Eso sí, no quiero cortarle el rollo a los que se piensan que quizás «hay demasiada historia» o algo similar. El juego ha conseguido implementar exitosamente una historia decente para su mundo, con buena construcción, ambientación y contexto, pero no olvida que sigue siendo un Monster Hunter, con énfasis en Hunter. Desde el arranque del juego hasta los créditos, diría que juega con muy buen ritmo y muy pocas interrupciones, incluso el juego te teletransporta en las misiones principales de vuelta al campamento y lo que haga falta para que tú, cazador, te centres en cazar. De hecho, esto es tal, que no he parado ni siquiera a farmear porque ya me estaban metiendo un nuevo monstruo nada más acabar otro. Esto, por su otro lado, lleva al punto de que la historia principal la puedes completar entre unas 15-16 h, más todo lo que quieras dedicar al contenido poscréditos, que ya sabéis, como es costumbre, hay un poco más de historia y desafío con el rango alto.
Un juego con mucha calidad de vida
Bueno, vamos a hablar un poco de las diferentes mejoras jugables que trae Monster Hunter Wilds, porque hay novedades varias, y también se han simplificado muchos elementos. Hay un poquito de todo de manera general, casi apuntando a una simplificación hecha puramente para que los jugadores, tanto nuevos como veteranos, simplemente entren al juego a divertirse, ya sea solo o con amigos.
Comenzando por el primero, esta vez el juego no cuenta con ningún tipo de aldea principal, como podían ser Astera o Seliana en World. Wilds es justo lo que imaginé en su día, un juego de mundo abierto con pequeñas aldeas y campamentos en los que parar a descansar, con un viaje interconectado entre los diferentes biomas, y con viaje rápido entre campamentos y aldeas en todo momento, que al final es lo que haremos. En cada campamento, tendremos a mano lo esencial: baúl, encargada de misiones, herrería y llegado cierto punto, intercambio de objetos. Aun así, hay cosas que solo se pueden hacer en las aldeas grandes, pero son cosas muy puntuales.
Otro gran cambio que ha sufrido el juego son las misiones, como funcionan y se aceptan. Aunque existe Alma, la encargada de las misiones, todo está mucho más integrado en el propio mundo. Si lo que te apetece es ir simplemente a cazar, algo que realizarás mucho acabado el juego, puedes abrir el mapa y revisar que monstruos hay en cada bioma y los cambios que tendrá este, porque otra gran novedad son estos biomas cambiantes por «estaciones». Por otro lado, esto no quita que puedas seguir aceptando misiones secundarias, de evento (aunque durante este acceso anticipado no hay), o unirte a las de otras cazadores cuando estés jugando online, algo que, sinceramente, recomiendo muchísimo.
Además, es que puedes incluso ver las recompensas que te otorgará iniciar la cacería de ese monstruo, de manera que farmear es bastante más sencillo, la verdad, aunque las misiones secundarias también son una buena opción directamente. Y bueno, puedes guardar la cacería como una investigación de campo para hacerla más tarde, así que es todavía mejor opción.
El resto de mejoras, podemos decir que son un poco más generales. Por ejemplo, que el Felyne usa todas las herramientas sin necesidad de equiparlas/cambiarlas y es algo más listo, creo que hay menos objetos inútiles, se recolecta más rápido y desde el Seikret con el gancho según que objetos, incluso se activan elementos del mapa como los sapos, mucha más personalización jugable en cuanto a atajos, y ese tipo de cosillas que al final se notan cuando llevas unas cuantas horas y ves que todo es más rápido y con menos trámites. De hecho cosméticamente están las armaduras femeninas y masculinas sin bloqueo de género, colores por todas partes, incluso personalizar al Seikret, más todo lo que se incluye en la creación de personajes, que ya sabemos, es maravilloso.
Es más, hasta podemos usar la vida endémica de cada bioma para ahorrarnos, hacer bebidas frías/calientes, ganar resistencia e incluso salud… Si es que por meter cositas, han metido una absurdísima cantidad de personalización hasta de elementos de interfaz y ajustes de controles, para que cada uno juegue a su gusto o se lo apañe en caso de necesidad… Hasta puedes pausar la partida, que no veas como me hacía falta esta función, y de paso aprovechar para sacar algunas fotos.
Y bueno, algo que también abundan en Monster Hunter Wilds son los tutoriales. Al inicio podemos optar porque se nos muestren todos, incluso en repetidas ocasiones, y es que es quizás el juego más amigable, en más de un sentido, para nuevos jugadores. Si World ya catapultó la franquicia al mainstream, estoy más que seguro que Wilds va a potenciarlo como un fenómeno internacional y no tan de «nicho» como fue durante muchos años.
Una jugabilidad superior y depurada
Veréis, soy de los que cogió la franquicia en su lanzamiento en la época de PlayStation 2, y fue muy doloroso acostumbrarse a esa jugabilidad. Con el paso del tiempo, se ha ido depurando cada vez más, y en World ya tuvimos una jugabilidad excelente que respetaba mucho los orígenes, más enfocado a la espera y ataque, que a destrozar a los monstruos a palos. Por supuesto, ambas opciones son viables, y en Iceborne ganamos mucho también con la garra. Sin embargo, todo esto fue un pasito más hacia la locura jugable que, por ejemplo, nos mostró Monster Hunter Rise con los cordópteros, ya que permitían una movilidad bestial y nuevos movimientos en las armas.
Monster Hunter Wilds ha decidido seguir más en la línea de la movilidad y fluidez, y se le nota desde lejos. Aparte del hecho de añadir la montura (Seikret) y el poder cambiar entre dos armas en el combate, es el cómo se manejan los 14 tipos de armas y los cambios que han tenido algunas de ellas, como el arco, que ahora tienes viales infinitos. Debo decir, que no he probado todas, hay algunas que nunca me llamaron la atención, pero es que todos los nuevos movimientos y acciones están hechos para que el cazador sea efectivo. Según el tipo de arma que andemos manejando, tenemos a nuestra disposición un ataque capaz de desviar los golpes enemigos y contraatacar, al más puro estilo «parry» de juegos modernos, y otros más defensivos e incluso algunos de carácter evasivos, como los del arco.
A esto se le suma el modo preciso, en el que podemos orientar los ataques de las armas hacia donde queramos con muchísima gracia y facilidad, lo que convierte armas que antes requerían de un esfuerzo extra de precisión, en máquinas de matar. Pero es que eso no es todo, ahora los monstruos pueden ser heridos, lo que aumentará el daño a esa zona, permitirá que se rompa, y podemos hacerles un ataque especial que debilitará por completo al monstruo, exponiéndolo a una alta cantidad de ataques por tu parte. Luego tenemos cosas que se mantienen, como son las municiones de la eslinga para generar efectos en los bichos y causarles daños extras. De hecho, ahora que menciono efectos, he notado que los estados alterados tienen un poco más de potencia, como que los han mejorado y son algo más útiles todavía.
Si alguien tenía dudas sobre la franquicia hasta la fecha, por el tema del combate, creo que aquí van a encontrar el punto que les hacía falta. Yo mismo he quedado sorprendido de lo fluido, rápido y eficaz que puede llegar a sentirse el uso de algunas armas, incluso las pesadas. De incluso, como, las nuevas mecánicas refuerzan tener una jugabilidad «más realista» en términos de Monster Hunter, y potenciar la palabra cazador desde la primera hasta la última letra.
Monstruos clásicos con bastantes novedades
Sé que este apartado es uno que suele preocupar bastante a cualquier jugador de Monster Hunter, bien sea porque les encanta la variedad de armaduras y armas, como la de monstruos, o simplemente pensar la cantidad de bichos que podrán matar en Monster Hunter Wilds. A la hora de escribir este apartado en cuestión, llevo 40 horas de juego, con la historia principal terminada, incluidas las misiones de rango alto, es decir, debería haber visto ya el 100% de los monstruos.
Muchos de los monstruos ya los conocéis gracias a los tráileres y betas, como son el propio Arkveld, Rey Dau, Uth Duna o Nu Udra, e incluso se han dejado ver algunos monstruos de los que regresan en esta entrega. Revisando mi bestiario de bolsillo, el juego cuenta con la friolera de 29 monstruos de salida, que realmente no son pocos, aunque quizás el problema está en que el desarrollo de la historia es tan seguido y con tanta novedad, que incluso olvidas los anteriores. A esto, podríamos sumarle los monstruos pequeños y fauna de cada bioma. Sin embargo, yo he tenido un problema, un poco personal, y es que hay muchos nuevos los cuales no puedo comentar, que me encantan en cuanto a diseño y combates, pero no he terminado de conectar con ellos tanto.
Posiblemente, esto es algo relacionado a cómo se desarrolla la historia, que como ya comentaba, se centra casi bastante más en las personas que los monstruos. Por ejemplo, creo que aunque pasen los años, nunca voy a olvidar a Nergigante y Xeno’jiiva, por comparar juegos sin expansiones. Sin embargo, aquí no he conseguido encontrar ese monstruo que diga: «Buah tremendo». Y ojo, porque a nivel visual los nuevos monstruos me gustan mucho, y hay un par de monstruos con combates muy chulos, pero no he encontrado esa… ¿epicidad? Eso sí, algo para lo que los jugadores van a tener que prepararse es para muchas peleas a dos bandas y, en ocasiones, con monstruos pequeños acosando.
Quizás también ha habido problemas por un tema de… dificultad. Pero bueno, es que no quiero entrar en terreno pantanoso y se me escape algún dato relevante, solo quiero informaros de que monstruos hay bastantes realmente, y añadir por aquí que cada bioma tiene los suyos propios, como es de esperar.
Un endgame de puro grindeo
Dentro de esa sección en la que os hablo de los monstruos, os voy a colar un poco de texto sobre el contenido final del juego, puesto que la propia Capcom ha mostrado recientemente parte de este contenido. Ya sabéis que como es costumbre, al acabar la campaña principal y meternos en el rango alto, comienzan a aparecer nuevas variantes de enemigos y nuevo equipamiento. Monster Hunter Wilds tiene un poquito de todo, y sin entrar en muchos detalles os voy a comentar a lo que os dedicaréis cuando «no tengáis nada más que hacer».
Lo primero de todo y más importante, es que según progresemos en rango alto, algo que no sorprenderá a nadie, será ver las ya conocidas decoraciones, que otorgan beneficios extras al equipamiento. En sí no es una novedad, porque esto es algo que ya hemos visto en las anteriores entregas, pero sí puedo confirmaros que es algo mucho más fácil de conseguir en cantidades gracias a las misiones constantes y algunas un poco más… especiales que ya veréis.
Por otro lado, en esta entrega regresan varios tipos de monstruos potenciados, por un lado tenemos los curtidos, que ya sabéis que son variantes más difíciles de los monstruos, y con mejores recompensas. Y otra variante más son las coléricas, que los veteranos bien saben ya lo que se van a encontrar con estas. Sin embargo, el grindeo final de monstruos, no acaba en solo estas variantes y decoraciones, también existen las armas «Artianas», que podremos fabricar y mejorar a base de materiales especiales. Con esto en mano, al final las horas de juego extras se alargan bastante, y alguna cosita más que sí que no voy a mencionar, pero que sí os darán buenos desafíos… y recompensas.
Una entrega, en general, accesible
No voy a exagerar si os digo que las +40 horas que llevo de juego, habré muerto como muy a lo mucho, un total de 10 veces, y me he enfrentado a cosas terribles, monstruos capaces de arrasar con un bioma por delante. Bueno, igual no tanto, pero sí que he enfrentado prácticamente todas las dificultades disponibles durante esta fase de acceso anticipado, que es el juego completo. Podría decirse que tengo experiencia en la franquicia, sí, pero nunca me he considerado un buen jugador de ella. Soy muy burro, tomo pociones de más, olvido comer (algo importantísimo aquí) y me encanta comer golpes porque esquivo hacia dentro de estos. Vamos, que mi estilo de juego es curarme y golpear constante.
Durante gran parte del juego, llegué a pensar que quizás era el hecho de usar el arco, que me estaba facilitando la aventura, pero al llegar a rango alto, donde sí me he parado a usar más armas, la diferencia ha sido… nula. Es más incluso he ganado tiempo usando las espadas dobles o la hacha espada, que son mis armas principales de Monster Hunter. Creo que, con todas las nuevas mecánicas, aprovechamiento del entorno y el felyne usando todo tipo de herramientas, enfrentar a los monstruos es más fácil que nunca, para cualquier tipo de jugador. Por ponernos en situación, soy de los que se atascó con el Barioth en Iceborne, y estoy haciendo estas declaraciones, aquí no existe ese «skill check», se viene a disfrutar.
La cosa es que no sé si tomármelo como algo bueno, o malo. Por un lado me encantan los desafíos, me gustan las peleas largas y tensas, pero confieso que, por otra parte, me ha venido de perlas ahora que cada vez se me echan más encima las responsabilidades familiares y personales. Y es que es más, al tirar la bengala de auxilio, puedes hacer que vengan NPCs a ayudarte (no lo he tenido que usar), como si fuera el multijugador, aunque puedes modificar su comportamiento, al igual que puedes llevar o no al Felyne. Llevo con este reconcome desde que tengo el juego, y solo puedo llegar a la conclusión de que, efectivamente más jugadores podrán disfrutar del título, pero que los más veteranos, disfrutaremos más con amigos que en solitario debido a este punto.
De hecho, durante estos días he estado disfrutando de partidas en línea con otras personas que están analizando el título, y sin duda, se nota la diferencia. He preferido invertir 20 minutos con un enemigo mientras estoy con gente, que matarlo yo solo en menos de 10. Es, sencillamente, más divertido de ver, más salvaje y más épico. También espero que ahora que salga el juego, y pueda probar más misiones, como las de eventos, y disfrutar de la aventura con amigos, esta visión cambie un poco. Que a todo esto, el online funciona de maravilla, y viene con crossplay de salida, así que aprovechad para enganchar a vuestros amigos.
Monster Hunter Wilds funciona de maravilla
Sé que muchos usuarios se han quedado ligeramente preocupados por cómo el juego rendía durante la beta en PlayStation 5, y no es de extrañar. Todos sabemos que una beta puede ir mal, sí, pero al final eso no causa una buena primera impresión. Comenzando por el rendimiento, en PS5 base, el juego dispone de 3 modos de calidad visual: calidad, equilibrado y rendimiento. He jugado gran parte en modo calidad, porque la verdad, he querido disfrutar de los detalles visuales en gran parte de la aventura, siendo este modo el que prioriza la resolución, con, juraría 30 fotogramas por segundo, y no he tenido siquiera problema alguno. El modo rendimiento, debo decir que en comparación, baja bastante el nivel de detalle y texturas, pero te aseguras unos 60 FPS que lucen de maravilla con los nuevos movimientos, y el equilibrado tiene alguna bajadilla, nada grave, pero con un nivel visual bastante bueno.
Imagino, y quiero pensar, que los usuarios de PS5 PRO deberían poder disfrutar de este título a otro nivel, pues es cierto que el nivel gráfico de esta entrega es bastante elevado, y algunos entornos se beneficiarán muchísimo de las capacidades de esta consola. Especialmente con los efectos del videojuego en momentos como las tormentas, que es un alucine. Y bueno, para tener el juego con tantísima antelación, y siendo la versión de consola, no he tenido ni un solo fallo, algo que siempre agradeceré.
Respecto al apartado sonoro, se mantiene bastante en la línea de lo que se ha podido ver a lo largo de la franquicia, destacando algunos temas de monstruos grandes que sí motivan a tener una pelea mucho más emocionante. De hecho, tengo curiosidad por ver cuales van a ser los temas favoritos de los jugadores en esta entrega, especialmente por los nuevos monstruos.
Os cuelo de paso en este apartado, un poco de tema artístico, y es que aunque durante un tiempo pensaba que Monster Hunter Wilds iba a ser menos llamativo, ha sido todo lo contrario. Una vez más, tenemos una entrega que, a nivel de diseños de armaduras y armas, creo que cumple con creces, habiendo un poco para el gusto de todos, la verdad. Yo, personalmente, he usado el cosmético de samurái para evitar spoilers durante las screenshots, pero según salga el juego vais a ver la gran cantidad de diseños variados que hay para todo.
Conclusiones del análisis Monster Hunter Wilds
Sin duda alguna, Monster Hunter Wilds es un tremendo juegazo, aunque cambia bastante los enfoques de la franquicia y haciendo énfasis en cosas un poco diferentes a lo que estamos acostumbrados, es un nuevo cambio como ya pasó con World, pero a la vez, una evolución de la franquicia. Sí, se han simplificado cosas, añadido diferentes opciones para jugadores solitarios y accesibilidad respecto a dificultad, pero hemos ganado mucho más en profundidad de historia, gameplay y diversión por monstruo cazado. Un punto muy fuerte para mí en esta entrega es el hecho de que esta vez tu eres más protagonista, tu voz cuenta, y eres EL CAZADOR, no un cazador más, junto al enfoque más narrativo hacia las historias de las personas, que hacen que sean compañeros y no simples recursos.
A nivel jugable, Monster Hunter Wilds es lo más salvaje que he podido ver en la franquicia, siendo que el principal añadido, el modo preciso, convierte a los jugadores en auténticas bestias, con muchos más recursos que nunca para acabar con lo monstruos. Mantiene cierta fidelidad a las bases, pero poco a poco las va dejando para adaptarse realmente a nuevas generaciones de jugadores, y sinceramente, creo que están tomando un camino más que acertado. Todo lo demás, son elementos que cumplen de sobra con lo que se espera en la franquicia y ya he comentado durante el análisis, así que no hay mucho más que añadir ni recalcar. Jugad.
He omitido algunos puntos, porque no los considero muy relevantes y no quiero alargar más este texto, y quizás me he enfocado mucho en hablar más para gente que ya ha jugado a World y Rise, pero para mi es clave, puesto que Wilds recoge bastante de ambos títulos para crear esta nueva y fantástica entrega, que bajo mi opinión es un paso hacia delante en la franquicia en muchos sentidos. Sin duda, una nueva gran entrega que nos va a tener pegados durante mucho tiempo, y ojo, cuando comiencen a llegar las actualizaciones y… su expansión, que seguro tendrá.
Nota: 9.5/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Plaion.
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