The Siege and the Sandfox es un título que me llamó la atención porque su principal idea es mezclar el género metroidvania con mecánicas de sigilo, algo que poco se hace hoy día, y es bastante interesante. También hay que decir que esa estética y ambientación, que parece sacada del mismismo Prince of Persia, es un golpe directo a la nostalgia, no nos engañemos, y la cosa es que he tenido la oportunidad de analizarlo gracias a Plaion, quien es a la vez su publisher. Si quieres descubrir si finalmente The Siege and the Sandfox es una idea que funciona, te animo a quedarte a leer este análisis.
La traición al Fénec
La historia de The Siege and the Sandfox nos cuenta el viaje de Fénec, un asesino y protector de la familia real quien es traicionado por la reina, culpándole a él de ser el asesino del rey cuando fue ella. Como castigo, lo arrojan al pozo conocido como la Caída del Traidor, lugar del que nadie ha vuelto con vida y con razón, porque la caída es realmente grande. La historia trata principalmente de volver a la superficie para aclarar las cosas, mientras que en el camino, descubriremos la vida que hay bajo tierra en la ciudad.
Aunque es cierto que la parte principal de la historia pasa a segundo plano, se refuerza una historia en segundo plano, que es la de estos habitantes y lo mal que lo están pasando por diferentes motivos, aunque principalmente, el estar bajo el yugo de un ejército que a la primera acabará con quien vea. Nosotros incluidos claro. El desarrollo finalmente pasa por conversaciones con los NPCs (algunos, confieso, interesantes) y al resolver algunas misiones principalmente, todo acompañado de una narradora omnisciente que… resulta muy pesada en más de una ocasión.
Entiendo que se le quiere dar ese tono de obra literaria, de cuento, de historia, pero es que acaba jugando en contra del ritmo en más de una ocasión, incluso volviéndose repetitiva. Para que os hagáis una idea, esta narradora, nos va contando prácticamente todo lo que vamos haciendo, incluso repitiendo frases en algunos momentos. Se puede reducir al 0% su volumen, pero entonces te perderías las partes en las que sí es importante, que es cuando hablamos con alguien o sucede algo importante.
Y realmente… bueno, la historia no me ha parecido nada del otro mundo. Es sencillita, se ve venir, ayudas a las facciones para que posteriormente te ayuden a ti a recuperar la ciudad y… poco más. Como puse antes entre paréntesis, algunas historias sí son interesantes, algunas ligeramente devastadoras si ves el trasfondo, pero considero que es un punto que simplemente cumple. Pasando, por supuesto, a centrarse en la jugabilidad y exploración.
Sigilo: silencio y oscuridad
A nivel jugable, The Siege and the Sandfox toma, creo que toma de referencia videojuegos de plataformas clásicos, una pequeña dosis de Prince of Persia (pero de los originales en pixel…) y un poco de movimiento y controles de juegos de moderno. Eso sí, sin exagerar en modernidad, ya que aunque el juego es rápido, a veces se siente algo tosco en las transiciones de animaciones y controles, al menos con teclado y ratón.
The Siege and the Sandfox se plantea como el mítico asesino en la sombra, no puede ser visto, es silencioso y el enemigo solo sabe que estás ahí porque ya está en el suelo. A nuestro favor, tenemos un aura que marca el ruido y la distancia a la que este llega, podemos apagar antorchar para limitar la visión del enemigo y escondernos en diferentes lugares, incluso estar colgados, para que no nos descubran. Aunque la verdad, solo noquearemos a los soldados, no matamos como tal, y cuidado, si nos descubren está prácticamente todo arruinado y si nos alcanzan, morimos de una.
Como gameplay de sigilo, realmente no está mal, está muy dentro de lo que se puede esperar, y diría que funciona bastante bien. Las zonas con enemigos están diseñadas como puzles mentales para que o bien esquives a estos, o los dejes en el suelo poco a poco, pero pronto te darás cuenta que todo esta más planeado de lo que parece, sin dejar mucho a la imaginativa. Simple, pero funcional y efectivo.
Explora: recoge coleccionables y completa misiones
The Siege and the Sandfox presenta un desarrollo no lineal en su aventura, de manera que una vez hemos acabado el tutorial, nos tiran a explorar por donde podamos y queramos ir. Obviamente, habrá ciertas restricciones, de manera que necesitaréis alguna herramienta nueva, habilidad, o en ocasiones, terminar alguna misión secundaria para desbloquear algún camino nuevo.
Todo el juego se construye principalmente en las habilidades de parkour de Fénec, que aunque también sirven en combate, la clave para avanzar es poder llegar a nuevos lugares. Comenzarás con poco más que saltar, pero luego tendrás ganzúas para abrir puertas, correr por paredes, escalar algunas, o incluso planear ligeramente entre otras. El mapa al principio puede parecer grande, pero luego cuenta con atajos y algún viaje entre puntos, de manera que se reduce las distancias entre puntos más de lo que parece. También cuando ya hemos avanzado y dominamos en cierto modo la jugabilidad, pasaremos zonas corriendo sin pensar demasiado en los enemigos.
Es cierto que la exploración, está bastante facilitada por la precisión del mapa y marcado de objetivos de misiones secundarias, por lo que «evitas» perder el tiempo para realizar algunas tareas sencillas. Eso sí, hay unos cuantos coleccionables que recoger por el mundo de The Siege and the Sandfox, por lo que quieras o no, al final vas a explorar bastante. Y la experiencia como tal… no está mal, pero creo que en cierto modo se podría agilizar todavía un poquito más.
Le falta pulir algunas cosas
La verdad, he tardado en jugar a The Siege and the Sandfox, porque entre los eventos online de videojuegos y un par de cosas personales, no he tenido demasiado tiempo, pero eso me ha ayudado a jugar una versión mejor que la que se lanzó. Al menos, así parece debido a las reviews del juego en Steam y los anuncios de parches, pero tristemente, esto no es del todo así. Aunque el juego es bastante bonito de ver con un apartado pixel art casi impecable, técnicamente todavía tiene fallos.
Durante mi partida he sufrido varios (más de 3 y de 4 ocasiones) momentos en los que el personaje se queda pegado en pared y no reacciona el juego, o bien, se bloquea directamente. Y no me molestaría si hubiese sido una vez o dos, pero al menos en mi ocasión, han sido bastantes. También he tenido fallos a la hora de configurar la visualización en pantalla, teniendo que jugar finalmente a 1600×900 en ventana, porque pantalla completa y sin bordes fallaban en cuanto cambiaba de ventana. De repente el juego se ponía en resoluciones superiores a la de mi monitor, teniendo que cerrarlo por completo y arrancar de nuevo.

Ya sabéis que suelo no quejarme mucho de los fallos, especialmente si no afectan en exceso a la jugabilidad, pero es que lo comentado puede llegar a ser desesperante, además de absurdo, especialmente el hecho de saltar a una pared y plop, el personaje se queda pegado y el juego deja de responder.
Por otro lado, bueno, el apartado sonoro también es algo que cumple, especialmente si lo relacionamos a la ambientación del juego, pero poco más. En general, es un juego sencillo que, bueno, intenta cumplir con todo lo que puede.
Conclusiones del análisis de The Siege and the Sandfox
En general, The Siege and the Sandfox no es que sea un mal juego, digamos que está bien y cumple a rasgos generales, pero no pasa de ahí. Agradezco el intentar traer algo nuevo al género metroidvania, sin duda, pero por ciertos momentos tengo la sensación de que, quizás, hubiese funcionado mejor como un juego lineal sidescroller. Me gustan las ideas que maneja The Siege and the Sandfox, pero no tanto su implementación final, siendo lo más flojo las ideas de exploración y narrativa. Si el equipo de Cardboard Sword aprende un poco de los fallos que veo en este título, es posiblemente que su siguiente entrega sea algo más destacable en el amplio mercado metroidvania actual.
Nota: 7/10
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*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Plaion.