El mundo de los juegos roguelike se mantiene en una expansión continua, con juegos nuevos prácticamente cada semana, y a veces con algunos un poco diferentes a lo que vemos. Este es el caso de The King is Watching, un roguelike que combina microgestión y estrategia, sin dejar de lado ese componente de aleatoriedad y desbloqueos que tiene el género. La verdad, es que es uno de esos juegos que no tenía muy claro que me iba a ofrecer, y tras unas horas de juego tengo una cosa clara: encontré oro.
La mirada del rey controla todo
Ya os adelanto que seguramente este análisis sea algo corto, pues aunque el juego requiere de muchas horas para desbloquear todo, realmente el bucle de juego es el que es, y no hay mucho más que decir. Así que vamos a empezar directamente por hablar de la jugabilidad.
Tal y como indica el nombre del juego, el rey está vigilando, y en el campo de juego esto es importante, pues únicamente funcionarán los edificios que estén bajo la mirada del rey. El campo de juego es, además, fácil de entender: a la izquierda nuestro reino, a la derecha los enemigos cuando vienen, y abajo y arriba la interfaz, bastante clara e intuitiva. La idea es que el jugador se encargue únicamente de producir unidades y recursos en su reino para enfrentar a las siguientes oleadas, las cuales, escogemos nosotros mediante un sistema basado en peligro/recompensa. Lo único peligroso y que no podemos seleccionar son los jefes, pero sí saber cuáles serán con ciertos desbloqueos.
Con este en mente, de base, solo se nos pide eso, que gestionemos recursos (edificios) y la creación de unidades. Lo «malo» es que el área que cubre la mirada del rey es limitada, aunque mejorable en la partida, y las unidades desplegadas en el campo de batalla tienen también un límite ampliable. Aunque estas últimas por suerte puedes también dejarlas en los barracones para sacarlas cuando hayan muerto otras. De hecho, en este sentido, hay bastante estrategia, ya que las unidades tienen su rol propio, ofrecen bonificaciones pasivas e incluso se benefician unas de otras, así que lo ideal es intentar hacer una estrategia con base en esto. Obviamente hay más cositas y que vamos a comentar, pero claro… ¿Recordáis que es un roguelike? Pues aquí viene lo bueno.
Prepárate antes de la batalla
Y ahora, hablemos de lo bueno, que es todo lo que puede uno desbloquear en The King is Watching, y que no es precisamente poco, además de cómo funciona el sistema de eventos aleatorios en el propio juego. Lo primero y más importante, que acabará aportando variedad en partidas a largo plazo es que hay diferentes reyes y consejeros, siendo que los reyes tienen diferentes habilidades activas (desbloqueables) y campos de visión (lo que te hace cambiar la estrategia de colocar edificios), y los consejeros aportan beneficios pasivos, pudiendo escoger hasta un máximo de 6 con todo desbloqueado.
Dentro de los desbloqueos de forma permanente, también encontramos nuevas construcciones para el reino, de manera que vamos aumentando la variedad estratégica y también de recursos, pero especialmente de unidades y formas en las que podemos mejorarlas o enfrentar los enemigos. Y algo que no he comentado aún es que el juego está lleno de… magia. En partida, además de poder generar recursos mágicos y unidades, también tenemos la posibilidad de lanzar hechizos, los cuales la verdad son bastante efectivos, pero cuesta ganarlos, y también podemos desbloquear nuevos e incluso comenzar con una escuela de magia para ir generándolos.
Para ir desbloqueando todo esto tenemos que simplemente jugar, ya que cada partida, ganada o perdida, nos otorgará moneditas para usarlas, lo que es más difícil son los cristales, que se consiguen mediante los desafíos y venciendo dificultades. Al final, como todo rogue, es jugar y disfrutar mientras vas aprendiendo y descubriendo nuevas opciones de juego. Mismamente, aquí cada rey ofrece una manera «diferente» de jugar, y hay 2 niveles (aunque el cementerio tardas en desbloquearlo), pero la variedad de cada partida es suficiente para querer jugar más.
Cada reino iniciado es una experiencia nueva
Lo importante de este juego es tu gestión, tanto de los edificios, unidades, recursos, monedas de la partida y de arriesgar o no cuando hay ciertas selecciones y eventos. Pero claro, más fundamental es que dentro de tu estrategia, contemples el que te salgan las cosas que esperas, y que quizás no. Aunque he notado que el juego intenta ser «poco malo» en este sentido, y ofrece cosas relativamente útiles a lo que tienes.
Por ejemplo, los edificios no son «fijos», se consiguen mediante unas tarjetas que permiten su construcción y estas se agotan. Los edificios de recursos y de unidades, se consiguen de esta forma, así que igual no siempre tienes las mismas unidades en todas las partidas. Para conseguir estar tarjetas, puedes comprarlas en la tienda cuando toca, mediante eventos «aleatorios» o recompensas por eliminar a los enemigos de esa oleada.
Para rematar esto, hay otros elementos que se consiguen también mediante eventos aleatorios o bien en la tienda, siendo esta última la mayor fuente de recursos, pero que, a su vez, necesitas conseguir las monedas para gastar. En la tienda encuentras recursos, artefactos, mejoras de edificios/unidades e incluso hechizos. Los eventos son de «toma de decisiones» y según lo que escojamos tenemos una recompensa u otra, pero SIEMPRE sabemos el resultado de esa decisión.
A rasgos generales, lo más importante son las recompensas que puedes conseguir después de cada combate, ya que eres tú quien gestiona los enemigos que enfrenta, el orden y las recompensas, entre un grupo de «tarjetas» a colocar. Especialmente cuando derrotas un jefe, puede marcar un camino u otro en nuestra estrategia. Os recomiendo arriesgar prácticamente siempre, porque merece mucho la pena, especialmente cuando ya tienes controladas las mecánicas de juego.
Un título casi perfecto
La verdad que The King is Watching es un juego prácticamente excelente al que no le encuentro prácticamente ninguna pega, y es porque apenas tiene. Hablaría del rendimiento, pero entenderéis que es un juego poco exigente y no es necesario. Hay que decir también que he jugado antes y después del lanzamiento, y la versión actual del juego es simplemente fantástica y lo mejor es que viene completamente en nuestro idioma, así que es todavía más disfrutable.
Los unicos problemas que he tenido hasta el momento con el juego es que, es verdad, que las partidas son bastante largas y no tienes una opción de guardar en mitad de la partida, por lo que si te surge algo… Adiós. Eso sí, ganarás monedas en función de lo avanzado de tu partida. Pero sinceramente, creo que es la ÚNICA queja que he podido encontrarle, porque lo demás es puro vicio, incluso la musiquita que acompaña está bastante bien llevada.
Conclusiones de The King is Watching
Sinceramente, creo que no he terminado de reflejar bien en el análisis lo que The King is Watching, por no sobreprofundizar y porque estoy un poco saturado (no del juego), así que voy a intentar ser más claro y directo aquí, en este apartado, que es prácticamente el que muchos leen. Se trata de un juego completo, no es acceso anticipado, hecho por un equipo muy pequeño, y que ofrece un bucle jugable MUY ADICTIVO y variedad más que decente en cada partida, con mecánicas de juego bastante fácil de aprender, pero difíciles de dominar a lo largo de la partida. Funciona genial tanto como juego de gestión/estrategia, como roguelike, y eso solo quiere decir que las cosas están bien hechas. Si buscáis un juego en el que perder horas, sin duda The King is Watching puede ser un acierto.
Nota: 9/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Stride PR.
No olvidéis seguirnos en Twitter o Facebook para estar informado siempre de las últimas publicaciones de noticias, artículos y análisis.