12 de noviembre de 2024
Vagante

Análisis de Vagante – Versión de PS4 (PS5)

Vagante – Exploración y muerte de la mano

Hace ya unos 4 años que el equipo de Nuke Nine nos deleitaba con Vagante en Steam, un roguelike que mezcla las plataformas y la exploración de una manera prácticamente perfecta y que ofrece una dificultad sumamente ajustada, pero que recompensa al jugador. Ahora podemos disfrutar de Vagante en consolas gracias a BlitWorks, encargados de portar el videojuego, con todas las actualizaciones que se han ido recibiendo en estos 4 años. Aprovecho este mismo párrafo para agradecer a Jesús Fabre por facilitarme un código para poder probar Vagante en PS4 y poder traeros este análisis. Dicho esto, es el momento de comenzar a contar que es Vagante y lo que nos puede llegar a ofrecer este peculiar roguelike.

Un roguelike dividido por clases

En muchas ocasiones sabéis que empiezo por comentar la historia o de que va el asunto, aquí es bastante sencillo: varios exploradores deciden explorar una serie de cuevas descubiertas recientemente debido a que se dice que esconden un gran tesoro, pero ninguno consigue volver. Nuestro personaje decide estacionarse con una caravana en la entrada e investigar que sucede en estas misteriosas cuevas, y por supuesto, de paso hacernos con algunos de los objetos que hay dentro.

Antes de cada viaje a las cuevas de Vagante podemos escoger una de las diferentes clases que ofrece el juego, centrada cada una en un estilo diferente de juego y con habilidades muy diferentes. Guerrero, mago, pícaro, salvaje o el domador acompañado de su perro, un total de 5 clases que, además de ser diferentes, se pueden personalizar gracias al trasfondo que escojamos. Como todo roguelike, iremos desbloqueando diferentes cosas que nos ayuden a futuras partidas, y aquí una de las principales son los trasfondos de los personajes, algo así como lo que vimos en Rogue Legacy, solo que aquí podemos escoger nosotros el que queremos. Más fuerza, pero menos inteligencia, empezar con 5 bombas, llevar un gancho que nos permite movernos por las cuevas más rápido, empezar con algún equipamiento extra o algunas cosillas más extrañas que fuerzan cierto estilo de juego.

Cabe decir que para ir desbloqueando las cosas tenemos que conseguir el máximo de objetos posibles, de manera que cuando morimos sume más puntos y suba el nivel de progreso. Aunque algún que otro desbloqueo lo conseguimos bajo ciertos requisitos, como es terminar una partida con una clase o exterminar cierto jefe.

Una vez en partida, el personaje subirá de nivel y con ello obtendrá un punto de habilidad en el punto intermedio entre niveles. Este punto se puede asignar a estadísticas básicas, como fuerza, suerte, destreza, inteligencia… Un clásico en este sentido, pero lo importante está en las habilidades de cada personaje. En vez de asignar ese punto a un atributo, podemos hacerlo a sus habilidades, de manera que ganamos nuevos movimientos o pasivas con cada uno de ellos. Por ejemplo, el guerrero puede aprender a defenderse, el pícaro a entrar en modo sigiloso, los magos a encantar sus armas… Hay una gran variedad de habilidades con cada personaje, y todas ellas te hacen cambiar un poco tu manera de jugar.

La aleatoriedad es la maestra

Ahora bien, llegamos un poco a la exploración y los objetos que podemos encontrar en el juego, contando todo con un enorme componente de aleatoriedad. Y es que cuando digo aleatoriedad, es que está presente de una manera prácticamente exagerada. Comenzando por los objetos hay que tener en cuenta principalmente 2 de ellos: pergaminos y pociones.

Estos 2 objetos mantienen una aleatoriedad constante durante todo el juego, distinguidos por colores, y cuyos efectos son desconocidos hasta que los usamos. También podemos ir usando pergaminos de identificación para saber qué es cada cosa, pero claro, antes necesitamos tener uno. Muchos de estos tienen efectos negativos y muchos positivos, pero claro, nunca lo sabremos hasta que los usemos, por lo que siempre está el riesgo constante de saber qué pergamino o poción hemos cogido.

Luego también tenemos el equipamiento, cuyas características también gozan de aleatoriedad, por lo que hay que prestar mucha atención a lo que vamos equipando. Y es que no solo son las estadísticas, también pueden gozar de algunas habilidades especiales como doble salto, hacer daño al caer sobre enemigos, más daño con los puños o incluso atravesar paredes. Pero esto no es todo, también gozan de características negativas e incluso de la posibilidad de que el objeto salga maldito y no puedes quitártelo a menos que cuentes con un pergamino para ello. Al final en cada partida la aleatoriedad juega uno de los mayores factores al no tener un patrón tan claro como puede ser en otros roguelites, aquí queda todo al descubrimiento en gran parte, por lo que el RNG te puede ayudar, o simplemente entorpecer tu camino, lo que le da un punto extra a cada partida.

Exploración, combate y pequeños detalles

Creo que todos aquellos que hayamos jugado a Spelunky alguna vez en nuestra vida, vamos a ver rápidamente la similitud de este con Vagante en cuanto a su estructura de niveles, formas y malas maneras que tiene de poder matar al jugador de un solo golpe a base de trampas. Cabe decir que estas mismas trampas las pueden activar los enemigos y también les hace daño a ellos, por lo que podemos usarlas a nuestro favor.

Nos moveremos rápidamente de manera general, podemos agarrarnos si llegamos a un borde, bajar distintos tipos de plataformas, mover algunos bloques… Y encima esto se puede complementar con más habilidades de movimiento mediante algunos objetos. Digamos que el movimiento es fluido y bastante eficiente, aunque sí que es cierto que, en alguna ocasión, o yo no pulso correctamente, pero como que no se me ha agarrado a más de un borde.

El sistema de combate en sí está bien, es bastante básico realmente, pero eficaz. Nuestro personaje puede usar distintos tipos de armas a melee y mágicas, así como hechizos y algunos objetos. Las únicas limitaciones del combate las dan algunas armas, que pueden usarse únicamente a izquierda o derecha en línea recta, por lo que tendremos que calcular cuando dar el golpe. Cuenta también con un cambio rápido de armas y uso rápido de hechizos según la dirección presionada, por lo que no haría faltar estar cambiándolos. También digo que la magia en Vagante es bastante superior a las armas, así que tened eso en cuenta.

Además, en cada nivel tendremos un jefe que vencer, el cual nos soltará una llave para un cofre especial lleno de objetos muy interesantes, aunque no es obligatorio matarlo. Pero ya sabéis, si queréis tener un buen equipamiento y poder llegar al final, tendréis que enfrentarlos de vez en cuando.

Y algo que me ha costado ir entendiendo, no sé si porque me he saltado algún mensaje, son los diferentes detalles extras con los que cuenta el juego. Y no, no me refiero a que, si usas un hechizo de electricidad en agua, se electrocuta todo el área, que esos detalles elementales también son increíbles. Me refiero a las diferentes estructuras que vemos por el mapa, que no parecen servir para nada, pero resulta que sí, puedes ofrecer diferentes cosas para conseguir otras a cambio, así como en la propia hoguera de descanso, donde también puedes sacrificar objetos… Vagante esconde mucho más de lo que parece a simple vista.

Solo o con alguien

Por último, me gustaría comentar que el juego pone en nuestra mano la posibilidad de jugar con hasta 4 amigos, aunque eso sí hará falta PlayStation Plus. No voy a engañar a nadie, no he podido probar este modo porque sencillamente, me niego actualmente a pagar el servicio viendo lo que obtengo a cambio, pero sí me he estado informando y viendo algunas personas jugar en línea.

Por cada jugador que se sume a la partida sube la vida de los monstruos un 25% y el daño un 10%, con tal de equilibrar la partida. Si un jugador muere, puede ser revivido en forma de esqueleto, echando una mano todavía con diferentes habilidades, y terminar de ser revivido en una hoguera. Aunque si mueres una vez más, estás condenado a ser un fantasma inútil el resto de la partida.

Cabe decir que, sin haber tenido la posibilidad de jugar con gente, lo que he visto sí que parece mucho más entretenido y divertido, además que algunas habilidades como la de saberte las pociones desde inicio se aplica a todo el grupo, por lo que es una grandísima ventaja.

Conclusiones de Vagante

Vagante es una auténtica joyita que no conocía y me ha acabado encantado, combina perfectamente el género roguelite con las plataformas y diseño de niveles estilo Spelunky. Consigue que cada partida sea realmente diferente de la anterior, que tengas que explorar y tengas que jugártela en cada movimiento que realices. La dificultad quizá no sea para todo el mundo, pues es ciertamente complicado y requiere de mucha práctica, además del factor suerte. Pero es muy completo en cuanto a clases y habilidades, así como equipamiento, aunque esto es en parte gracias a su gran aleatoriedad. Te puede ofrecer una buena cantidad de horas de juego y diversión, aunque sin duda, creo que lo mejor es que si tenéis la oportunidad, lo juguéis con amigos. Espero que os haya gustado este análisis de Vagante.

Nota: 8/10

*Análisis hecho con una clave que nos ha dado Jesus Fabre, a quien le damos las gracias por la oportunidad.

*Esto es un análisis antiguo que escribí en InformeGamer.es, por eso no hay imágenes.

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Blansi

Administrador web. No me complico, me gusta jugar, pero especialmente juegos que emulen aquella fantástica época de finales de los 90s y principios de los 2000.

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