13 de noviembre de 2024
Evil Inside

Análisis de Evil Inside – Versión PS4 (PS5)

Evil Inside – Un tributo a P.T

Está clarísimo que aquella «demo técnica» que inició el camino del posible Silent Hills, P.T, marcó un gran punto dentro del género de terror, pero de lo que es el terror directo, en su género más puro y sin rodeos. Es cierto que todos echamos de menos que P.T no saliese adelante, y han salido infinidad de títulos basados lo poco que pudimos ver, y hoy venimos con uno de ellos: Evil Inside. Y es que como digo, ha habido recreaciones 1:1 de P.T y juegos que se han basado un poco en lo que se pudo ver, pero Evil Inside toma P.T como base de juego y lo desarrolla un poco. Obviamente no hablamos de un juego a la altura de su referente, más bien es una especie de tributo de lo que se quedó sin acabar. Bueno, ya no le doy más vueltas, y vamos con el análisis de Evil Inside.

La madre y el hijo

Lo primero de todo avisar de que Evil Inside es un título cortito que puedes finalizar y conseguir su platino en una sola tarde, por lo que no es que nos vaya a agobiar particularmente. La historia de Evil Inside es escasa y no se desarrolla hasta el final, pero nos ponemos en la piel de Mark, quien su madre ha muerto a manos de su padre, ahora en prisión, y además tiene que cuidar ahora solo de su hermano pequeño.

Todo parece iniciar con una ouija que bueno, depende como lo mires, sale muy bien o sale muy mal, pero el objetivo de volver a su madre lo consigue. Sin embargo, esta viene para hacernos recordar cosas que parece que hemos olvidado, y no precisamente por las buenas. No voy a entrar en muchos detalles, ya que, si lo llegáis a jugar, al menos no quiero desvelaros el cliffhanger del final.La única pega que le veo a la parte de historia es que, aunque el juego sea corto, tampoco hace mucho afán por intentar desarrollar algo más allá durante los diferentes capítulos. Entiendo que en P.T no se desarrollase en exceso al ser una «demo», y de hecho diría que había más desarrollo en esa demo que en Evil Inside, que se limita bastante a 2-3 momentitos de, como aquel que dice, 2 líneas, exceptuando el final donde se «esclarece» todo de golpe.

Terminando los bucles

Creo que me cansaré de repetir P.T en este análisis, pero es que la base jugable de Evil Inside es la misma. Aquel pasillo cíclico que pudimos ver en su momento aquí también está presente, siendo el sótano el punto clave del bucle para pasar al siguiente. En cada bucle sucederán diferentes eventos hasta que descubrimos el último y se nos abre la puerta del sótano. Una gran diferencia es que aquí la casa es más explorable en comparación, incluso podemos ir al piso de arriba, sin embargo, sigo pensando que se podría haber extendido más algunos bucles con más interacciones o exploración, ya que aquí no hay motivo para cerrar partes al tratarse de un juego completo.

En el recorrido, se nos plantean pequeños puzles o, más bien, pequeñas búsquedas de algunos objetos. No es muy complicado de resolver, y todo suele ser bastante obvio, pero digamos que la gracia está más en ese momento de búsqueda, que en el hecho de encontrar lo que haga falta. Una cosa que sí hace bien Evil Inside es mantener una atmosfera de tensión en todo momento, que nos mantiene alerta, y a cada cosita que queremos ir a mirar nos hace ir con cuidado, por lo que pueda pasar. Reconozco que el estilo de sustos, basados en el puro «jumpscare» (sonidos fuertes y que algo aparezca de repente), algo que llevamos sufriendo los amantes del género durante los últimos 15 años aproximadamente, no termina de ser de mi agrado, pero sí que me he acojonado con un par de ellos.

Son ligeramente imprevisibles y eso es lo bueno, muchas veces te los esperas, pero en Evil Inside muchos no los ves venir y te pillan con la tensión del momento, haciendo que en alguna ocasión des un saltito en la silla. Ese ambiente oscuro, las partes con la linterna que no ves nada más allá de metro y medio, el girar en las esquinas, algunos ruidos sospechosos… Le reconozco el esfuerzo y no está nada mal, sin embargo, creo que les funciona mejor cuando simplemente dejan al jugador en tensión que cuando le asustan. Por dejar un ejemplo, cuando se escucha el respirar de la madre o suena el walkie talkie, eso ya te deja en alerta y genera atmósfera suficiente para asustarte con nada si estás inmerso.

Para terminar, dentro de lo técnico, el juego está creado originalmente para PS4, por lo que, aunque hemos jugado en PS5, no tenemos ningún tipo de mejoría gráfica y está dentro de lo que se puede esperar para este tipo de juegos. En la experiencia que hemos tenido, lo cierto es que no hemos tenido fallos de ningún tipo, ni bajones de frames ni nada por el estilo, por lo que bueno, está bien que lo sepáis. Aunque parezca mentira, muchas veces salen títulos así pequeñitos, y se ven lastrados por millones de fallos.

Conclusiones de Evil Inside

Evil Inside es un tributo a P.T, sí, aunque quizá los parecidos son demasiado exagerados, incluso en el diseño de la casa, pero desarrolla una pequeña historia dentro de la mecánica de los «bucles» de las puertas, que puede gustarte o no, pero sirve de justificación más que suficiente para generar el mal rollo en el juego. La atmosfera sí está bien llevada a cabo, y aunque no soy fan del jumpscare, reconozco que algún botecito de la silla he pegado, y al final ese es su objetivo. Hay que saber un poco hacia dónde va dirigido un juego, y no me cabe duda que Evil Inside es carne de cañón para creadores de contenido, y para asustar a muchos de vuestros amigos, esos que se asustan con la cucaracha cuando echa a volar. Quizá no una experiencia de las más completas, pero suficiente para pasar un mal rato en el buen sentido. Espero que este análisis de Evil Inside os sirva para saber si echarle un vistazo.

Nota: 6/10

*Análisis hecho con una clave que nos ha dado Tesura Games, a quien le damos las gracias por la oportunidad.

*Esto es un análisis antiguo que escribí en InformeGamer.es, por eso no hay imágenes.

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Blansi

Administrador web. No me complico, me gusta jugar, pero especialmente juegos que emulen aquella fantástica época de finales de los 90s y principios de los 2000.

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