Análisis de Into the Dead: Our Darkest Days - Acceso anticipado PC

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Hoy vengo a hablaros un poco de Into the Dead: Our Darkest Days, uno de esos juegos que sinceramente me llamó bastante la atención, aunque simplemente porque es de sobrevivir en un apocalipsis zombi. Haberse criado bajo Resident Evil y un montón de películas de zombies, al final te acaba desarrollando cierta obsesión, y cada vez que sale un juego de zombis y tengo oportunidad, pues toca probarlo. Así que no voy a complicar esto demasiado, ya que además está en acceso anticipado, por lo que el juego no está «completo», pero podemos probar su núcleo de juego y ver si la cosa funciona o no.

Los últimos resquicios de humanidad

A nivel argumental, Into the Dead: Our Darkest Days, nos plantea un escenario bastante típico dentro del género, y es que pasaría si un brote repentino sucediese en un Texas en 1980 y esta se aislara del mundo exterior bajo el poder del gobierno. Si os preguntáis por qué digo que es bastante típico, es porque recoge ideas muy vistas: supervivientes buscando como salir, facciones dentro de la zona en cuarentena, supervivientes que matan a otros, el gobierno ni está ni se le espera… Y realmente, no lo quiero decir como una crítica, a fin de cuentas, tendríamos que criticar prácticamente el 90% de producto audiovisual con esta ambientación. Pero ya sabéis, me gusta informaros.

Al tratarse de un videojuego, aquí importa más el cómo se van implementando estos elementos. Al principio, tendremos una pequeña introducción, que sirve más de contexto al juego que otra cosa, y luego todo se desarrolla mediante un sistema de misiones, las cuales comenzamos a desbloquear después de encontrar unas pistas. Es un progreso algo «lento», aunque también dependerá de cómo te vayan las cosas y lo rápido que te adaptes al juego. En este sentido, no voy a contaros mucho más, pero ya os digo que hay unas cuantas horas de juego en este acceso anticipado. Así que vamos a hablar de cómo se juega a Into the Dead: Our Darkest Days.

Gestión de supervivencia, pero sin excesos

Debo confesar, que me esperaba una jugabilidad algo más profunda cuando inicié el juego, y aunque tiene sus pequeños detalles, ya os adelanto que es bastante más fácil de entender y pillarle el truco. Lo primero que tendremos que entender, es que el juego se desarrolla en turnos de día y noche, y lo segundo, que los supervivientes que manejamos tienen necesidades, y también diferentes rasgos positivos (más comida al cocinar, más daño con armas de cierto tipo, etc.) y negativos (abstemio, insomnio, etc.), así que toca adaptarse a ellos. De hecho, cada partida la comenzaremos escogiendo uno de los dúos de supervivientes entre los 5 disponibles, y comenzaremos en un refugio. Desde este punto, toca explorar y avanzar.

Durante la fase del refugio, tanto de día como de noche, tenemos que distribuir las acciones que queramos que hagan los supervivientes en los diferentes talleres (armas, ganzuas, mejoras de talleres, sala social para subir moral, etc.) y tener en cuenta sus necesidades más básicas: dormir, comer y aumentar su moral. También, de manera puntual, arreglar la barricada del refugio. En este sentido, es cierto que el juego no es muy exigente en cuanto a gestión de supervivientes, al menos en mi experiencia, y casi que solo dependes de los materiales para poder aumentar el nivel de los talleres o fabricar recursos. Es algo así como un This war of Mine algo más light.

Luego tenemos la fase de exploración. Esta se arranca al seleccionar desde el refugio una ubicación en el mapa, de la cual ya nos adelantan la disponibilidad de recursos y nivel de amenaza. Al terminar la fase de refugio, si hemos seleccionado algo aquí, iremos de una. Importante, por supuesto, llevar armas y útiles de exploración como las ganzúas, por si topamos con algo cerrado o muchos enemigos, pero con cuidado, porque el inventario tiene un límite.

La parte esencial de este sistema de áreas a explorar, es que algunas pueden convertirse en refugio tras exterminar a todos los zombis de la zona, y así movernos por el mapa del juego, algo que necesitaremos para ir cumpliendo algunas tareas principales. Lo bueno es que las mejoras de los talleres se vienen con nosotros, así que simplemente nos movemos sin perder nada. Como dije, hay cierta gestión, pero es bastante simple.

Zombis y sigilo

Una vez que arranca esta fase, llegaremos a un lugar que se juega como un scroll lateral, pero de movimiento libre en vertical y horizontal, en el que exploraremos generalmente un edificio. Más grande o más pequeño, según donde hayamos decidido ir, no es igual una casa que una estación de bomberos, y en este sentido está bastante trabajado. En estas partes tiene muchísima importancia el sigilo, ya que realmente nuestros supervivientes son bastante más frágiles de lo que parecen, aunque tengan un arma en la mano, pelear siempre es la peor de las opciones, y ojo cuidado, que a veces toca enfrentar otros supervivientes… El combate en sí, es que no tiene gran cosa, un movimiento de combo con el arma equipada y un movimiento de esquiva que funciona con cargas de energía y no puedes abusar, porque tiene que recargarse en pleno combate.

Por esta parte, lo más rentable es jugar a las escondidas con los zombis e ir siempre agachado, mirando a través de las puertas antes de abrirlas, y cogerles por la espalda con un ataque sigiloso, que si bien hace que tu arma se desgaste bastante de igual manera, te ahorras más enemigos. Si usas armas de fuego, cuidado, porque gastan balas que son un recurso muy preciado. A mi parecer, mejor construir armas cuerpo a cuerpo una vez dominas el sigilo.

A la hora de recoger recursos, el juego nos pondrá una lupa gigantesca delante, de manera que podemos «investigar» ese punto y averiguar que recursos hay. Por suerte, se puede coger todo con un botón, y no perder tiempo. Si dejamos objetos, podemos volver de nuevo en el turno siguiente, así que no implica ningún problema. Eso sí, cuidado con volver herido a base, porque tendrás que esperar a curarte bien si no quieres correr peligro.

Algo a lo que sí que tendremos que prestar mucha atención durante estas fases, es a si encontramos supervivientes que quieran unirse a nosotros y a los telescopios, que servirán para descubrir nuevas zonas que explorar.

Poco fallo, algo que se agradece

A nivel técnico, tengo que decir que Into the Dead: Our Darkest Days me ha sorprendido para bien, con algunas cosas puntuales. Es cierto que durante mis horas de juego, las cuales son antes del lanzamiento de la versión de acceso anticipado como tal, no he sufrido de muchos fallos, más allá de ver alguna animación del revés o alguna interacción que se ha bugeado, como en algún telescopio y con un camión en el que usé una ganzúa.

El rendimiento, podría decir que está bastante bien, con una RTX 4060 he jugado casi todo en alto a 60 FPS con DLSS en calidad. Aunque, también es cierto que recalco que casi todo en alto y los 60 FPS no han sido constantes, han variado según la zona que estaba explorando. En algunas sí he disfrutado de entre 55-60 FPS mientras que otras, quizás por la carga de iluminación o alguna cosa rara de fondo sin optimizar, he tenido que jugarlas a 30-40, imagino que con el feedback más ampliado irán actualizando poco a poco.

Conclusiones del acceso anticipado de Into the Dead: Our Darkest Days

Into the Dead: Our Darkest Days es un juego de supervivencia zombi que si bien recoge el testigo del clásico This war of Mine en más de un sentido, lo hace algo más amigable, casual y sencillo para el jugador promedio que quiera probar esta experiencia, la cual puedo recomendar sin problema alguno. Si te gustan los zombis y el tipo de ambientación que plantea, creo que merece la pena echarle un vistazo, y más de cara al roadmap que plantean. Como todo juego en acceso anticipado, tened en cuenta que está incompleto y se actualizará poco a poco. Por ahora, ya ofrece bastantes horas de juego y eso que tiene «lo más basico».