Flintlock: The Siege of Dawn – Enfrentando a los dioses
Hace poco más de un mes os dejaba con mis primeras impresiones sobre Flintlock: The Siege of Dawn, al haber podido echarle el guante a la demo. En ellas os resumía que esperaba ver un gran producto, y lo cierto es que no me ha decepcionado en lo más mínimo. Diría que incluso ha llegado a mejorar y pulir los pequeños detalles con los que tenía más dudas, como las distintas hitboxes de los enemigos cuando peleábamos muy cerca o esquivábamos en su dirección.
El resultado final ha sido un juego que, como os desgranaré mejor en los próximos párrafos, nos cuenta la historia de Nor y Enki en su arco de redención tras los hechos acontecidos en los primeros 5 minutos de juego. Una aventura cargada de dioses que matar, gente a la que ayudar y un poco de exploración para intentar obtener todos los coleccionables y armas del juego. Y no, no es tan soulslike como muchos piensan. Se asemeja más a la jugabilidad vista en las últimas entregas de God of War con una dosis vitaminada de movilidad, terrestre y aérea. Recordemos que sus desarrolladores son los responsables de Ashen, A44 Games.
Un indie con una acción explosiva, nunca mejor dicho
A lo largo del juego veremos como, poco a poco, haremos más y más uso de las combinaciones disponibles entre nuestras armas secundarias (como un lanzallamas o un martillo) a la hora de enfrentarnos a los distintos tipos de oponentes. Desde los acorazados a los que debemos intentar maldecir o hacer paradas perfectas para eliminar ese estado de armadura (y/o escudo), hasta los que son rápidos y tienen un largo alcance con movimientos muy abiertos capaces de pillarnos desprevenidos hasta que nos hagamos a ellos.
Por ello, Flintlock: The siege of Dawn nos da no solo un amplio repertorio de armas y armaduras (que realmente nunca llegaremos a llenar en la interfaz del inventario, que es mucho más grande de lo que realmente tendremos al final) sino habilidades y mejoras para potenciar nuestro modo de juego favorito. Dicho de otro modo: si somos capaces de hacer uso de la esquiva en el último momento, y nos gusta más intercambiar golpe lo más cerca posible, la rama de habilidades de combate nos deja con contraataques y esquiva mejorada, mientras que, por otro lado, si potenciamos la magia, haremos unos grandes destrozos con las maldiciones.
Sumado a la acción explosiva, debemos volver a señalar la importancia de la pólvora negra en el juego, un elemento muy importante a la hora de eliminar a los dioses… de los cuales no os reventaremos (no he podido evitarlo) nada más.
Y hay algo de lo que no he hablado, pero que agradezco muchísimo: los viajes rápidos que desbloquearemos, tanto para alcanzar nuevas zonas como para saltarnos numerosos combates innecesarios tras morir o tener que volver atrás por donde hemos venido.
Con Flintlock: The siege of Dawn tendremos unas 25 horas de juego
Se puede conseguir más o menos todo casi de un tirón, sin complicarnos demasiado a la hora de rebuscar los coleccionables (como las plumas de Enki que mejorarán su habilidad para maldecir) o encontrar esos combates ocultos que esconden algún cofre con otra pieza de alguno de nuestros sets de armadura, o algún arma nueva. Para mi gusto, y contando que estamos ante un indie que no tiene un mundo abierto, sino varias zonas grandes a las que iremos según avancemos en la historia, me parece que tiene una duración más que adecuada.
Y al menos en lo personal, no he sentido que se me hiciera largo (ni corto), y las zonas son lo suficientemente diferentes como para sentir que siempre puede haber algo nuevo a la vuelta de la esquina. Es cierto que la durabilidad depende en gran medida de nuestra habilidad para sobreponernos a los combates, y la de superar al Sebó, el minijuego de monedas que incluye Flintlock: The Siege of Dawn, y al que en ocasiones nos hará llorar querer ganar cada combate.
Su punto fuerte es sin duda la historia que busca contarnos a través de una Nor cansada de luchar en las trincheras y con un gran sentimiento de culpa y de un Enki misterioso que esconde ciertas cosas desde el inicio… y que iremos descubriendo poco a poco. El combate no está mal, es dinámico y sencillo de entender, y en general la dificultad del juego es relativamente asequible si habéis jugado a juegos de acción de este estilo con anterioridad. Lo peor es, por decir algo, la forma en la que los npcs desaparecen y se teletransportan a la siguiente zona donde debemos tratar con ellos en algunas misiones secundarias.
Un sistema de mejora peculiar
Para poder comprarnos las mejores de las distintas ramas de habilidades, o incluso mejorar las armas (más allá de los recursos necesarios), usaremos reputación, que ganaremos de forma fija al matar a un enemigo pero que podremos multiplicar haciéndolo de formas diversas. Por ejemplo, si nos deslizamos por una rampa, obtendremos un pequeño porcentaje extra, supongamos que un 5%, que al matar a un inerte común sin armas pasaría de darnos 100 de reputación, a 105.
Esto es acumulable a combos largos de 3 o más golpes, matar a un enemigo con el hacha, disparar con el arma a distancia, hacer un ataque en salto, esquivar en el último momento o rematar a un enemigo, entre otros. Esto logrará que acumulemos cada vez más y más reputación que, una vez recibamos daño, obtendremos al momento.
Es cierto que podremos obtenerlo antes manteniendo pulsado el botón de la cruceta correspondiente, pero lo ideal es mantenerlo cuanto más sea posible, a la par que intentar jugar de forma variada y sin recibir daño. De esta forma, los jefes podrán darnos cantidades ingentes de reputación que nos vendrán de perlas para mejorar nuestras armas favoritas al nivel máximo. Os aseguro desde ya, que tendremos que invertir una gran cantidad de reputación para subir, aunque sea nuestra arma principal al máximo.
Por otro lado, tenemos recursos más comunes que encontraremos explorando el mapa, como madera y azufre, que usaremos también para mejorar el equipamiento disponible, tanto nuestras armaduras, como las armas cuerpo a cuerpo y de fuego. ¿Queréis ir mejorando ese rifle de francotirador para eliminaciones precisas? Pues a explorar se ha dicho.
Conclusiones
Lo cierto es que Flintlock: The Siege of Dawn es uno de esos juegos que de primeras puedes pensar: otro soulslike genérico… y nada más lejos de la realidad. Orientado claramente a contar la historia de Nor y Enki mientras intentan poner una solución al gran problema creado (por ellos mismos). Un viaje donde conoceremos poco a poco los motivos de los dioses, el viaje que supone morir y perder quienes o que somos, y desde luego, toneladas de acción. Con una jugabilidad dinámica y divertida junto a una historia entretenida, es un juego que puedo recomendar sin problema alguno.
No hemos tenido un mal rendimiento (ni con DLSS ni sin el) a lo largo de nuestra aventura. Tampoco bugs ni problemas en combates o al explorar haciendo un claro uso indebido de nuestras habilidades (básicamente subiendo por donde no toca). El juego gráficamente es agradable (aunque en la lejanía de algunos planos veamos esos fondos algo menos elaborados).
Eso sí, si tenéis experiencia previa en juegos como God of War o Dark Souls, recomiendo empezarlo en una dificultad algo más alta. El juego se siente relativamente fácil una vez dominas su jugabilidad y empiezas a adquirir habilidades y combinaciones que puedas usar bien.
Nota: 7.5/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Cosmocover.