¿Cómo es Crown Wars: The Black Prince?
Comencemos hablando un poco de este título que mezcla estrategia por turnos y tácticas con pequeños elementos de gestión y rol. Crown Wars: The Black Prince es un juego que bebe de otros títulos similares como Xcom o el más reciente Classified: France ’44, donde gestionaremos nuestras tropas a lo largo de una campaña en la que, de primeras, tendremos todo en contra.
Este Xcom-like está situado durante la guerra de los 100 años, donde se disputan reinar Francia tras la derrota del Rey Juan II a manos del ejercito inglés. Pero hay mucho más movimiento entre las sombras, gente moviendo los hilos para que todo ocurra como debe para su propio beneficio. Será nuestro deber como parte de un grupo que busca sacar toda esa maldad a la luz detenerlos y devolver Francia a la normalidad.
Aunque ya en nuestro comienzo nos espera un duro revés perdiendo todo, resurgiremos de las cenizas cual ave Fénix dispuesto a purgar esta sombra que se cierne en Francia.
Una Francia en pleno caos
Lo primero que veremos al terminar el tutorial, es la posibilidad de elegir una de las cuatro casas disponibles como la «casa superviviente» para ser apoyada antes de su destrucción y tener un nuevo hogar desde el que recuperarnos tras el duro golpe. La casa influye en pequeñas decisiones del juego y en un arma inicial mejorada (en mi caso, he preferido tirar por la opción de mejorar el arco).
El mapa del mundo mostrará las distintas facciones del juego antes de que se corrompan según avancemos (y pudiendo purgarlas una vez ocurra) en los distintos capítulos del juego. Además, todas estas facciones tienen sus puntos fuertes y debiles como el juego nos muestra en sus propias descripciones.
A diferencia de otros juegos, Crown Wars: The Black Prince nos permite enviar más de una escuadra por el mapa del mundo (dos al inicio que aumentará según mejoremos el edificio principal de nuestro dominio). Esto nos ayuda a planificar mejor las misiones temporales donde encontraremos recursos y enemigos que hacer prisioneros a la par que enviar nuestra fuerza principal a la misión importante.
Estas misiones temporales tendrán modificadores, tres tipos de dificultad (fácil, medio o difícil) y varios objetivos diferentes: algunas nos pedirán escoltar a un vip a lo largo de una zona peligrosa, otras eliminar un carro de suministros, atrapar a un personaje concreto llevando esposas y no matándolo durante la misión… tendremos una buena variedad. Y para llegar a estas misiones, nuestras escuadras tardaran varios días durante los cuales el juego avanzará (nuestras investigaciones, el tratamiento de nuestros soldados heridos, de todo).
Las diferentes clases: sencillas pero con migas
Vayamos a la parte que más suele gustar en este tipo de juegos: las clases jugables con las que contamos a lo largo del juego. Y sobretodo, si encontraremos alguna más.
Bien, estando en un juego de corte medieval, hay que contar que la variedad es menor en cuanto a la lógica de las clases y como funcionan estas con las armas. Dicho de otra forma, es más difícil variar las clases sin realmente meterse en el terreno de la otra, por ello no tienen una gran personalidad pero si cumplen con su función establecida.
Las clases con las que contamos al inicio son:
- Alquimista: La clase apoyo por defecto, estando en un segundo plano (solo puede usar arco y ballesta) brindando fuego de cobertura e infligiendo estados alterados en nuestros enemigos que van desde incendiar el terreno mezclando brea y fuego, hasta envenenando o debilitando. Muy útil para cambiar las tornas de un combate cuando los enemigos han decidido agruparse.
- Señor de las bestias: Una clase mixta que viene acompañada de un animal (perro u oso, cada uno con sus puntos fuertes) que sirve tanto para atosigar y eliminar enemigos solitarios, como para apoyar aguantando el embate de muchas tropas cuerpo a cuerpo. Además puede usar armas a distancia (incluyendo lanzamiento de hacha) y armas cuerpo a cuerpo como espada y hacha de una mano para defenderse según necesitemos.
- Cruzado: Nuestra tropa principal para recibir tortas. Equipada con armadura pesada, su especialidad es estar en el frente, ya sea para hacer mucho daño usando el espadón o la alabarda, como para recibirlo y aguantar con la maza/espada y el escudo. Puede recuperar sus puntos de armadura e incluso curarse con habilidades o ganar bonificaciones al derrotar enemigos.
- Duelista: Es la clase comodín, valiendo para casi cualquier tipo de situación. Si bien el resto de clases tienen más o menos su lugar claro, el duelista no sobresale en nada concreto, pero nos permite usar dos sets de armas diferentes (por ejemplo, arco y alabarda) para adaptarnos a cualquier situación. Podríamos decir que como daño, la única clase que le iguala es la de Desollador.
- Desollador: Llegamos a mi clase favorita, el tirador a distancia (aunque también cuenta con la opción de hacha y escudo) con trampas. El Desollador tiene una buena posibilidad de realizar ataques críticos, sirviendo como una clase a distancia para eliminar objetivos prioritarios o rematar múltiples enemigos. Cuenta con opciones de lobo solitario o trampas para aportar más aún al combate en equipo.
Y más adelante en el juego podremos desbloquear la clase Artillero, la cual por el bien de vuestra curiosidad sobre Crown Wars: The Black Prince, no os revelaré. Aunque tampoco es que esconda demasiado su nombre… ¿o sí?
Crown Wars: The Black Prince incluye niveles y mejoras
Personalmente, algo que me encanta en la mayoría de juegos es tener uno (o varios) sistemas de progresión, especialmente si con ello puedo tener varias opciones diferentes y especializadas. Aquí no solo tendremos que elegir entre dos (o más en clases como el señor de las bestias) habilidades al subir de nivel, especializándonos poco a poco para resaltar dando apoyo por ejemplo, o por el contrario, pudiendo hacer cosas muy variadas y diferentes, sino que tendremos que ser maestros de nuestras armas.
Sumado a las habilidades de clase, Crown Wars: The Black Prince introduce habilidades por armas (una inicial y tres adicionales) que iremos desbloqueando según usemos el arma. Básicamente un sistema de maestría que premia usar el mismo arma para poder sacarle el mayor partido posible a la larga. Esto es esencial según avancemos en el juego y nos enfrentemos a combates más y más difíciles, especialmente para sacar el mayor jugo posible a ciertas habilidades o pasivas que dependen del posicionamiento del enemigo. Por ejemplo, la segunda habilidad del hacha hace que el enemigo se gire hacía el personaje que la ha usado, mientras que la segunda del lanzador de hachas hace que te de la espalda.
Además, tendremos la posibilidad de mejorar nuestras armas, armaduras y usables (como pociones o flechas especiales) en nuestro dominio, consiguiendo así más defensa, daño, posibilidad de acierto o que las pociones curativas nos restauren más salud. Todos los edificios tienen tres niveles de mejora, que nos aumentan el número de prisioneros (en el caso de la prisión) o la cantidad de tropas que podemos tener contratadas (en el caso de los barracones). Y para todo ello necesitaremos multitud de recursos… que conseguiremos saliendo a hacer misiones.
Muy bien, pero… ¿y como es la parte jugable?
He dejado este apartado para casi el final del análisis porque realmente no es muy distinto a otros títulos del género, dicho de otro modo: si algo funciona bien, porque cambiarlo. Crown Wars: The Black Prince es un juego de estrategia por turnos, con mapas bajo una cuadrícula desde la cual podremos mover a nuestras tropas en nuestros turnos. Cada una de nuestras unidades dispone de tres puntos de acción: uno azul de movimiento, y dos amarillos de acción principal. Los amarillos se pueden usar también para moverse, pero cada uno de ellos cuenta solo como la mitad del total que nos podremos mover.
Al disponer de dos puntos de acción principal, podremos atacar dos veces, usar una habilidad y atacar, o atacar y protegernos/ponernos en guardia. Algo que debemos meditar bien porque en más de una ocasión nos superaran en número, y los enemigos pegan tanto (o casi tanto) como nosotros. De hecho, si perdemos alguna unidad, esta acabará herida y podremos recuperarla… pero si vuelve a resultar herida, morirá y la perderemos para siempre.
Contaremos con un sistema de coberturas que aumentará nuestra defensa frente a los ataques, ataques que funcionan con un porcentaje de acierto que varía en base a la maestría del arma, la evasión del objetivo, la cobertura y si tiene perjuicios o bonificadores. Lo dicho al inicio, son sistemas que no resultan una sorpresa a nadie que conozca el género pero que funciona bien.
Los mapas disponen de elementos interactivos como catapultas, cañones de pirotecnia o ballestas montadas que los enemigos (y si las alcanzamos, nosotros) pueden usar. Y os prometo que tienen efectos devastadores. De hecho, cuento con que en algún momento reduzcan el daño que hacen, no porque los enemigos las usen contra nosotros, sino por la escabechina que gente como yo ha hecho en el campo de batalla usándolas.
Apartado artístico, rendimiento y bugs
Partiendo de la base de que poseo un equipo bastante potente (un i9 13900 y una rtx 4080), normalmente no suelo tener problemas para jugar casi ningún título con una resolución 2K y por lo menos a 60 fps. Pero si he notado que, jugando con todo al máximo, Crown Wars: The Black Prince usa quizás demasiada CPU (llegando a picos de 40 y 50%), especialmente en escenarios con fuego ardiendo o elementos más llamativos visualmente. Desconozco la razón de esto, y si tras el lanzamiento dispondrá de algún parche de día 1 que lo mejore.
Aún así, el juego cumple con lo visual, especialmente cuando vemos la cámara cinemática de muerte de nuestros enemigos, con colores no muy llamativos (es algo que no encaja bien cuando un juego intenta ser de tonalidad seria y ligeramente oscura), con escenarios llenos de elementos que van desde arbustos y arboles, hasta ruinas, cajas, coberturas, y una larga lista de escenografía.
En cuanto al apartado sonoro, posee una banda sonora que acompaña sin destacar (ni positiva, ni negativamente) mientras que el juego tiene una larga lista de efectos sonoros acordes a lo que podemos esperar de un juego de corte medieval: metal chocando contra metal, madera rompiéndose o disparar una catapulta (con sus correspondientes gritos de dolor posterior).
Conclusiones
Estamos ante un juego entretenido que nos dará horas y horas de diversión, especialmente si nos gustan los desafíos y las situaciones con más elementos en contra que a favor. Al menos si queremos proteger Francia, claro.
Cada cierto tiempo sale otro xcomlike, algunos mejores, otros peores, pero Crown Wars: The Black Prince es uno de los que podemos recomendar tranquilamente.
Nota: 7/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Nacon.