Brujas, magia y decoración de interiores
En un mundo de fantasía, donde la magia existe, es donde podemos vivir tal y como nos gustaría. Reka es un juego desarrollado por Emberstorm Entertainment que entró a acceso anticipado hace poco. Y con una premisa que llama la atención desde el momento que vemos una casa/pollo, veamos si llegará a buen puerto.
Sabemos que es fantasía porque puedes tener casa propia
Claramente la premisa principal de Reka es su mayor atractivo. Nos encontramos con un juego de construcción, en entornos cerrados con exploración y muchas misiones secundarias. El objetivo principal es el de construir y decorar nuestra propia casa, que conseguimos al poco de empezar.
¿La novedad? Esta casa se sostiene sobre las patas de una gallina gigante, lo que permite a la casa moverse por el mapa. Podemos controlar la casa a libertad, y teletransportarnos de vuelta a ella si es necesario.
Hay una historia, y esta gira entorno a una misteriosa señora, pero el objetivo más inmediato está en la casa. Al principio nuestra ‘casa’ serán unos tablones en el suelo y un horno. Entrando al modo construcción podremos hacer la casa de nuestros sueños, y decorarla como queramos. La construcción es bastante sencilla y está bastante bien hecha, Lo suficiente como para que no quede un adefesio de casa incluso si eres el Santiago Calatrava de la construcción, es decir, el propio Santiago Calatrava.
El mundo y los seres que lo habitan
Creo que desde un primer momento se nota que Reka es uno de esos juegos que llamamos cozy. Toda la atmósfera del juego es acogedora y relajante. Ya sea que estemos cocinando, haciendo recados, decorando nuestra casa, explorando el mundo o hablando con la gente, siempre hay una sensación general de tranquilidad. No hay peligros en la naturaleza, ni forma de morir. La comida, más que para nosotros es para dársela a gente que nos la pide u ofrecerla en altares. Ni siquiera nos hacemos daño si caemos accidentalmente desde lo alto de nuestra casa, que personalmente agradezco mucho para la de veces que me pasó.
La mayor parte del tiempo la pasaremos explorando las zonas, consiguiendo recursos y ayudando a la gente que nos pide favores. De esta manera obtenemos recursos para construir y decorar la casa, ingredientes para cocinar y dinero, con el que podemos comprar cosas al mercader. Muchas construcciones también nos cuestan dinero, por lo que también podemos vender materiales y comida.
Reka está estructurado en zonas cerradas. En cada una de ellas habrá una serie de puntos de interés, como zonas de recolección, casas abandonadas, campamentos, aldeas o santuarios. Estas zonas se generan de manera procedimental. Una vez hecho todo lo que tengamos que hacer en estas zonas, tenemos que subir a nuestra casa y dirigirla hacia la siguiente. Así, encontraremos nuevos lugares, materiales y nuevas personas.
El camino río arriba es uno largo
Como ya mencionamos, Reka lleva poco tiempo en acceso anticipado. Se nota la escasez de contenido en el juego. Más aún con un núcleo de juego con tanta repetición. Actualmente solo hay un par de zonas que visitamos mientras realizamos las primeras misiones de la historia. Acompañado de un puñado de puntos de interés y NPCs que, si bien dan varias misiones secundarias, no es, ni de lejos suficiente para cerrar el loop de juego sin ser repetitivo al cabo de un par de horas. Y es que este juego podría hacerse muy pesado. Por ejemplo, el movimiento del pollo cuando lo controlamos es excesivamente lento, como si llevara la casa a cuestas; y necesitamos ir hacia el límite del mapa cada vez que queremos abandonar la zona.
De la misma manera que con la escasez de las misiones y el contenido, sólo contamos con una variedad muy escueta de materiales e ingredientes para nuestras recetas. Aunque, en este aspecto, Reka cumple las expectativas ofreciendo una buena variedad de construcciones, decoración, y platos.
Recalcando en especial la comida, que se cocina en el horno de nuestra casa. Para cocinar un plato, hay que seleccionar los 3 ingredientes que usaremos. Sin embargo, no empezamos con un libro de recetas. Al seleccionar los ingredientes, si estos conforman un plato, este se añadirá a la cola para cocinarse automáticamente. Para poder cocinar, primero tenemos que meter algún material que sirva de combustible para el horno. Según el material que sea y la cantidad, tendremos un tiempo determinado.
Cocinar un plato no es algo inmediato, suele llevar unos minutos. Por ello, la idea es dejar unos platos en la cola para que se vayan cocinando uno detrás de otro. Una vez terminados, estos se almacenan en un estante al lado del horno, mientras nosotros podemos hacer otras actividades.
Conclusión
Reka es una propuesta interesante y muy relajante. Decorar nuestra casa que también hemos construido con muebles y decoraciones que encontramos explorando o en misiones secundarias, en un mundo de fantasía (por lo de tener casa propia) precioso y con un profundo respeto por la naturaleza, enfocándose en la relación que tenemos con ella, y lo importante de que no la destruyamos. Es más, una vez desbloqueado el poder talar árboles, se nos pide que, después de talar un árbol, lo replantemos para mantener el equilibro de la naturaleza.
Pero Reka también es un producto aún muy temprano en su desarrollo. Simplemente por el tipo de juego que es necesita una gran cantidad de contenido para que no se sienta tan repetitivo. Por suerte, al tratarse de un acceso anticipado, esto es algo que se solucionará con el tiempo. al igual que sucede con los errores de rendimiento, bugs y crasheos que suceden de vez en cuando. Si la premisa de este juego es algo que os llama la atención, no le quitéis el ojo de encima, pues podría acabar siendo toda una experiencia.
Nota: 7/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por The71.
*Este texto es un análisis del contenido disponible hasta el día 09/11/2024.
