The Last Stand: Aftermath – El sacrificio del infectado
Algunos de nosotros, básicamente los que tuvimos acceso tardío a internet y, además, teníamos poco dinero, invertimos mucho tiempo en páginas webs que ofrecían diferentes juegos. Entre estos juegos en su día encontré The Last Stand y su continuación, 2 juegos muy entretenidos y adictivos en los que básicamente pasaba horas defendiéndome de los zombies y tratando de llegar a Union City. El estudio responsable de estos juegos, Con Artist Games, lanzó un Kickstarter de manera eficiente para crear The Last Stand: Aftermath, una entrega mucho más seria en términos de producción y con un lanzamiento multiplataforma, hasta el punto que se ha editado en edición física para consolas, cuyo distribuidor en España es Tesura Games.
Pero bueno, aquí estamos para ver qué tal ha quedado el producto final, el cual hemos probado gracias a una clave de Tesura Games para PS4. Así que, si estabas interesado, es posible que te interese mi análisis de The Last Stand: Aftermath.
La última oportunidad del refugio
En The Last Stand: Aftermath, un fantástico virus ha convertido a la humanidad en terribles criaturas, algunas muy del estilo zombie clásico, y otras más tirando a terribles mutaciones a las que temer incluso en sueños. Años después de este desastre, lo poco que queda de la humanidad está en pequeños asentamientos, y nosotros formamos parte de uno de estos, aunque nos ha tocado la parte mala, la de portadores del virus.
Como superviviente infectado tenemos que salir a los restos del mundo junto a un coche para cargarlo de suministros y que luego, una vez muertos, lo pueda recoger un grupo de exploradores. Así es nuestra vida, estamos infectados y… nos quedan apenas unos días de vida, así que mejor aprovecharlos para que el resto puedan vivir mejor.
Por supuesto, el juego no se reduce a esto en cuanto a su historia. Tiene toda una trama extra sobre los grupos de contención HERC y su trabajo durante el peor momento de esta epidemia. Y también sobre el virus, ya que parece estar teniendo unas extrañas mutaciones últimamente y puede ser que nada es lo que parece, pero eso lo tendrás que descubrir tú, porque aquí estamos para saquear y matar.
Intenta saquear el máximo posible
El núcleo del juego es básicamente un roguelite, por lo que después de cada partida tendremos acceso a algo mejor para la siguiente, de manera que hay un progreso más o menos constante hasta que el jugador pueda llegar al final de la aventura de una manera mucho más cómoda. Esto quiere decir que al inicio de cada partida escogeremos a un superviviente, separados por tipos contando cada uno con un equipamiento inicial, y con el que tendremos que marchar a por diferentes recursos.
El juego está dividido en pequeñas fases con diferentes construcciones, y podemos decidir a donde ir mediante un mapa, aunque no suelen ser muchas opciones las que dan… En estos niveles podemos encontrar diferentes eventos y tipos de refugios, pero lo más importante para la progresión son 2 tipos de recursos: conocimiento y suministros.
El conocimiento lo obtendremos mediante la recolección de objetos del «viejo mundo», en el cual la humanidad era tal y como la conocemos ahora mismo. Pueden ser papeles con información, manuales varios u objetos que en el mundo del juego no son muy comunes de ver, la cosa es inspeccionar prácticamente cada estantería en busca de este recurso. El conocimiento se usará principalmente para comprar mejoras permanentes y para comerciar si damos con un mercader.
Por otro lado, los suministros los obtenemos encontrando una buena mochila cargada de ellos y llevándola al coche, o marcando cajas de suministros de HERC con una baliza para una posterior recogida del grupo de exploradores. Generalmente renta esto último, encontrar las ansiadas cajas de suministros en todos sus tipos, ya que son las que más puntos dan, aunque también os podéis quedar el contenido y no recoger los suministros para el campamento. Estos se usan para llenar la base con nuevos arquetipos de supervivientes, desbloquear armas, materiales de fabricación, mejoras para los refugios de mitad de camino e incluso conseguir algunas cosas antes del viaje.
Eliminando, o no, todo a nuestro paso
Ahora vamos al gameplay de The Last Stand: Aftermath, porque no todo se limita a obtener conocimiento y suministros, hay más cosas y otros factores a tener en cuenta a la hora de jugar. La jugabilidad es estilo twin-stick, con uno te mueves y con el otro apuntas en caso de usar un arma de fuego, aunque para los ataques cuerpo a cuerpo tendremos que estar cerca del enemigo simplemente y pulsar el cuadrado. También cuenta con un sistema de energía y esquives rodando al más puro estilo Dark Souls pero adaptado a esto.
La jugabilidad en sí, lo que es la sensación de movimiento y apuntado, no está mal para ser un juego que requiere cierta precisión en el apuntado para no gastar balas. Cuesta pillarle un poco el truco para moverte bien, sí, pero te acabas haciendo a él sin mucho problema. Es más, diría que lo único que me ha molestado es que en ocasiones las físicas de objetos juegan alguna mala pasada o que algún zombie te da un pequeño golpe que igual no parece que debería darte.
En tema de armas, me ha llamado la atención, porque según he ido desbloqueando nuevas recetas de creación y, directamente armas, al final el juego cuenta con bastante arsenal para enfrentar a las oleadas, tanto de fuego como armas cuerpo a cuerpo. Además, a las armas de fuego se le pueden ir añadiendo diferentes piezas para cambiar sus estadísticas, aunque todo dependerá de la suerte que tengamos al rebuscar por los niveles.
Cuenta también con un sistema de creación de objetos muy bien hecho a mi parecer, ya que tienes que ir descubriendo tú qué puedes combinar y luego se te guarda la receta. Y no solo eso, es que hay diferentes sitios en los que puedes crear objetos y esto altera las creaciones, por lo que hay que investigar bastante para descubrir todo lo que podemos hacer, y ya os digo que es muy útil para sobrevivir.
Los enemigos son bastante curiosos, ya que al principio parece que todos acaban actuando de la misma manera, pero no es así. Hay unos cuantos tipos diferentes de zombies y cada uno tiene su «rutina», por no contar los infectados especiales, con los que hay que tener especial cuidado a la hora de enfrentarlos, ya que pueden aniquilarnos rápidamente. Y por aquí entra en juego el sigilo que nos ofrece el juego, y el uso de ladrillos o botellas para generar ruido y alejar a los zombies de donde queremos.
Y un pequeño detalle que no me esperaba e incluso me asustó, es el virus. Durante nuestros viajes tenemos que buscar las dosis antivirales de HERC, que no eliminan el virus, pero detiene su propagación en nuestro cuerpo. La cosa es que, si no encontramos ninguno, o el virus se propaga mucho en nuestro cuerpo, tenemos acceso a mutaciones aleatorias que nos ofrecen pequeños bonus en la partida. Eso sí, a costa de un bloque entero de salud, por lo que es un arma de doble filo.
Le falta un poco más de tiempo en el horno
Si bien es cierto que el juego en términos de ambientación, jugabilidad y bucle de juego está bastante bien y engancha, creo que hay ciertas cosas que se deberían pulir para generar una buena experiencia de juego en su conjunto total.
Comenzando por su apartado gráfico, el cual, para haberse jugado en una PS5, aunque en su versión de PS4, deja un poco que desear en calidad visual, especialmente en escenarios donde es de día. Como podéis observar en la misma imagen de abajo, no es que se haya trabajado mucho en este aspecto, hasta el punto que ni sombras tenemos en escenarios donde da el sol, o que no tengamos la nitidez deseada.
Generalmente no suelo meterme con esto, pero es que el contraste que se genera con el escenario así, a cuando el escenario se visita de noche, es absurdamente notable y me rompe un poco en cuanto a lo visual. Si habéis visto el análisis, ya habréis visto otra imagen del juego de noche. También en alguna ocasión he tenido pequeñas bajadas de FPS, me he atascado con algunos props del nivel e incluso hay fallos en algunos menús de las mejoras que pueden confundir, ya que ocultan el texto o muestran el que no es.
Sin embargo, me he encontrado con un fallo más grave y que, espero, no le pase a nadie más. De un día para otro he perdido todo mi progreso porque, de repente, el savedata estaba corrupto y no se puede leer, por lo que me tiempo invertido en The Last Stand: Aftermath ha resultado en tiempo perdido. Me duele muchísimo, porque realmente estaba disfrutando del juego hasta este punto, y me apetecía continuar jugándolo, pero esto me ha dejado destrozado.
Conclusiones de The Last Stand: Aftermath
SI algo me queda claro, es que, aunque actualmente el juego es disfrutable y tiene una genial ambientación, hay pequeñas cosas que pueden mejorarse con unos cuantos parches y algo más de trabajo, y no me refiero solo al apartado gráfico, si no a pequeños fallos que pueden entorpecer la experiencia ocasionalmente y especialmente el fallo de los datos guardados. Mantengo mi postura de que el juego es bueno y se puede disfrutar, incluso que engancha, pero que le faltaba un poco más tiempo para salir y espero que terminen de pulir esas cosillas.
Personalmente, es posible que intente de nuevo terminarlo, ya que había accedido incluso a la siguiente parte del juego y me encontraba realmente cerca del final, pero el destino no ha querido que esto se cumpla ahora mismo. Si tenéis pensado comprarlo, lo recomiendo, vais a echar unas buenas horas, especialmente si eres un fan de los juegos de zombies.
Nota: 7.5/10
*Análisis hecho con una clave que nos ha otorgado Tesura Games, a quien le damos las gracias por la oportunidad.
*Esto es un análisis antiguo que escribí en InformeGamer.es, por eso no hay imágenes.