¿Quiénes son Collective Shout?
Lo primero de todo, y más importante, es saber quienes son los responsables tras la oleada de videojuegos retirados, o desindexados, de Itch.io y de Steam, ya que muchos de ellos cumplían perfectamente con todas las normas para su publicación. Tras esto, hay una organización responsable, qué, como suele ocurrir, no queda del todo muy claro su cometido ni sus formas de actuar.
Collective Shout es una organización australiana fundada en 2009 por Melinda Tankard Reist, conocida por sus posturas conservadoras y activismo en contra de la sexualización en medios. Su discurso público se centra en “combatir la explotación de mujeres y niñas”, algo en lo que todos estamos de acuerdo, pero diversos analistas y medios independientes han señalado que detrás del colectivo podrían encontrarse intereses religiosos, grupos antiaborto, anti-LGBT y anti-pornografía.
Collective Shout actúa con una estructura sólida, campañas bien financiadas y alianzas con entidades como NCOSE (National Center on Sexual Exploitation) o Exodus Cry, ambas con una conocida agenda religiosa. Estas conexiones han hecho sospechar que el grupo utiliza el feminismo como fachada para una agenda moralista que busca imponer sus valores en industrias culturales como la del videojuego, y extender su poder más allá de las razones realmente importantes.
Historial de censuras aplicadas por Collective Shout
Desde su fundación, Collective Shout ha promovido campañas de censura dirigidas contra:
- Videoclips y artistas musicales (como Eminem o Tyler, the Creator), solicitando incluso la cancelación de sus visas para actuar en Australia.
- Publicidad y moda que, según ellos, sexualiza a niñas o promueve estereotipos de género.
- Productos en grandes cadenas como Target o Kmart, logrando la retirada de juguetes, ropa o publicaciones.
- Y, más recientemente, videojuegos distribuidos en plataformas como Steam (punto 15) o itch.io.
Lo preocupante no es solo el contenido al que apuntan, sino el modo en que logran la censura: sin pasar por tribunales ni normas claras, presionando directamente a las plataformas o a sus mecanismos de financiación.
La nueva estrategia: censura mediante bloqueo financiero
Este 2025, hace apenas 2 semanas, Collective Shout intensificó su presión a través de una carta pública dirigida a pasarelas de pago como Visa, Mastercard, PayPal o Discover. Su objetivo era obligar a estas empresas a cortar relaciones con plataformas que distribuyeran juegos con contenido sexual explícito, aunque fuera ficticio. Que conste, todos sabemos de juegos que incluso el más libertario, al verlo, no ha entendido bien como se ha podido publicar.
Esto llevó a que plataformas como Steam e itch.io eliminaran cientos de títulos, incluso antes de revisar si estos realmente violaban las condiciones establecidas. En muchos casos, el contenido eliminado no representaba violencia sexual ni explotación, sino que formaba parte de obras de ficción que usaban el horror o el erotismo como vehículo narrativo.
Consecuencias para el desarrollo independiente
La principal consecuencia ha sido un clima de autocensura generalizada entre desarrolladores independientes. Juegos como Mouthwashing han sido desindexados en itch.io sin razón explícita, simplemente por su tono perturbador o el uso simbólico del cuerpo. Aunque el título no incluye contenido sexual, fue penalizado como si lo hiciera.
Este tipo de censura silenciosa no solo limita la libertad creativa, sino que impide visibilizar juegos que, paradójicamente, critican las mismas problemáticas que Collective Shout dice combatir: el abuso, la opresión y la violencia. El sistema automatizado de exclusión, guiado por criterios ambiguos, termina silenciando las voces que podrían generar un debate sano y necesario sobre estos temas.
Por qué oponerse a esta censura es una cuestión de principios
Es razonable establecer límites legales frente a la pornografía infantil o los discursos que incitan directamente al odio, creo que en esto podemos estar todos de acuerdo. Pero lo que hace Collective Shout es otra cosa: se posiciona como árbitro moral absoluto e impone criterios ideológicos sobre lo que puede o no puede expresarse.
Cuando se censuran títulos que denuncian la violencia sexual, o que abordan desde el arte temas difíciles, se está eliminando el espacio donde puede darse una reflexión crítica. La censura sin contexto solo genera miedo, ignorancia y prejuicio. Por poner algunos ejemplos, aquí mismo hemos analizado VILE: Exhumed, un videojuego que precisamente su trabajo es denunciar la misoginia, relaciones parasociales e incluso el abuso y violencia hacia las mujeres. Pues bien, ha sido retirado actualmente de Steam por «Contenido sexual con representaciones de personas reales», algo que hasta hace no mucho era realmente un problema y el juego estaba preparado para lanzarse. Algo realmente gracioso también es que no ha sido por el gore explicito… Y esto es solo el principio, pues también se han desindexado (no aparecen al buscarlos) Moutwashing y Fear and Hunger Shadowbanned de Itch.io (plataforma quizás más afectada), entre muchísimos otros.
A disappointing update about VILE: Exhumed… pic.twitter.com/uey9zt7WiI
— ♡ cara cadaver ♡ (@dirtlord77) July 28, 2025
Si tú también valoras la libertad de creación, el pensamiento crítico y el derecho a explorar desde la ficción lo que ocurre en la realidad, no puedes permitir que grupos como Collective Shout impongan su visión bajo la apariencia de protección. La defensa de las mujeres y niñas no se logra silenciando obras complejas, sino dando espacio a discursos honestos, incómodos y, muchas veces, necesarios.
Aunque en muchas ocasiones estas peticiones quedan en espacios vacíos, os animo a firmar este Change.org, y al menos, intentar hacer ruido. Yo creo que basta ya de tanta censura en pleno 2025, cada vez somos menos libres de crear y consumir…
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