Hollowbody es un viaje a otra época
Ya sabéis que el survival horror y terror psicológico, son 2 de mis géneros favoritos, y que cuando tengo la oportunidad, siempre intento jugar a los nuevos lanzamientos, especialmente si son indies. Hoy, vengo con Hollowbody, el juego recién lanzado de Headware Games y el cual llevo siguiendo un largo tiempo en Twitter, por lo que, más o menos, sabía a lo que venía. Además, hace poco tuvo una demo y esta me gustó, así que bueno, definitivamente tenía que probarlo y aquí os traigo su análisis.
Un mundo desconocido para todos…
Hollowbody es un juego que apuesta mucho más por su historia y ambientación, que por su jugabilidad, y eso nos lo deja claro bastante rápido. El juego tiene lugar en un mundo casi apocalíptico, depende por donde lo mires, tiempo después de un posible ataque terrorista con algún tipo de arma biológica que asoló las costas de las islas británicas y dejó aquello con la economía destrozada, personas pasando hambre y esas cosas. Vamos, mucha desgracia y muerte. Tras esto, se intentó llevar al máximo posible de ciudadanos, solo los importantes, a la ciudad de Aeonis. Esta ciudad es bastante futurista, y tiene una muralla alrededor, por miedo al contagio del exterior.
Aunque nuestra historia, sucede 6 décadas más tarde de este incidente, y comienza con Sasha, una joven que se apunta a un grupo de gente que busca respuestas al origen del incidente, puesto que realmente no saben qué ocurrió, solo que muchísima gente murió, y otros, sobrevivieron esperando algún tipo de ayuda… La cosa es que al poco de jugar con Sasha, esta desaparece, y entonces pasamos a la protagonista de verdad, Mica.
Mica viene siendo una contrabandista en esta nueva ciudad de aspecto futurista, con contactos, capaces de conseguirle un permiso para salir a la zona de exclusión en busca de Sasha. Sin embargo, no todo sale como esperaba, y acabamos a nivel de suelo, sin coche volador, y rodeados del horror que lleva décadas creciendo en la zona exterior. Nuestra misión, buscar a Sasha y salir de allí con vida.
A nivel de historia, debo confesar que, por lo que sea, no me ha terminado de enganchar. Ha habido pequeños atisbos de que por dentro piense «anda…» «Vaya vaya, así que…», pero todo casi más en relación con lo poco que se puede ver del pasado de Mica y Sasha, más que el mundo terrible que tienen enfrente. Es cierto que me interesa saber más en profundidad sobre ese extraño mal que acecha, que sabe de nosotros, que parece una especie de mente colmena, pero también quiero saber más de Mica y Sasha, y la sensación, al final, es que se me ha quedado a medias entre ambos puntos. Sospecho, que parte del problema viene por el inglés, si estuviese en castellano posiblemente hubiese conectado algo mejor. También hay algunos fallos técnicos, que comentaré más tarde, que me han dejado algo fuera.
Jugablemente es todo un clásico
A nivel jugable, Hollowbody quiere recordarnos a esa época de PlayStation 2 con juegos como Resident Evil y Silent Hill, y ciertamente esto lo consigue, aunque tengo algunas quejas que plantear. A nivel de movimiento, tenemos los clásicos controles del género actualmente, tanque y modernos, para escoger según gustos. En lo personal, ya me acostumbré a los modernos y me he quedado con ellos, responden bien y te mueves bien, básicamente.
Lo demás es interactuar con los objetos del escenario o pegarte con algún enemigo, algo que en este juego resulta un tanto tosco si quieres hacerlo cuerpo a cuerpo. Personalmente, no me ha quedado claro el tema de las animaciones al atacar con CaC, a veces son algo toscas según el arma, así como la variedad de ellas, que en ocasiones me ha dejado vendido. Es mucho más favorable utilizar las armas de fuego, aunque solo he encontrado una escopeta y un arco, además del revolver que ya porta la protagonista.
Los enemigos por su parte hacen honor al género, siendo estos totalmente esquivables y opcionales en la mayoría de casos, aunque nunca está de más recoger munición y plantarle cara a alguno que está situado muy a traición. Que hablando de recoger balas, el juego presenta 2 dificultades iniciales, una más sencilla y otra que es la escogida por el desarrollador. En esta última fue mi primera partida, y debo decir que aun así la encontré bastante amigable, con recursos más que de sobra para terminar la partida sin problema alguno. Es algo a lo que estoy acostumbrado realmente, así que no me importa, así también se asegura que cualquiera menos experto del género, pueda terminarse la partida, aunque al terminar el juego tendréis disponible un nuevo nivel de dificultad.
Que peca en su exploración y acertijos
Si hablamos de exploración, para mí es un punto en el que peca un poquito. Los escenarios los vemos en tercera persona con una cámara que nos medio sigue, medio fija, y que solo permite cierto movimiento, aunque podemos recolocarla con un botón. En este sentido, el juego ofrece buenos planos, pero también es ligeramente incómodo, casi hubiese preferido un sistema de cámara totalmente fijas a lo Resident Evil.
Aunque mi queja viene porque, en ocasiones, cuesta ver algunos objetos, y porque hay mucho escenario y sala que no sirve de mucho, solo para perder el tiempo. Un poco más de objetos interesantes en algunos puntos mejoraría bastante las ganas de explorar del jugador, y haría que este se interesase más, pero en una segunda partida sabiendo esto, solo te apetece ir de una. Además, las secciones de caminatas por la ciudad, se me han hecho muy lentas y poco gratificantes en exploración, hasta el punto que preferí sacar el mapa y ver el punto de ruta, que muy buen mapa por cierto. Para rematar, me esperaba ver algún que otro puzle más, pensar un poquito o similares, pero finalmente casi todo se reduce al uso de llaves con un par, literalmente, de puzles bastante facilitos.
Algo que sí hace más o menos bien, es que hay bastantes documentos que añaden contexto a la situación que la gente que quedaba en ese momento. También podemos ver unos «ecos» con historias desoladoras de suicidio, gente que intentó escapar y sobrevivir con lo que encontraba, familias que no tenían ni lo más mínimo, abuso de poder por parte de seguridad. Lo que viene siendo el peor momento de la sociedad cuando todo sucedió. Hay un poco de todo, y lo peor, es que son historias desconocidas, quienes tenían cierto valor en la sociedad, escaparon de aquello sin problema, y viven «como reyes» en Aeonis desconociendo lo que está fuera de las murallas actualmente.
Pero que sabe lo que hace con su mundo
Sin embargo, Hollowbody creo que sí consigue transmitir y agobiar en parte con su atmosfera, así como con sus escenarios más cerrados. La ciudad, la verdad que mantengo, que es un trámite bastante innecesario y que casi te saca un poco por momentos. Sin embargo, mismamente la primera sección de los apartamentos, creo que dentro del terror psicológico está muy bien llevada. Pasillos oscuros, alguna luz al fondo, no ves mucho que hay entre medias, y lo más importante que siempre remata, el sonido.
El juego cuenta con prácticamente nula banda sonora mientras jugamos, siendo lo poco que se escucha más acompañamiento que otra cosa, pero los efectos de sonido son constantes. Casi siempre estás escuchando algo de fondo, aparte de cuando hay enemigos cerca, incluso en habitaciones vacías. Hay algún susto también, de estos prácticamente jumpscare, pero, sin embargo, me quedo con, por ejemplo, una habitación en la que, donde debería haber una terraza, hay una pared y se oyen unos pequeños golpes en esta.
La tensión que puede llegar a generar Hollowbody creo que está a buen nivel, y es bastante fiel a lo que uno puede esperar en este género. Un juego donde el agobio viene más de lo que podría haber, que de lo que hay, de lo que tu mente pueda llegar a sugestionarse y pensar posibles escenarios para eso que puede estar escondido a la vuelta de la esquina. Sin duda, la dirección que hay tomada en este apartado es buena y es la correcta, aunque sigo pensando que podría haberse potenciado algo más de alguna forma.
Hollowbody está hecho por una sola persona, y eso se nota
A nivel técnico e incluso animaciones, Hollowbody tiene todavía un poco de trabajo por delante. El juego por momentos se siente torpe, especialmente en apartados como las animaciones y las transiciones entre estas, que alguna vez incluso me han sacado de lugar. También he podido encontrar algunos fallos de sonidos que se cortan de repente, otros que aparecen de la nada, en el menú, al darle a atrás en el mando que suene, pero no regrese al menú anterior. En ocasiones, incluso he visto enemigos u otros elementos atravesando paredes. Son pequeños fallitos, que cuando llevas una sesión larga, se notan más de lo que a uno le gustaría.
Si hablamos de rendimiento, con mi GTX 1060 de 6 GB he podido jugar casi toda la experiencia a 1080p@60 en la calidad más alta, con bajones únicamente en zonas exteriores. No sé si será problema de optimización, o que mi PC empieza a quedarse igual de obsoleto que las viviendas de la zona exterior de Aeonis. En interiores, el 99% del tiempo sí que el juego rinde de muy buena manera. Aunque debo confesar que hay pocos ajustes, y he echado en falta algún tipo de filtro que emulase todavía algo más el apartado gráfico de PS2. Si lo quieres hacer manualmente, tienes que dejar el juego a 720p, y aun así, cuesta verlo de tal forma.
Por otro lado, el juego cuenta con doblaje al completo en sus personajes, algo que sinceramente mantengo, que aunque no sea en nuestro idioma, siempre se agradece. Los juegos sin voces, cada vez los trago menos, y aquí está al completo de principio a fin. Es algo que habría incluso que pelear por ver cada vez más, especialmente en grandes producciones, mientras que en juegos de menos presupuesto, habría que dar prácticamente las gracias, ya que es costoso.
En términos de rejugabilidad, la verdad que Hollowbody cumple bien, porque cuenta con diferentes finales, los cuales llegaremos mediante nuestras decisiones en ciertos momentos, y añadidos al new game+. Estos últimos son principalmente el modo en primera persona, que la verdad, está de maravillas, y el modo de enemigos cabezón, por si no los veis.
Conclusiones del análisis de Hollowbody
Siendo honestos, como ya dije al principio, es cierto que he tenido algunos problemas para conectar con Hollowbody, pero eso no quita que también haya podido verle las partes buenas. Es cierto que hay algunos apartados mejorables, pero teniendo en cuenta que el título acaba de lanzarse y está hecho por una sola persona, pues hay que decir que el resultado es realmente bueno. En este tiempo, también lleva ya 3 parchecitos, así que poco a poco las mejoras van llegando. Puedo decir perfectamente que Hollowbody es un buen juego y que, si hubiese salido en la época que pretende hacernos vivir, es muy posible que pasase de una por un juego de esos que a día de hoy posiblemente recordariamos los fan del género. Si vuestra idea es vivir un «silent hill» indie, por aquí teneis un recomendado, y aperitivo de lo que se nos viene en estos meses.
Nota: 8/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Strange Signals.
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