24 de noviembre de 2024
Like a Dragon Infinite Wealth análisis

Análisis Like a Dragon: Infinite Wealth – PS5

Like a Dragon: Infinite Wealth – Empezando en un nuevo lugar

Desde la llegada de Like a Dragon 7, la entrega que nos trajo a Ichiban Kasuga y su aventura RPG, es cierto que estoy un poco más metido en la franquicia. Incluso tuve la oportunidad de jugar a Like a Dragon: Ishin! y me acabó gustando más de lo que esperaba. Durante un tiempo, se ha venido anunciando Like a Dragon: Infinite Wealth como una de las mayores/mejores entregas más recientes de la franquicia, así que aquí nos encontramos, una vez más, disfrutando de una nueva historia de Ichiban Kasuga y compañía, tanto vieja como nueva. 

Volviendo a las tragedias

Like a Dragon: Infinite Wealth continúa donde lo dejamos en Like a Dragon (7), tras los eventos de la Gran Disolución. Ichiban se encuentra ahora trabajando en Hello Work, ofreciendo trabajo a los demás y, entre medias, intentando ayudar a aquellos ex-yakuzas que merezcan una segunda oportunidad. Todo parece tranquilo, una vida simple, pero pacífica junto a sus amigos, justamente algo por lo que Ichiban ha estado luchando tanto tiempo. Sin embargo, tras una serie de eventos en los que no quiero entrar en muchos detalles, todo se tuerce. Daré algunos datos, pero creo que no son lo suficientemente exactos como para arruinaros la experiencia en caso de que vengáis desconociendo cosas.

Se tuerce tantísimo, que llegamos a perder el trabajo y vernos de nuevo casi como mendigos. Pero por azares del destino, nos encontramos de nuevo con Jo Sawashiro, que debería estar cumpliendo condena, y nos cambia un poco nuestro destino. Aparte de ofrecernos información que, para Ichiban, es prácticamente reveladora, también nos encarga una misión con mucha urgencia: buscar a Akane en Hawai, la querida del jefe Arakawa y… algo más. Obviamente, hasta llegar a Hawai, ya suceden bastantes cosas interesantes que gustarán a aquellos que estén más familiarizados con Ichiban y su historia.

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Al poco de llegar a Hawai, descubriremos que aquello no es el paraiso con el que mucha gente sueña. De hecho, se parece incluso demasiado al panorama que podemos ver en Yokohama, gran parte debido a que se trata de un destino muy común para los japoneses, y no precisamente todo es turismo. Hawai es un paraíso para el crimen y… ¿Adivináis quién es un héroe? Exacto, Ichiban Kasuga. Total, que una vez más, nos veremos envueltos en peleas que no nos vienen a cuento, pero también en muchas otras que sí. Conoceremos a nuevas bandas callejeras y mafias que controlan el cotarro en Hawai y las enfrentaremos, resultando en que, casualmente, todos estamos buscando a la misma mujer, incluso nuestro gran conocido Kiryu bajo el mandato de los Daidoji.

Sinceramente, puede que os lo haya contado de la peor manera para no contar demasiados detalles, pero os puedo asegurar que sigue muy bien dentro de lo que se espera en la franquicia: una historia de 10. Engancha desde el primer momento hasta el final, con 0 decepciones y en ese fantástico toque de tragicomedia, en el que te estás partiendo de risa y a los 2 minutos sucede algo que te sienta como una estaca en el pecho. Ya sabéis, una historia adulta bajo el prisma del gran soñador que es Ichiban. Si venís a este título por la historia, de verdad, no vais a decepcionaros.

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Aunque lo mejor, sus personajes

Si hay algo que funciona bien en esta entrega, al igual que en otras, son sus personajes. Vale que el guion del juego es bastante bueno, pero sin tremendos personajes no ganaría ni la mitad de lo que es actualmente la entrega. En el anterior Like a Dragon 7, ya pudimos ver lo carismático que es Ichiban, junto a sus amigos Nanba, Adachi y Sa, principalmente. Tenía mis más y mis menos sabiendo que en Like a Dragon: Infinite Wealth gran parte del juego tendríamos a otros personajes. Y aunque algunos ya son viejos conocidos, mi miedo eran los nuevos.

Sin embargo, sorpresa. Dentro de lo que es el grupo nuevo principal de Infinite Wealth, llegan nuevos amigos poco a poco al llegar a Hawai. Uno de ellos es el taxista que nos recoge en el aeropuerto, Eric Tomizawa, cuyo desarrollo de personaje es absurdamente tremendo para cómo le conocemos. También se une bastante «pronto» Chitose Fujinomiya, que aunque su historia comienza como antagonista, más tarde descubriremos que es un cajón de sorpresas y secretos, con sus motivaciones personales para hacer lo que hace. Estos dos nuevos añadidos le sientan como un guante al grupo, siendo prácticamente cada uno de los 4 totalmente diferentes, pero arrastrados sí o sí por el carismático Ichiban, y regalándonos alguna que otra sorpresa en ocasiones.

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Por supuesto, no podemos dejar atrás a los personajes que quedan en un segundo plano, o que bien se unen en los últimos compases, porque no quiero tampoco contaros el juego entero. Sigue habiendo muchas caras conocidas de la anterior entrega, Ichibanesca, y algunas os alegraréis de verlas y otras no tanto, pero sin duda, una de las mejores cosas que consiguen hacer es tener personajes que recordaremos durante mucho tiempo. En conjunto, volvemos a tener un título que solo nos deja con ganas de esperar la siguiente entrega de Ryu Ga Gotoku Studio.

Vuelta a los turnos divertidos y efectivos

En caso de que os pille por sorpresa, Like a Dragon: Infinite Wealth tiene un sistema de combate a base de turnos que, realmente, funciona bastante bien y es muy dinámico. Además, cuando el grupo crece, todos van ganando experiencia aunque estén preparados para el relevo. Por supuesto, los enemigos se transformarán ante la vista de héroe tanto de Ichiban, como de Kiryu cuando nos toque jugar en sus capítulos (sorpresa), representándolos cómicamente como si se tratasen de enemigos de cualquier JRPG de toda la vida.

Cuando digo que es un sistema dinámico, es porque las acciones se realizan rápido y hay muchos extras que ayudan a que el combate, exceptuando los jefes, se hagan relativamente rápido. En cada turno tenemos una pequeña área de acción en el que movernos para realizar nuestra acción, con la posibilidad de ganar un bonus de daño si el enemigo está dentro de esta área. Tenemos la posibilidad de atacar usando objetos del entorno para también ganar un extra de daño, podemos generar diferentes estados negativos, empujarlos entre ellos o contra objetos y paredes e incluso cuando hemos avanzado, que cuando derribes a uno se cree una cadena de golpes con los demás miembros.

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Seguimos contando con los Mercenarios a modo de invocación, los cuales reclutaremos mediante misiones secundarias, y son bastante útiles en combate. Así mismo, si forjamos bien los vínculos con nuestros compañeros, dispondremos de habilidades conjuntas de alto poder. Además de que tenemos un amplio catálogo de diferentes trabajos para cambiar en nuestros personajes (desbloqueables en el capítulo 5) y así ganar estadísticas y heredar habilidades entre ellos.

Aunque como punto principal para la mejora de nuestros personajes, aparte de lo comentado, y subir de nivel, obviamente, lo más importante sigue siendo tener un buen equipamiento. Se mantiene ese toque RPG en las estadísticas, pero seguiremos necesitando comprar gran parte de este e invertir nuestro dinero, así como mejorarlo. Aunque si el combate os engancha, es recomendable echarle un ojo a las mazmorras que desbloqueamos, aunque son algo sosas, para conseguir diferentes equipamientos.

El resumen es que aunque hasta yo mismo cada día estoy siendo más reacio a los videojuegos por turnos (principalmente por mi falta de tiempo), en Like a Dragon: Infinite Wealth confieso que le sientan bastante bien y suelen ser combates rápidos. Además, los combates contra jefes suelen ser bastante emocionantes y desafiantes, por no hablar de que según avanzamos, más vemos la necesidad de jugar con estrategia.

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Explorando Hawai y Kamurocho: actividades para todos

Estamos ante un videojuego de la franquicia Yakuza/Like a Dragon, así que explorar los mapas y disfrutar de diversas actividades es prácticamente el otro 50% del juego. Ahora hay que tener en cuenta que podemos disfrutar tanto de Hawai como de Kamurocho, por lo que se nos duplican las posibilidades, aunque sinceramente, lo he encontrado relativamente corto en ese sentido a comparación de otras entregas. Gran parte de lo que podemos hacer son esas historias secundarias que tanto dan que hablar en ocasiones, porque salen a cada esquina, aunque aquí tengo la sensación de que salen a un ritmo más pausado y son algo más rápidas de completar en su mayoría.

Aparte de ayudar a la gente con sus historias secundarias, que en muchas ocasiones, adelanto, nos van a dar buenas recompensas, también podemos disfrutar de sus calles buscando recompensas y realizando diferentes actividades en formato minijuegos. Realizar muchas de estas actividades nos aumentará el bolsillo, pero también nos otorgará puntos de personalidad para Ichiban, de manera que vamos a ganar diferentes bonificaciones y acceso a nuevos trabajos (sí, hay que desarrollar la personalidad y, además, pagar). Incluso podemos disfrutar del mítico Sega Bass Fishing, junto a Virtua Fighter 3tb o SpikeOut, e incluso los clásicos juegos como el Mahjong, el Shogi o unos dardos.

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Entre muchos de estos minijuegos encontramos alguno como el Crazy Delivery, que es básicamente un Uber Eats en bicicleta para ganar puntos a canjear por objetos, Miss Match, una aplicación para ligar y desarrollar la personalidad de Kasuga, o reciclar toda la basura que encontremos por la playa. Es un juego bastante completo en minijuegos, pero como comprenderéis, tampoco os voy a contar al detalle todos porque podríamos tirarnos aquí un día entero escribiendo. Avisaros de que cuando nos acercamos un poco más de la mitad al final de la aventura, se comienzan a desbloquear todavía más cosas secundarias que realizar, alargando las horas del juego si queréis hacer el 100%. La historia principal en torno a unas 40-50 horas podréis completarla, según si os paráis a subir de niveles o acabáis yendo con el nivel justo a los combates.

Ahora si hay algo que, personalmente, merece la pena son 2 de los modos secundarios más trabajados de esta aventura…

Isla Dondoko y la Liga Sujimon

Dentro de todas las actividades a realizar, la Isla Dondoko y la Liga Sujimon, son a las que más importancia se le dan y con razón. Comenzando por la Isla Dondoko, que hablando claro, es una especie de submodo de juego similar a un Animal Crossing. Nuestro objetivo es liberar la isla de la basura que están dejando allí y reformarla de manera que pueda volver a sus días de gloría como complejo turístico.

Entre las actividades que tenemos que realiar, aparte de liberar la basura, es la construcción de mobiliario y posterior colocación, mejorando la reputación de la isla para alcanzar nuevos niveles y que nos den más mejoras y pueda empezar a venir gente allí a pasar los días. Para ello, tendremos que ir pasando los días recolectando los recursos en la propia isla, echando a los «piratas» que nos llenan la isla de basura, cazando insectos, cogiendo plantas, pescando e incluso recogiendo las cosas que llegan a la playa, mientras construimos diferentes edificios y extras para mejorar la isla. Es absurdo, pero hay más similitudes con un Animal Crossing de las que parece, y es un modo al que podemos invertir muchísimo tiempo además de que las ganancias son bastante buenas a largo plazo.

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Dentro de mi retraso mental, esta es la única captura que saqué del Dondoko Island.

Es posible que no sea un modo al que dedicarle horas de golpe según lo desbloqueamos en el capítulo 6, pero sí uno en el que poco a poco pasar para hacer un poco de trabajo y ganar dinero, o bien una vez en el final del juego, para hacernos con buenos dineros para seguir comprando cosas.

Y en el otro extremo, tenemos la Liga Sujimon, que se orienta más a un gacha de los que podemos ver hoy en día en móviles, sin llegar a ser directamente una comparación con Pokemon como muchos piensan. Una vez desbloqueada al completo esta actividad, podemos reclutar a muchos de los enemigos que nos encontramos ofreciéndoles regalos después del combate, así como buscar incursiones con enemigos que se pueden reclutar, pero eso no es todo, también ganaremos tickets que canjearemos en diferentes «banners» a modo gacha. Luego estos Sujimones los podemos subir de nivel a base de pelear contra otros entrenadores o mediante el uso de diferentes objetos. También pueden evolucionar y subir su rango, de igual manera que en cualquier juego gacha de móvil, incluso tenemos la ruleta de debilidades elementales a la hora de pelear.

A la hora de pelear, lo haremos en combates de 3 vs 3, con otros 3 de relevo por si muere alguno. Ganaremos turnos según la velocidad de nuestro equipo, así que es importante siempre tenerla elevada, y PM después de cada turno, los cuales acumularemos para un ataque especial. Es cierto que es bastante sencillo, pero de alguna manera lo he encontrado bastante entretenido. Además, su hilo de misiones es algo así como enfrentar la Liga Pokemon, tenemos que subir nuestro nivel de entrenador para ir enfrentando a los líderes hasta hacernos campeones de la liga. Y en caso de que no haya quedado claro, los Sujimones son los diferentes enemigos, por lo que los equipos acaban siendo bastante peculiares…

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Se ve bien, rinde bien y se juega bien

No quiero seguir extendiendo esto, porque ya sería ponerme a hablar de todas las actividades secundarias, las cuales creo que van un poco a gusto de cada uno. Habrá quienes completen la historia y hayan disfrutado del juego, mientras que otros sé que se perderán en todo lo que Like a Dragon: Infinite Wealth nos ofrece. Por eso, vamos ir hablando un poco de la experiencia técnica, que en toques generales ha sido bastante buena.

La versión que he jugado ha sido la de PlayStation 5, y al menos en esta plataforma, el juego rinde de excelente manera. El 99% del tiempo he disfrutado de una imagen fluida a 60 fotogramas por segundo, exceptuando algunas áreas muy específicas en las que sí notas una muy ligera caida si eres de los que tiene un ojo. También en alguna cinemática he notado como microcortes en algunas animaciones durante cinemáticas, algo algo que todavía no le he encontrado sentido, pero que he visto con cierta regularidad.

En general, el juego visualmente se ve bastante bien, dentro de lo que nos tiene acostumbrados Ryu Ga Gotoku Studio y hemos visto hasta la fecha. Con cambios climáticos y el ciclo día/noche, que hace que cada paseo sea un nuevo mundo según el momento en el que nos encontremos. Generalmente puedo calificar Like a Dragon: Infinite Wealth como un juego que técnicamente funciona, ni siquiera me encontré con fallos, y una experiencia muy fluida en lo jugable.

Musicalmente encontraremos un poco de todo gracias a los CDs coleccionables, desde otros temas de SEGA, pasando por otros de la propia franquicia. Es un mix bastante completo, y la música obligatoria no personalizable acomaña bastante bien, así que sí en este sentido también va bien duro.

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Algo que sí me ha chirriado, es parte de su localización. El juego cuenta con voces en japonés y en inglés, siendo estas últimas las escogidas para mi partida. El doblaje está de lujo, y de hecho sorprendentemente he entendido gran parte sin necesidad de leer subitutlos en castellano. No recordaba yo que mi inglés diese para tanto. Sin embargo, ha habido varios puntos en los que la traducción de lo que se dice a lo que leemos, es totalmente diferente. Lo que es el trabajo de adaptación a nuestro idioma está bien realizado, y se emplea muchísima jerga de aquí, incluso bromitas. Entiendo como funciona esto de los subtitulos/voces, y es algo que también pasa en series y películas, pero es que hay momentos en los que lo que se dice, ganaría mucho más con una traducción completa y semiliteral, a lo que se ha puesto en nuestro idioma.

Conclusiones análisis de Like a Dragon: Infinite Wealth

No me cabe duda de que Like a Dragon: Infinite Wealth es un tremendo juego, y cuyas sombras son más bien nulas y posiblemente subjetivas, ya que es un título que abarca un poco de todo. Hay para quienes buscan disfrutar de una historia madura y a la vez echarse unas risas disfrutando de sus personajes, memorables de principio a fin, y momentos cómicos. Para quienes buscan diversión más allá del combate, pueden disfrutar de Hawai y de Kamurocho con todo el set completo de historias secundarias, actividades y coleccionables que ofrecen, siendo una alta cantidad de horas las que se pueden dedicar. Es cierto que en el fondo es un título bastante continuista y que está más pensado para expandir la historia (que insisto, merece la pena al 100%), siendo que las novedades con más peso son el modo Dondoko, el cambio de aires con Hawai y el refinamiento de algunos de sus sistemas que ya pudimos ver en la anterior entrega, pero eso no hace que está entrega sea menos, si no todo lo contrario, una que no debéis dejar pasar seáis fan de la franquicia o queráis introduciros, porque creo que es igual de disfrutable. Si tenéis la oportunidad de haceros con el juego, hacedlo, es un mes complicado con tantos JRPGs y lanzamientos buenos, pero este es uno de los que deberíais tener en biblioteca.

Nota: 9.5/10

*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Guillotine PR.

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Blansi

Administrador web. No me complico, me gusta jugar, pero especialmente juegos que emulen aquella fantástica época de finales de los 90s y principios de los 2000.

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