Shadow of the Ninja: Reborn – Un regreso inesperado
Después de 34 años, Shadow of the Ninja de NES regresa a la era moderna, bajo el título de Shadow of the Ninja: Reborn. A mí estos juegos me pillaron demasiado pequeño, así que realmente los acercamientos que he tenido a este género, ha sido más en tiempo moderno y con más títulos que regresan en tiempos modernos, ya lo sabéis, pero generalmente me agradan. Esta nueva entrega nos llega con un renovado apartado visual, un nivel extra, banda sonora de Hiroshi Iwatsuki e Iku Mizutani y muchas, muchas armas. Además, también llega con una edición en formato físico por parte de Meridiem, la cual incluye un manual en su interior, el cual recomiendo leer antes de jugar. Dicho esto, vamos con el análisis de Shadow of the Ninja: Reborn.
La historia: matar todo lo que pasa en pantalla
No vamos a engañar a nadie, Shadow of the Ninja: Reborn se pasa la historia por la funda de sus katanas, para darnos una experiencia arcade clásica centrada en el desafío, la cual si tuviese máquina de arcade hoy día, estaríamos más pobre de lo que ya estamos. Pero estos títulos, especialmente en este caso, que ya viene de NES de 1990, estaban pensados para ser duros, entretenidos y que el superar cada nivel te dé una satisfacción increíble. Y si eras capaz de completarlo de una sin gastar una vida, ya te podías considerar un dios.
Shadow of the Ninja: Reborn nos da la opción de jugar con 2 (Hayate y Kaede) personajes diferentes en apariencia, pero con la misma jugabilidad, siendo que está pensado tanto por según te apetezca coger uno u otro, o por si juegas en modo cooperativo local. De esta manera, cada uno controlará un personaje distinto, y así os distinguís de una manera más sencilla que si el personaje fuese un único recolor. Una vez hemos decidido personaje toca darle duro, bien sea en el modo arcade o en el modo contrarreloj, aunque primero deberéis acabar las fases en modo arcade para este último. Así que ya va siendo el momento de hablar de cómo se juega.
Shadow of the Ninja: Reborn es rápido, pero con pausas
En cuanto a lo jugable, el título presenta una apuesta clásica, de caminar hacia el enemigo con cuidado de no tocarlo porque te hará daño, mantener las distancias y encontrar el momento clave en el que atacar. Cada personaje cuenta con dos armas básicas, la kusarigama que puede atacar hacia delante, en diagonal y hacia arriba, y la katana de menor alcance pero más efectiva, y que puede ser mejorada durante el gameplay, lanzando ondas de energía. Como habilidad de movimiento principal tenemos unos pasos rápidos, hacia delante o hacia atrás, aparte de poder rebotar por paredes, engancharnos en barandillas colgantes, bordes de las plataformas, etc.
Este arsenal se complementa con las diferentes herramientas que encontramos en las cajas distribuidas por el nivel, y en general, suelen ser bastante potentes, aunque hay algunas que son bastante similares entre ellas, y eso hace que al final, ver tanta variedad, pierda algo de gracia. Si acabamos el nivel con ellas encima, las desbloqueamos para, cuando volvamos a jugar en modo arcade, poder comprarlas e ir cargado con ellas. Obviamente, hay un límite de diferentes herramientas, y ganaremos dinero mientras jugamos, por matar enemigos y llevar estos objetos hasta el final.
A nivel de sensaciones de juego, la verdad que está muy bien una vez te acostumbras a volver al pasado, ya que se mantiene la esencia de aquella época, pero con mejores vistas y algo, pero muy poco, de mejora en fluidez. Mi mayor problema viene dado por únicamente un sistema de juego, y es el cómo el jugador selecciona las herramientas entre las almacenadas, teniendo que mantener R1 y pulsar el D-Pad hacia los lados, teniendo que pararnos a hacerlo. Personalmente, creo que se podría mejorar pulsando varias veces R1 en vez de mantener y luego L2 y R2 para volver a la katana, ya que son botones sin uso en este juego, incluso el círculo está sin uso. Me parecería una gran mejora en lo jugable simplemente con este cambio.
Dificultad más o menos justa
Si hablamos de dificultad, habría que empezar por aclarar que el juego tiene un modo normal y otro difícil, para aquellos que ya tengan masterizado el juego. Por lo pronto, a mi me vale con la dificultad normal, la cual puedo considerar eso, normal. Ni muy difícil, ni muy fácil, bien medida para que la experiencia sea una curva de aprendizaje en toda regla, y ensayo y error con los jefes cuando los encontramos por primera vez. Aunque hay una cosa que también me ha rechinado con algunos jefes, y es que quizás soy yo que soy un cegato de manual, pero en algunos me ha costado ver cuál era el punto débil al que atacarle.
Por otro lado, gran parte de la dificultad reside, al final, en los peligros de entorno. Las 3 primeras fases, digamos que están bastante más centradas en enemigos, que están bastante bien en variedad y manera de enfrentarlos, y a partir de aquí la cosa se complica. Digo se complica, porque comienzan las terribles trampas y elementos que, si no te das cuenta rápido, igual te cuestan un cachito de salud, y las primeras veces que pasas algunas zonas, también te cuesta encontrar ese punto seguro en el que protegerte. En lo personal, es lo que más me cuesta, de hecho los jefes una vez les coges el patrón son mucho más sencillos que muchas veces el camino hasta ellos.
Por suerte, el juego ofrece un checkpoint en los jefes y al principio de cada subdivisión de nivel, de manera que si acabáis muriendo, no acabéis muy lejos. También, cuantas más veces mueras, más objetos te darán al revivir, desde las bebidas energéticas para ir con la katana potenciada desde el inicio, hasta alguna bola de arroz para curarte en mitad de nivel si es necesario. La verdad que es algo que facilita bastante la vida en una primera experiencia.
La nueva versión se ve de maravilla
La verdad que mejorar visualmente la versión de NES de 1990 de Shadow of the Ninja, muy dificil no es, en el sentido de, que prácticamente cualquier cosa, va a verse mejor hoy día. Aun así, quiero recalcar lo bonito que se ve, y es que el pixel art de Shadow of the Ninja: Reborn está bastante bien hecho y con buenas animaciones, respetando bastante al género y como este se ve/siente. Los jefes son visualmente espectaculares, especialmente aquellos que son más grande y cuentan con, obviamente, mucho más detalle. La música también acompaña bastante de principio a fin, quizá no la vais a tararear en vuestra casa, pero que sí encajan de mil maravillas en el momento que estás jugando.
Respecto a fallos con el juego, no he tenido ninguno como tal, exceptuando que una vez salí del modo arcade a mano desde el menú de pausa, y parece ser que así no guarda la opción de continuar. Yo, lo considero fallo, ya que si tienes que dejarte matar para salir al menú principal, me parece una tontería. Pero todo lo demás, lo he visto bastante bien, y como digo, no he tenido ningún fallo raro ni rendimiento extraño (estaría bueno eh)
Conclusiones del análisis de Shadow of the Ninja: Reborn
Shadow of the Ninja: Reborn es un regreso espectacular si ponemos ambos títulos sobre la mesa, viejo y nuevo. Aunque creo que lejos de comparar, que es absurdo, lo que hay que hacer es poner las cosas sobre la mesa. Shadow of the Ninja: Reborn es un juego muy entretenido y desafiante de la vieja escuela, llega con 6 niveles, un apartado visual bastante bueno y llamativo, y una banda sonora que acompaña en todo momento. No hace nada especialmente mal, aunque tampoco hace nada excelente ni destacable, simplemente se asegura de darnos una experiencia muy acertada dentro del género al que pertenece, y eso, eso sí lo hace da maravillas. Os recuerdo una vez más, que Shadow of the Ninja: Reborn llega en formato físico para Switch y PS5 por parte de Meridiem e incluye un manual físico dentro de la caja.
Nota: 8/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Meridiem.
No olvidéis seguirnos en Twitter o nuestro canal de Whatsapp para estar informado siempre de las últimas publicaciones.