Vengeful Guardian: Moonrider – Del lado de la humanidad
El equipo de JoyMasher que tan buen sabor de boca nos dejó con Blazing Chrome, Oniken y Odalus, ahora viene con otro juego de corte clásico, Vengeful Guardian: Moonrider. Inspirado por la época de los 16 bits y juegos como podrían ser Shinobi y Ninja Gaiden, Vengeful Guardian: Moonrider, nos trae una experiencia que nos hace recordar una época donde el desafío y la rejugabilidad eran prácticamente el estándar en muchos títulos. Actualmente, hay muchísimos juegos que emulan estos años, unos con tecnologías más actuales y otros más puros, pero casi todos de ellos buenos juegos. La pregunta es, como siempre, ¿Vengeful Guardian: Moonrider es uno de los buenos? Y básicamente es lo que vamos a resolver en este análisis.
El poder siempre debe estar al servicio del pueblo
Vengeful Guardian: Moonrider al final me ha llamado bastante la atención con su historia, que aunque no es que sea la más extensa que hemos visto, lo poco que hay está bastante bien y con puntos políticos muy claros. Básicamente, nuestro papel en esta historia es el de acabar con un estado totalitario que está oprimiendo al pueblo, controlándolo con lo que ellos llaman guardianes y supersoldados. Sin embargo, al poner en marcha al guardián Moonrider, este se rebela contra ellos, rechazando todas las órdenes que tenía y poniéndose del lado del pueblo en esta batalla, jurando venganza contra sus creadores.
A lo largo del juego vamos a ir viendo como Moonrider, al enfrentarse al resto de guardianes, tienen cierto debate y diferencia de ideales. Siendo que Moonrider siempre se va a posicionar del lado del pueblo, un héroe para ellos, librando las batallas en las más altas esferas, mientras que el resto de la rebelión lucha para acabar directamente con los líderes del estado totalitario. Y es que puede sonar absurdo, pero Moonrider lanza mensajes muy directos y concisos sobre cómo la corrupción y la opresión son uno de los grandes males por parte de nuestros dirigentes, incluso en pleno 2023, sin necesidad de irte a un mundo ficticio.
Escoge la ruta que quieras y disfruta
Ahora bien, vamos al apartado jugable, porque hay varios elementos que me han agradado para bastante bien. Lo primero, aclaro que estos juegos no se me dan especialmente bien, pero los disfruto muchísimo. El primero de todos, es que es una aventura no lineal, pudiendo seleccionar desde el principio entre una serie de niveles, y sin ningún tipo de restricción más que tu habilidad como jugador. ¿Se te está atragantando un nivel? No pasa nada, prueba otro, igual allí consigues un poder o chip que te ayude un poco, pero es posible hacerlo en el orden que quieras.
Además, cada nivel se puede completar entre 10-20 minutos, dependiendo de lo difícil que se te haga, aunque el juego es realmente bastante generoso en cuanto a su dificultad. Lo primero, que, si obtenemos el primer «Game Over», desbloquearemos el chip de armadura, haciendo que los enemigos nos hagan menos daño. Luego, lo más difícil del juego, como muchas veces, es más el camino que los jefes finales, siendo que aquí resultan bastante sencillos, la verdad. Sin embargo, no sé la de veces que he muerto por enemigos aleatorios o trampas en los niveles, siendo esto último siempre mi punto débil.
Durante los niveles también hay disponibles bastantes recursos, y cada poco, de manera que después de un enfrentamiento peligroso suele haber salud y energía, por lo que estamos a tope casi siempre. Si te gustan los retos, siempre puedes ponerte el chip que hace que mueras de un golpe o ir a por el rango S en cada nivel, pero tal y como está de ajustada la dificultad, me parece asequible para todo tipo de personas, pudiendo disfrutar el juego sin problema, incluso los puntos de control están bien.
Jugablemente fluido y entretenido
Antiguamente, muchos de estos títulos se jugaban de una manera un poco más pausada y con movimientos algo más tosco, no todos ellos, pero sí muchos. Vengeful Guardian: Moonrider se encuentra en un punto medio, a decir verdad, pues se le nota el querer emular parte de los controles de época, pero tiene pequeños soportes para añadir fluidez a la jugabilidad. Entre estos soportes encontramos, principalmente, la opción de correr de manera constante con el R2, pero hay que tener en cuenta que los ataques cambian si vamos corriendo o andando, y nos podrían jugar una mala pasada.
Si hablamos rápido y mal, podemos catalogarlo como un clásico juego de ninja donde correr y cortar es el núcleo del juego, que tampoco engañaría a nadie. Es bastante rápido en este sentido, y los enemigos, que, aunque no sean muy variados, duran solo un par de golpes, y algunos incluso un único corte. Una de las ventajas es que ganaremos un nuevo ataque especial en cada nivel que terminemos, permitiendo afrontar algunos jefes de otra manera, así como algunos enemigos posicionados un poco a mala fe.
Los niveles, bajo mi punto de vista bien diseñados, ocultan también algunos chips secretos que pueden modificar la manera en que jugamos, siendo un máximo de 2 equipados. Estos van variando algunos elementos del juego como puede ser añadir el doble salto, regenerar HP/MP al derrotar enemigos, ganar más poder cuantos más enemigos matemos, poder ver las paredes secretas, el ya comentado chip de armadura o incluso cosas más simples como cambiar los colores de Moonrider.
Además, podemos apreciar un esfuerzo por ofrecer diferentes experiencias de juego más allá de correr y cortar enemigos. Además de los clásicos niveles de avanzar en un scroll lateral, hay un par de pequeños extras como una persecución y huida mientras nos bombardean, los niveles en los que vamos montados en una genial moto o cuando vamos saltando de nave en nave en pleno cielo. Sinceramente, para contar con una pequeña cantidad de niveles, reconozco que en variedad no se ha quedado corto.
Acompañado por un buen arte y banda sonora
Una de las características de estos juegos es precisamente el arte que los acompañan y, generalmente, una buena banda sonora a juego. En esta ocasión, ambos apartados cumplen a la perfección. En cuanto al arte, encontramos un muy buen detallado pixel art, con bastante variedad visual en cuanto a la composición de los niveles, y que podría pasar perfectamente por un juego de Sega Megadrive, quizá algo más actual, pero por ahí va la cosa. Por otro lado, en la banda sonora tenemos unos muy buenos temas que acompañan bestialmente y se asemejan bastante al ser puro chiptune, pero con bastante diferencia entre los temas.
Conclusiones de Vengeful Guardian: Moonrider
Vengeful Guardian: Moonrider es prácticamente todo lo que me esperaba encontrar, la verdad. Un juego con una jugabilidad reconocible en el género y fluida, con un par de puntos extras como los chips y la variedad de habilidades, así como el desarrollo no lineal que también me ha agradado ver. Quizá me falla un poco que los jefes no resultan combates épicos ni tampoco difíciles, así como ausencia personajes extras, pero acaba compensándolo con una experiencia muy variada y entretenida, especialmente con tremenda banda sonora que tendremos de fondo. Sin duda, ha sido un juego que he disfrutado bastante, y siempre diré que hace falta traer más juegos de este estilo a día de hoy.
Nota: 8.5/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Cosmocover.
