Telmari o una experiencia tan dura como adictiva
He jugado muchos títulos tan difíciles como adictivos a lo largo de mi vida, sobre todo cuando de enano me tocaba lidiar con juegos que ni sus propios diseñadores eran capaces de terminar, pero por lo que sea, muchos jugadores a base de horas e insistencia con un juego que de difícil se volvía adictivo, se lo terminaban pasando y eso es precisamente lo que Telmari me ha estado recordando mientras lo jugaba en mi PC para realizar esta review.
Con un apartado y diseño artístico en 2D muy llamativo y colorido, junto a unas mecánicas de plataformas que harán las delicias de todo speedrunning, Telmari de Phoenix Blasters nos reta a superar más de 100 niveles con una premisa tan sencilla como interesante; llegar hasta «El árbol llameante eterno» para así terminar con el origen de las extrañas raíces que plagan los campos de girasoles de Telmari en el llamativo mundo de Agra.
Pero no va a ser tarea fácil conseguirlo, realmente es todo un reto, sobre todo si tenemos en cuenta que tan solo vamos a tener a nuestra disposición unas flechas que en vez de terminar en una afilada punta, estas son un desatascador que nos servirán además como plataformas para impulsarnos entre los obstáculos, animales y trampas que vamos a ir encontrando por el camino, siempre acompañados por un anciano y algo cascarrabias gato al que vamos a tener que superar siempre en cada nivel para conseguir la correspondiente copa.
¿Seremos capaces de superar tan siquiera el primer nivel? Os voy a contar mi experiencia con este título del que os hablamos hace poco.
Fácil de aprender, retorcidamente complicado de dominar
Vale que de normal los juegos de plataformas requieren práctica, e incluso los de plataformas de precisión, requieren mucha más práctica, tenacidad y persistencia por parte de los jugadores, llegando a morir muchas, pero que muchas veces hasta conseguir dar con la tecla para pasar por un nivel, la zona correspondiente o simplemente pasar un obstáculo.
Con Telmari vamos a vivir todo eso y nos tocará sacar nuestro lado más paciente para llegar a superar simplemente el primer nivel, pero no por culpa de la dificultad que representa este, si no porque en sí la «simple» mecánica de apuntado y lanzamiento de la flecha desatascador termina jugando muchas malas pasadas por la imprecisión que esta tiene. En mi caso, he probado el juego con distintos controles y siempre ha dado el mismo resultado, incluso no responder a tiempo, perdiendo así una y otra vez vidas sin parar hasta que ya por desesperación he cerrado el juego.
Tras unos minutos «rumiando» el por qué si puedo con otros títulos del género que aparentemente son más complicados, vuelvo a iniciar el juego y casi sorpresivamente, me paso esa pantalla sin apenas perder tres o cuatro vidas y siendo más rápida que el anciano y cascarrabias gato que nos acompaña. «Mi no entender».
Entonces sigo avanzando, con mayor o menor dificultad, creo que ya tengo pillado el truco al control de apuntado hacia arriba o hacia abajo, dependiendo de cómo quiero tomar las flechas e impulsarme, o simplemente directamente contra una pared para no impulsarme tanto y aprovechar los dos posibles impulsos de cada flecha para caer en otra y pasar por encima de espinas o los animales que aparezcan en pantalla.
Todo una ilusión; al final vuelvo a caer tropecientas veces (con logro por muertes de por medio incluído) en la situación más absurda de un nivel aparentemente fácil que no hay por donde pillar de ninguna de las maneras con ninguna estrategia.
Suelto el mando antes de lanzarlo por la ventana cerrada, me hidrato un poco y aprovecho para mirar las notificaciones de la conversación que mantienen mis compañeros de redacción. Entonces se me enciende la bombilla.
Vuelvo a intentar pasar lanzando las flechas de otra forma y el control de estas van a su bola, intento ser más preciso, cambio nuevamente de control, lo intento de otra forma. Nada. El gato parece que se ríe de mi al llegar con una pasmosa facilidad al final del nivel en tiempo record y en eso, sin saber como, las flechas cuadran a la perfección, yo ejecuto los saltos que ni Almudena Cid en las olimpiadas y paso el nivel.
Esta vez sí entiendo algo, y es que Telmari, tiene más hándicap que todos los juegos FIFA y Mario Kart juntos.
No eres tu, soy yo
Al iniciar el juego y ver la mecánica, no pude evitar soltar una carcajada por lo curiosa que era esta, pero lo que no me iba a esperar, es que algo tan simple no terminase de estar bien pulido, sobre todo en la precisión a la hora de lanzar las flechas o en los saltos. Vale que habrá speedrunners que terminarán por pasarse el juego con los ojos cerrados o que entiendan mejor que yo cada nivel, pero no he sido el único que ha terminado desesperado por lo injusto de forma aleatoria que termina siendo Telmari.
Si a esto le sumamos que de tanto repetir el mismo nivel, el agotamiento en los jugadores se van incrementando junto a la frustración solo para ver como en los siguientes niveles esto se repite en niveles que apenas van cambiando entre si y solo son más y más enrevesados, que no difíciles (recordemos que lo que hace difícil el juego son los fallos de control e imprecisión del juego). Con lo cual, abandonar el juego tras la primera docena o veintena de niveles es un peligro real en este título.
Y es una lástima porque el juego termina siendo adictivo y entretenido, que al final uno quiere terminarse el juego y llegar con Telmari hasta el árbol llameante eterno, pero quizás sea tras morir unas diez mil veces y pasarse todo un curso escolar intentándolo.
Apartado técnico de Telmari
Gráficamente el juego presenta unos personajes dibujados a mano, con unas animaciones bastante fluidas pero como ya he comentado, en el caso de la protagonista no responde bien, sobre todo a la hora de saltar o lanzar flechas. Los escenarios son bonitos, se dividen en tres biomas y son llamativos, aunque muy repetitivos, cambiando solo el diseño y estructura del terreno o enemigos.
Algo que resulta muy repetitivo también, casi hasta el agotamiento, es la música, la cual he tenido que bajar porque con tanta muerte por medio, solo hace que crear más tensión y ganas de terminar comiendo el gamepad.
Telmari viene traducido al español, aunque con problemas en la fuente usada, principalmente cuando hay una tilde o la letra «Ñ» por medio.
Conclusiones
Adictivamente desesperante hasta decir basta, pero también puede llegar a aburrir por lo monótono y repetitivo que puede llegar a ser, haciendo que muchos jugadores lo aparquen por el citado handicap que parece tener y que de forma aleatoria el juego se vuelve más permisivo o no en el control de nuestra protagonista y sus flechas.
Pero si lo tuyo es llegar al borde de la desesperación e insistencia con tal de conseguir las 105 copas ganando en velocidad al gato cascarrabias, dándote igual ciertos factores del título que juegan en tu contra, sin duda Telmari es tu juego.
Nota: 5,8/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Cosmocover.
