29 de abril de 2024
Chicken Journey análisis

Análisis Chicken Journey – PC

La gallina se va de aventuras

Como ya es costumbre en mí, navegando por Twitter (me niego a decir «X»), me encontré con el perfil de Loonyware, creadores de Chicken Journey. Generalmente, me llaman los juegos de survival horror, pegar tiritos y matar enemigos, pero también tengo un lado por el que, de vez en cuando, me apetece jugar juegos más bien tranquilos y sencillos. Chicken Journey parecía tener todo lo que busco para descansar del atracón de otros juegos: gráficos bonitos en pixel art, aparentemente relajante, un viaje sin combate, centrarse en exploración y resolver puzles. Básicamente, algo sencillo, que pueda sentarme a jugar y disfrutar sin complicación. La cosa es que aquí estoy, haciendo el análisis de Chicken Journey, tras disfrutarlo más de lo que esperaba.

¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?

Chicken Journey arranca con una premisa relativamente bastante sencilla, comenzar un viaje para encontrar la respuesta a la clásica pregunta: ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Para cumplir nuestro objetivo tendremos que viajar hasta una antigua biblioteca, donde nos aguarda el sabio, capaz de darnos solución a esta pregunta. El viaje no es tan simple, pues solo si encontramos ante los 3 pergaminos sagrados, nuestra pregunta tendrá respuesta. Insisto, es una premisa bastante sencilla, pero el viaje, importa mucho más que el final.

Casualmente, en nuestra ciudad natal, lugar donde nos enteramos de que nos toca hacer, se encuentra uno de los pergaminos junto a un libro de filosofía. Los otros 2, los encontraremos en asentamientos más adelante, custodiados por diferentes pueblos. Es en estos pueblos donde se desarrolla un poco nuestro viaje, pues generalmente tendremos que ayudarles a resolver algún conflicto, bien entre ellos, o con algo que no funciona. En cierto modo, nuestro viaje consistirá en resolver problemas ajenos, mientras nos beneficiamos de que ellos poseen los pergaminos restantes.

Chicken Journey

A nivel de historia, lo que es durante el recorrido, hay que decir que es bastante plano y que apunta más hacia simplemente tener un toque cómico, pero que jugablemente es algo más serio. Es decir, tiene chistes muy buenos como llamar a la reina del territorio del pantano, la «Soberrana», porque es una rana, pero que luego te cogen 2 mosquitos y te aniquilan sin pensárselo. De hecho, hay que decir que las pequeñas micro historias de las ciudades y sus habitantes, son la guinda del pastel, pues encima también nos darán misiones secundarias para completar y recibir alguna que otra cosilla.

Plataformas, pero con secciones especiales

Chicken Journey en términos jugables, se puede categorizar fácilmente dentro de un clásico juego de aventuras y plataformas, con algún que otro puzle, unos fácilitos y otros algo más complicados. Cumple infinitamente más con la parte de plataformas, eso sí, que con las de puzle, pero aun así consigue sorprender en algún que otro momento.

Es cierto que en cuanto a la dificultad de las plataformas, es bastante sencillo, y aunque parezca que tiene saltos de precisión, no son para tanto. El salto, de hecho, funciona por tiempo presionado, saltando más o menos, y la verdad que está muy bien implementado. Aparte de las clásicas plataformas que suben o bajan, van en diagonal o que desaparecen, también se suman algunas mecánicas exclusivas de zonas. Por ejemplo, en la granja, usando semillas de distintos tipos, transformamos las plantas en plataformas fijas o que rebotan, zonas especiales donde usaremos también una especie de hoja-paracaídas para llegar más lejos, pesos de diferentes masas para mantener interruptores o incluso zonas de «sigilo». Decir que, aunque como digo, es sencillo, en el tramo final puede requerir de cierta destreza para ir encadenando algunos saltos especiales, pero nada del otro mundo.

Chicken Journey

Los puzles, por su parte, son bastante básicos cuando se presentan. Gran parte de estos, de hecho, se presentan mediante clásicos puzles de mover palancas en orden, o buscar el botón adecuado. Quizá donde más se lucen estos puzles, es en el tramo final, siendo algo más complejos, especialmente la prueba de sabiduría. Aunque, por otra parte, el juego nos ofrece un sistema de ayuda si se nos atascan estos últimos puzles, puesto que tratan de mezclar colores, y girar paneles que a su vez giran otros, hasta tenerlos todos del mismo color.

También hay una parte muy cortita de exploración, la cual sirve principalmente para recoger algún objeto de misión o uno de los pergaminos coleccionables, los cuales contienen datos interesantes sobre los animales que nos encontramos. Son secciones muy cortas, y están dentro de las áreas lineales de plataformas, generalmente, por lo que no hay mucha pérdida posible. Y además, una cosa muy interesante, es que tiene 0 combates, es un juego pacifista, aunque eso no implica que seamos inmortales, de igual manera podemos morirnos por caernos al agua o que nos mate un mosquito entre otra enorme cantidad de trampas.

En conjunto, creo que Chicken Journey tiene una jugabilidad sencilla y muy entretenida, amigable de cara al jugador. Me ha sorprendido, porque la verdad que iba con algún que otro prejuicio, pero me he encontrado un título bastante redondo y que incluso recomendaría.

Chicken Journey

Un mundo detallado

Para terminar de redondear este sencillo, pero atractivo título, contamos un apartado audiovisual bastante acertado. Artísticamente, Chicken Journey nos presenta un pixel art bastante colorido y lleno de detalles, bastante cuidado y con buena variedad de escenarios que entran bastante bien por los ojos, la verdad. En lo musical, también acompañas unas agradables melodías, que aunque puedan llegar a ser ligeramente repetitivas, tampoco causan sensación de pesadez. Sinceramente, es un juego que solamente con el arte, ya te está llamando, pero es que la experiencia merece la pena.

También hay que decir que es un juego “cortito”, que puedes hacerte en unas 4-5 horas si te pones de seguido, y que he sufrido algún que otro fallo, incluido uno que me hizo reiniciar la partida, que por suerte no llevaba mucho. Aun así, lo recomendaría sin miramientos, el equipo de desarrollo es un estudio muy pequeño y están trabajando constantemente en actualizar y dejar el título impecable. Eso sí, si esperáis respuestas sobre si fue antes el huevo o la gallina, no las esperéis muy precisas.

Chicken Journey

Conclusiones análisis de Chicken Journey

Chicken Journey es un videojuego que, sinceramente, recomiendo dentro de su género: aventuras y plataformas. Es sencillo, no pide mucho al jugador, y ciertamente es muy entretenido. Que no es un juego que vaya a cambiar el género ni aporta nada nuevo, pero sabe lo que está haciendo y usa lo que tiene de una manera excelente. Es un título que, además, viene con bastantes toques de humor por si lo jugáis acompañados de alguien más pequeño, con el extra de que entra automáticamente por los ojos gracias a su precioso pixel art. Ha sido quizá una de las sorpresas que me he llevado este año, y bueno, aquí estoy, recomendando un juego de una gallina aventurera.

Nota: 8.5/10

*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Loonyware.

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Blansi

Administrador web. No me complico, me gusta jugar, pero especialmente juegos que emulen aquella fantástica época de finales de los 90s y principios de los 2000.

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