Análisis Planet Cube: Edge – PC

Planet Cube: Edge – El juego de plataformas

Por raro que suene, esta vez os traigo un juego independiente que no me he encontrado en Twitter, sino que me ha llegado una nota de prensa al correo y me ha llamado bastante la atención. Planet Cube: Edge es un juego puramente de plataformas, de alta velocidad y precisión, pero también cargado de acción, lo cual es casi una bomba para mí, porque llevo mal las plataformas. Aun así, no me parecía tan complicado y me he decidido darle la oportunidad, sorprendiéndome para bien en varios aspectos. El trabajo de Sunna Entertainment en Planet Cube: Edge, es bastante bueno, tanto como a nivel jugable, como artístico y sonoro, pero eso es algo que hablaremos en su análisis en la versión de PC.

Todo está… cuadriculado

Aunque suene a excesivo chiste, Planet Cube: Edge ocurre en un universo donde todos son cubos, o al menos, lo más parecido a ello. Nuestra aventura comienza cuando unos misteriosos cubos paran una nave colosal en nuestro planeta, también cuadrado, para llevarse toda el agua que este contiene a cualquier precio. Nuestros cuadrados amigos parecen ser de lo más inofensivos, y no les apetece pelear contra la invasión, pero entre todos ellos, hay uno que sí, Edge.

La especie de nuestro protagonista, Edge, parecen ser además una especie de ingenieros prácticamente todos, trabajando en laboratorios. Gracias a ello, nuestro protagonista cuenta en su aventura con una pistola de fotones bastante poderosa y un jetpack que le ayudará a terminar de superar todos los obstáculos. Durante un total de 8 niveles, iremos abriéndonos paso por unos peligrosos terrenos, llenos de trampas y enemigos, con el fin de evitar que nos quedemos sin el agua, nuestro principal recurso.

Aunque sea un título donde la historia viene a siendo un pretexto para poder desarrollar los niveles, y sin que realmente tenga mucho como contenido como tal, decir que viene cargada con cierto intento de ser cómica en algunos momentos, aunque tampoco la gran cosa. Lo que sí, que al pobre Edge le tienen para todo, y siempre es al que dejan atrás y el trabajo por hacer.

Salta y dispara, pero con precisión

Planet Cube: Edge nos propone una aventura de plataformas un poco distinta en comparación a lo que hemos visto en otros títulos similares, pero lo suficientemente familiar en cuanto a lo jugable. Los movimientos básicos son los conocidos en el género, salto, dash lateral y pisotón en salto, con el extra de que aquí tenemos que disparar a los enemigos también, siendo algo obligatorio en el 95% del juego.

Con simplemente estas 3 acciones, nos desenvolveremos a través de los niveles, enfrentando a enemigos de todo tipo y características, jefes finales incluidos, y evitaremos una cantidad de peligros que os hará preguntaros el porqué de tantos cachivaches peligroso.  Sinceramente, es un juego que he acabado disfrutando, aunque también frustrando por mi impaciencia, pero que a rasgos generales lo hace todo muy bien.

Si bien comenzamos el juego ya bastante acelerado, pero con cosas muy sencillas, como es básicamente saltar de un lado a otro y matar o evitar algún enemigo, la evolución que tiene es de manera constante. En pocos juegos, exceptuando aquellos que ya consideramos de lo mejor como Super Meat Boy o Celeste, he visto que la evolución se haga progresivamente y se introduzcan los elementos al jugador en la manera adecuada para que pueda sortearlos de la mejor manera.

Nuevos elementos, enemigos y la dificultad progresiva

Mediante esta progresión constante, se van introduciendo nuevos elementos al juego, haciendo que el completo no sea precisamente poco. Cada uno de ellos, ya sea un nuevo tipo de enemigo, o bien un nuevo peligro como las resistencias eléctricas, los láseres, los suelos electrificados y hasta cuenta con niveles de agua, entre otras muchas cosas. Si bien estos últimos suelen ser lo más temible, están bastante bien llevados y diseñados.

Si hablamos de enemigos en general, es cierto que quizá las diferencias entre ellos no son tanto, especialmente si hablamos de sus comportamientos o como vencerlos, que suele ser a tiro limpio. Hay muchos tipos, pero se parecen, en resumen. Quizá lo más destacable son las peleas contra los jefes, cada uno con 3 barras de vida y checkpoint entre ellas, ofreciendo un descanso, pero desafío, entre tanta plataforma. Solo voy a odiar al helicóptero, el resto me han parecido relativamente fáciles.

En los dos últimos episodios del juego, cuando estamos más en territorio enemigo, hay un despliegue bestial de novedades, de ambos tipos, algo que si bien se agradece, puede agobiar un poco, aunque insisto en que la variedad es sumamente abismal para ser solamente 8 capítulos. A su vez, sin embargo, parecen hechos un poco más a prisas, no se toman tanto tiempo a mostrarte los nuevos elementos ni a que progreses con ellos, entorpeciendo un poco la buena progresión que sí había hasta el momento.

Si hablamos de la dificultad del juego, tengo que reconocer que va según la habilidad de cada uno. Personalmente, considero que es un videojuego que va justo en dificultad, pero en el sentido de que ni es muy difícil, ni tan fácil. Es cierto que en algunos momentos me ha desesperado, puede presentar algunos picos de dificultad en los que básicamente requiere demasiado input del jugador de seguido. Y el problema no es en sí tener que pulsar muchos botones, es que no sabes que viene a continuación y toca memorizar todos los pasos, o ser el amo de la reacción instantánea, algo que no suele ser mi punto clave. Si te gustan estos juegos y tiene experiencia en ellos, no creo que se te haga excesivamente complicado.

Pequeños extras para completar el juego

Planet Cube: Edge, también cuenta con una serie de coleccionables a los que podemos acceder desde el menú principal, y básicamente podemos encontrar música, cinemáticas, arte y animaciones sobre el videojuego. Para conseguir estos coleccionables hay que recoger unos objetos durante nuestra aventura, aunque eso sí, una vez cogido tenemos que llevarlo hasta un «punto seguro» dentro de esa sala para que nos cuente. Hay que desafiar el camino de ida y el de vuelta.

Aprovecho para comentar que no es el típico juego dividido en salas, es más rollo aventura, pudiendo retroceder algunas salas e incluso buscar accesos secundarios que nos llevan a estos coleccionables que, ya adelanto, fáciles de recoger, no son.

Al terminar el juego la primera vez desbloquearemos nuevos modos de juego para los más masoquistas del mercado y que tienen esa absurda destreza para hacer todo deprisa y a la perfección. Por un lado, está el modo típico contrarreloj, para ver quién es el más rápido, y nuevos niveles de dificultad que, básicamente, eliminan los checkpoints en ciertos puntos.

Bien acompañado, pero con algún fallo

Todo esto, además, se acompaña por un estilo visual que a mí me gusta bastante, con esa paleta de verdes Game Boy y puro pixel art, con bastante detalle, todo hay que decirlo. Se le suman también un buen nivel de animaciones, tanto a nivel de juego, como alguna que otra cinemática que hay por ahí para sorprender. A lo que se le suma una banda sonora, en términos generales buena, con algún tema que destaca sobre el resto en momentos puntuales.

Si hablamos de fallos, como todo juego, tiene los suyos. A lo largo del juego me he topado con una serie de fallos, un poco recurrentes, pero que tampoco pasa mucho, que han entorpecido un poco algunos momentos del juego. Uno de ellos es cuando hay 2 bloques juntos, y se mueven/caen, que puedes morir si estás entre ellos, otro es que a veces puedes morir aplastado por una puerta que se ha cerrado justo en tu posición, y lo último es que me ha tocado reiniciar nivel en alguna ocasión porque se bugea la puerta para avanzar, cerrándose y no abriéndose de nuevo.

Quizás no es lo peor del mundo, pero me ha pasado lo suficiente como para mencionarlo, especialmente lo último. Al reiniciar nivel pierdes todo el esfuerzo hecho hasta el momento, algo que en estos juegos no hace mucha gracia.

Conclusiones de Planet Cube: Edge

Planet Cube: Edge es un buen juego en prácticamente todos los sentidos, con excepciones a gustos de cada uno, por supuesto. En lo personal, me ha parecido muy entretenido, desafiante y con buena mezcla de jugabilidad fluida y precisa para superar cada desafío que presenta. Lo acompaña un apartado artístico que siempre me ha gustado ver, lo confieso, visualmente para mí es un extra, y la banda sonora acompaña bien. Mi enhorabuena al equipo de Sunna Entertainment por hacer un videojuego que, pese a no ser mi género favorito, he podido disfrutarlo de principio a fin. Quizás, solo echo en falta la oportunidad de hacer niveles para compartir con la comunidad.

Nota: 8.5/10