24 de noviembre de 2024
análisis suicide squad: kill justice league

Análisis Suicide Squad: Kill the Justice League – PC

Un claro ejemplo de injusticia

Antes de iniciar el análisis, no voy a entrar en debates acerca de lo muy perjudicial que es siempre y en cualquier ámbito, sacar conclusiones o crear prejuicios acerca de algo, sin haber tenido la oportunidad de vivir por uno mismo la experiencia de poder disfrutar de un producto, sea un libro, una película o serie, un cómic, o como en este caso, un videojuego como es Suicide Squad: Kill the Justice League.

Pero tampoco voy a obviar que no es la primera vez, ni será la última (sobre todo en estos tiempos) que se decide linchar e incluso sabotear el lanzamiento de lo citado anteriormente, basándose en una imagen, normalmente en mala calidad, un streaming o similar sacado de contexto y como no, filtraciones que nunca hacen bien, pero que al final, lo que sea que se haya criticado y con saña, resulta no ser tan malo y curiosamente hasta en algunos casos, termina recibiendo halagos. Podría citar mil casos y todos normalmente víctimas de una grotesca campaña de acoso y derribo, a la que muchas personas que se amparan tras una pantalla se suman a una corriente, que en el caso de ir contra DC podría tacharse como «moda», que inicia alguien aprovechando que tiene una cifra indeterminada de seguidores, aprovecha para crear contenido de forma polémica y así ganar más visitas. Lo habréis visto mil veces, seguro.

Análisis Suicide Squad: Kill Justice League

Y eso es lo que pasó con Suicide Squad: Kill the Justice League, que como es lógico y viniendo de Rocksteady, muchas personas se esperaban otro juego tipo «Batman» de la saga Arkham, que ojo, también fueron criticados en su momento (y con razón, no lo niego), por terminar siendo repetitivos en mecánicas, gente harta de las misiones de Riddler, el mal control del Batmovil o el pésimo rendimiento con el que fue lanzado Arkham Knight. Que mucha gente obvie Arkham Origins no hace falta ni recordarlo, y eso que es muy buen juego pese a no estar hecho por Rocksteady.

Las ganas de hacer daño y sabotear a este título (sobre todo cuando se supo que era un juego como servicio), llegaron al punto de soltar el bulo sobre que la prensa y medios no íbamos a recibir claves para reseñar el juego. «Así de malo será», «No se atreven a que nadie les diga la basura que es antes del lanzamiento», he llegado a leer en varios foros y redes sociales, junto a otras burradas e «inventing» barato. Pues al final ni blanco, ni negro, si no una bonita escala de colores tanto para bien, como para «mal».

Pero eso os lo explico ahora, tras unas veinte horas de juego en las que he disfrutado y reído con un videojuego que se puede jugar sin problemas en solitario, aunque como es lógico, en cooperativo gana mucho y debo confesar que la parte de «juego como servicio» está presente, pero no es un problema, al menos, no el mayor.

El destino de la humanidad y el multiverso, en manos de unos descerebrados

A estas alturas quien más o quien menos sabe que es Suicide Squad (Escuadrón Suicida en tierras hispanoparlantes), ya sea por las películas de acción real con más o menos fortuna, las películas de animación y como no, los cómics en las que se basan estas y el videojuego que nos atañe. Pero por si acaso, os diré que en esta ocasión el Suicide Squad lo forman miembros seleccionados por ARGUS, una organización gubernamental encargada de controlar a todos los metahumanos del universo DC, porque no se fían de ellos, básicamente, aunque a veces colaboren con ciertos superhéroes.

Pero cuando las cosas se salen de madre y sus operativos, entre los que se encuentra Rick Flag, no son capaces de detenerlos, Amanda Waller crea la Fuerza Especial X, formada casi siempre por villanos que casi siempre son de segunda o tercera fila y sin nada que perder, aunque a veces dan muestras de tener buen corazón o intenciones (nah). En Suicide Squad: Kill the Justice League los miembros de esta «fuerza especial» son; Harley Quinn, Deadshot, Rey Tiburón y Capitán Boomerang, aunque al menos de forma activa y en las calles, porque por otras vías, recibirán soporte de otros villanos, no tan de segunda, que les harán su misión, algo más llevadera.

Y como es más que evidente, su misión (la cual les puede costar la cabeza si desobedecen órdenes) es matar a la Liga de la Justicia formada por Superman, Batman, Green Lantern y Flash, que están bajo el control de Brainiac, uno de los más temidos y poderosos villanos del Boy Scout con una gran S en el pecho, que vete tu a saber que significa en kryptoniano (ironía). Aunque Wonder Woman, que también forma parte de la Liga de la Justicia, no ha caído bajo el yugo del villano de la función (con permiso de nuestros cuatro antihéroes), y con ciertas reticencias, ayudará al escuadrón, en su misión suicida.

Todo esto ocurre años después de los sucesos del último juego de la saga Arkham, donde Rocksteady haciendo malabarismos, trata de justificar ciertos cambios y situaciones como el cambio de raza de Deadshot (cuando casi les sería más fácil explicar al principio del juego, que todo es imposición de Sweet Baby) o como Batman llegó a formar parte de la Liga de la Justicia, a los que ya se da por hecho que conocemos de sobra.

Pero no todo iba a ser caminar por la cuerda floja y en el estudio hacen gala de tener buenos guionistas de narrativa y que cuando les dejan hacer su trabajo, no solo nos hacen entrega de momentos y personajes épicos, divertidos, desenfadados, duros e intensos, si no que te hacen un resumen de la trilogía Arkham de una forma que debería estudiarse en cualquier carrera referente a narración y videojuegos.

Se aleja totalmente de los títulos Arkham y eso no es malo, dejan bien claro que en Rocksteady no todo son juegos con estética y narrativa al estilo Batman. También hay otros géneros y formas de hacer videojuegos. ¿O acaso cuando se pedía un juego de Superman o de Wonder Woman, la gente se esperaba que fuese con la jugabilidad y tono de los títulos protagonizados por Batman? Quien sabe.

Aquí estamos en la ciudad de Superman, la siempre brillante y de estética art decó, ciudad de Metropolis, en la que solo quedan vestigios de un brillante pasado en el que se celebraba un homenaje a los miembros de la Liga de la Justicia, pero no será la única Metropolis que visitemos, porque el título como ya se dejaba entrever, juega con los multiversos, las famosas Tierra-1 y Tierra-2, así que para aquellos que se hicieron spoilers con ciertas muertes y una en particular que duele mucho, tranquilos que a lo mejor este juego no pertenece al «Arkhamverso» que todos queremos tanto.

Un shooter de acción frenética en una ciudad con mucha verticalidad

Cuando se vieron los primeros videos de Suicide Squad, yo mismo dije que me recordaba mucho a Sunset Overdrive y que siendo el juego que era, protagonizado por este tipo de personajes, lo vi como un paso correcto y lógico, aunque hubiera preferido que hubiesen tirado por otros derroteros. Pero lo cierto es que sin sacar conclusiones precipitadas y hablar sin saber (cómo otros), admito que no solo fue un paso correcto y lógico, si no que al juego le sienta genial esta jugabilidad, en conjunto con el tono desenfadado que tiene, algo que se nos transmite constantemente.

Ya sea a pie (pocas o casi ninguna vez) o sobrevolando Metropolis con gadgets o habilidades que nuestros cuatro descerebrados adquieren al principio del juego, nos vamos a encontrar y tener que hacer frente a legiones de distintos tipos de acólitos al servicio de Brainiac, algo que puede parecer sencillo al principio dando igual la dificultad escogida por nosotros en el juego, pero con el tiempo y si no vamos mejorando nuestro equipo, con la presencia de nuevos tipos de enemigos, vamos a tenerlo muy crudo, sobre todo si jugamos en solitario.

Por suerte, una de las mejores características del juego es su gunplay, el cual de primeras resulta algo enrevesado en el control del personaje y como se mueve, pero a la hora de disparar y golpear enemigos, resulta ser de los más práctico, sobre todo al ir desbloqueando características y habilidades llamados talentos, en las tres ramas del árbol de habilidades de nuestros respectivos personajes gracias a una hacker que nos echará un cable. Con dichas habilidades, llegarán a tener distintos golpes y combos que se van regenerando según vamos aniquilando enemigos o haciendo contraataques. También la variedad de armas, ayuda mucho a que el gunplay sea muy divertido.

Disponemos desde pistolas a subfusiles, escopetas y hasta una minigun, y como no, las propias armas que portan nuestros antihéroes, así como una granadas que nos serán muy útiles como apoyo y que le salvarán el culo a nuestro equipo. Pero además, tenemos una serie de aumentos y modificadores varios que podemos añadir a nuestro equipo y como no, también podemos acudir al Salón de la Justicia, ahora un improvisada base para ARGUS, donde el Pingüino, Hiedra Venenosa o Gizmo nos mejorarán las armas que les llevemos o incluso podremos comprar otras con los recursos de diferentes rarezas que vayamos consiguiendo entre misiones completadas y lo que nos vamos encontrando por la ciudad.

Y más nos vale ir bien preparados de cara a los enfrentamientos finales, que no va a ser nada sencillo vencer a la Liga de la Justicia.

Juego como servicio y social sí, pero no mucho

Al menos por ahora, todo sea dicho. En mis veinte horas de juego para terminar los 7 capítulos de los que se compone el juego, lo cierto es que apenas encontré un par de personas a las que poder unirme o que se unieron a mi partida (algo lógico si tenemos en cuenta que el juego no ha sido lanzado oficialmente hasta hoy), pero la experiencia se sintió muy divertida y sin problemas ni caídas de ningún tipo. El juego da la opción de jugar en modo privado, amigos o público, aunque se echa en falta que en el modo privado, permitiese jugar sin conexión.

En cuanto a lo de ser un juego como servicio, es casi anecdótico, sobre todo por las recompensas y tipos de botín que se reciben, que si nos ceñimos a ir pasando las misiones de historia y con cuatro misiones secundarias casi obligados para saber como van, lo cierto es que te equipas más que de sobra para afrontar la recta final del juego sin problemas, aunque claro, tras finalizar el juego, lo que se viene es algo mucho más calentito y ahí si que se necesita un buen grupo de amigos y equiparse bien, que las incursiones no son nada fáciles, algo que ya nos deja entrever el juego en cuanto nos enfrentamos a Superman.

Pero este título no termina de sentirse como servicio, al menos no como debería, en parte a lo casi innecesario que es andar escogiendo equipo, las misiones (pocas y nada variadas), no incentivan a conseguir nada especial o mejor de lo que ya se tiene y uno se pasa casi más tiempo recolectando trofeos de Riddler (si, está de vuelta) o pasando sus pruebas de realidad aumentada (como las que había en Gotham Knights con puntos de control), que haciendo esas secundarias con recompensas. Al menos, las de realidad aumentada te dan algunos skins para personajes muy interesantes.

Que hablando de skins, los precios por pack de skins y sus variantes, salen casi más caros que el juego y realmente no merecen mucho la pena a nivel estético y como tampoco ofrecen características de armadura, daño o similar, tampoco es que sea un aliciente comprarlas solo porque nos llamen visualmente.

 Apartado técnico de Suicide Squad: Kill the Justice League

Llegados a este punto, tengo que confesar que me he quedado embobado muchas veces con el insano y obsesivo nivel de detalle que tienen las facciones de los personajes, del primero al último, sobre todo en las cinemáticas, aunque también mientras estamos jugando, se notan algunas gestos y muecas que resultan sorprendentes. Además, la captura de movimiento suma muchísimo en la expresividad de personajes, que por momentos uno duda si está viendo un videojuego o una película.

Sin duda, en gráficos el juego es de sobresaliente y aunque pueda parecer que Arkham Knight es superior en cuanto a iluminación y otros efectos creados hace 15 años, lo cierto es que los juegos dependientes de trazado de rayos, parecen algo más pobres visualmente en este aspecto, pero lógicamente todo depende de si activamos o no la opción y que no depende tanto de una decisión artística para que se vea impresionante. Cuando el ciclo día/noche y climatológico se muestran a distintas horas, la ciudad siempre se ve bien y en ciertas ubicaciones o escenarios de interiores, se ve todo muy natural y realista.

Eso sí, con los problemas de rendimiento con el trazado de rayos activado, pega unos buenos petardazos que espero los solucionen, si no es con un parche día uno, que sea en otro parche más adelante.

Los efectos de sonido son más que correctos, lo cierto es que no sobresalen mucho, pero cumplen con su función y están ahí sin más, como también está ahí sin más la música, que si os digo la verdad, no recuerdo ningún tema ni momento que me hiciera sentir epicidad, tensión o similar. Simplemente acompaña en cada situación, pero lo cierto es que pasa muy desapercibida.

No así el doblaje, que es excelso y juraría que tiene la misma tecnología que Cyberpunk en cuanto a la sincronización labial con el idioma al que está doblado el juego. Lo cierto es que aunque me encante escuchar al fallecido actor Kevin Conroy, que tanto a él como a la también tristemente fallecida Arleen Sorkin les han tenido en cuenta con sendos homenajes, da gusto escuchar a quienes ponen voz en España a los personajes DC.

Algo que eché en falta, un modo foto, aunque ya hay formas en PC de conseguir hacerlas.

Conclusiones

La primera conclusión, es que nadie debería sacar falsas conclusiones sin haber jugado un título o si lo juega, que por favor lo haga más de dos horas antes de dar una triste imagen (ejem).

Respecto al juego… ¿podría haber sido mejor? si claro, pero no es un mal juego para nada. Yo lo recomiendo encarecidamente tanto si sois fans de DC como si no, incluso a los Marvelitas (que no Marvelzombies) y no tengáis miedo de «si va a ser un juego en el que tener que pagar por todo, dependiente de esto o lo otro». No, olvidaros.

El juego es divertidísimo, os vais a estar riendo de principio a fin, el modo historia es brutal pese a las polémicas decisiones con ciertos personajes (pero lógicas al fin y al cabo, si no, leed bien el título del juego…) y tras la historia principal hay muchas horas de diversión y entretenimiento en las incursiones y las Crisis Infinitas, a las que se les añadirá contenido post-lanzamiento con nuevos contenidos y personajes.

Las compras si queréis y os sobran «los dineros», los compráis, si no, para nada son necesarios.

Por lo demás, al igual que Harley, Tiburón, Deadshot o Boomerang, no tengáis complejo alguno y dadle una oportunidad. Os encantará.

Nota: 7,5/10

*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Warner Bros Games.

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Joshkerr

Gamers never quit, we simple restart. Ludo, ergo sum. Master Race sin RGBs, modder, padre de gatetes, me flipan los Porsche, devorador de cómics y libros, cinéfilo, "seriéfilo" y enamorado de las pelirrojas

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