9 Years of Shadows – La vida sin color
Hace cosilla de unos meses estaba navegando por YouTube, porque a veces encuentras cosas interesantes, y me encontré un video, si mal no recuerdo, de uno de los desarrolladores de 9 Years of Shadows, y ya pido perdón por no recordar exactamente el canal. Lo que sí os puedo decir, es que el juego está hecho por Halberd Studios, con sede en México. La cosa es que me quedé a curiosear y me llamó la atención, no solo por lo artístico y sonoro que ya destaca de primeras, sino porque en cuanto a la jugabilidad, parecía muy fluida y más centrada a exploración, sin depender tanto de secciones de plataformas para todo. Y bueno, la buena noticia es que he podido jugar a 9 Years of Shadows con antelación, y disfrutarlo de principio a fin, motivo por el que os traigo su análisis tan pronto.
La maldición que oscureció la vida
9 Years of Shadows hace muy buena referencia en la historia a su propio nombre, y es que resulta que hace 9 años se extendió sobre la tierra una maldición que lo privó del color. Junto a ello, un mundo de dolor y sombra fue lo único que quedó, hay quienes sucumbieron ante la maldición y quienes sobreviven en ella. Entre la gente que sobrevivió, se encuentra una joven guerrera, Europa, quien realmente hubiese preferido morir, junto a sus padres, que seguir con vida.
Después de sufrir esta pesadilla durante estos años, llega un día en el que decide emprender un viaje para ponerle fin a todo, ya sea a ella misma, o la maldición. Una de las dos tendrá que acabar. Dicen los rumores, que, en el Castillo de Talos, es donde se originó la maldición, por lo que la fuente de esta época de oscuridad debería estar allí. Europa se adentra en él y ahí comienza nuestra historia. Una que nos contará como Europa no solo consigue recuperar el color a la tierra, sino a sí misma, siendo casi más un viaje para sanar su alma, que el propio mundo.
Ahora bien, lo que es en sí la historia, aunque me parece decente para el juego que tenemos entre manos y está muy bien encajada en el concepto global del título, puede pecar de ser un poco previsible en algunos momentos, sin dejar mucho a la incógnita, ni siquiera para el final del mismo. Así mismo, creo que se podría haber puesto un poco más de empeño en contar de manera más directa y profunda el background de algunos personajes, como es la propia Europa o Draythus, que solo dejan entrever un poquito del pasado. Por lo demás pocas quejas tengo respecto a este apartado, si os pica la duración, pues en torno a 7-8 horas, yo le tengo 10 horas, con lo que creo, es el 100% completado.
Dicho esto, vamos a hablar de la jugabilidad, ya que, en lo personal, es lo que más me ha gustado por diferentes apartados, además de lo brevemente ya comentado en la introducción al análisis.
Combate fluido y sencillo de dominar
Antes de hablar de todo este apartado, hay que hablar de Apino. Es un pequeño oso de peluche mágico capaz de restaurar el color, al menos en el Castillo de Talos, y que nos dará ciertos beneficios como el de la salud, disparar proyectiles mágicos, y usar ciertas habilidades para progresar en nuestra exploración. De hecho, menos mal que lo encontramos pronto, porque sin él, Europa no habría aguantado ni 5 minutos en el Castillo de Talos.
También hay que tener en cuenta el sistema de armaduras, que a muchos os va a recordar a Saint Seiya. Mientras exploramos el castillo, Europa encontrará diferentes armaduras que le otorgarán beneficios variados, desde convertirse en sirena, a hacerse una bolita estilo Metroid, aguantar el veneno o poder atravesar áreas de fuego y volar sobre las corrientes calientes. Para ello utiliza un esquema de colores, por ejemplo, la armadura de fuego es roja y la de tierra verde, y se aplica a todo el juego, de manera que si un enemigo o elemento de interacción tiene un aura de ese color, se activará o los ataques serán más efectivos si usas la armadura del mismo color. También tiene cierta automatización en el uso de armaduras, convirtiendo automáticamente a la armadura necesaria según el entorno, o simplificando acciones a un solo botón, sin tener que estar cambiando a mano la armadura necesaria. Solamente cambiaremos a mano para interruptores o enemigos.
El combate en sí, también es bastante sencillo de dominar, pues Europa va equipada con una lanza que permite hacer un combo de ataques ligeros continuado de un golpe más fuerte, atacar hacia arriba y un ataque bajo, junto a un último ataque cargado que dará varios golpes de una. A este combo de lanza, se le sumarán los ataques a distancia de Apino, que ayudarán a terminar de matar cualquier enemigo, y que, de hecho, será necesario de emplear contra los jefes del juego.
Un título ligeramente accesible
Con todo esto en mano, hay que hablar sobre su dificultad, que va ligeramente ligada al sistema de curación que nos ofrece y las ventajas que Europa tiene sobre prácticamente todos los enemigos, exceptuando un poco los jefes. De manera general, los enemigos son algo débiles y fáciles de matar, aunque tengan variaciones más potentes, no oponen excesiva resistencia y muchas veces con los ataques a distancia de Apino, aunque consumen “salud”, puedes aniquilar lo que haya delante. Los jefes, por su parte, los que son importantes para la historia, considero que ofrecen un desafío mucho más justo entre ambos, siendo el ensayo y error la máxima para dominarlos durante un par de intentos.
Y como digo, el problema creo que radica en su sistema de salud y curación, más que en el hecho de si es fácil o difícil, simplemente permite abusar en cierto modo. Cuando conocemos a Apino, este nos otorga una barra de “luz” que sería algo así como un escudo. Este se agota al recibir daño, y deja expuesto los «puntos de salud» real, que de inicio son solo 2, pero puedes abrazar a Apino para regenerar la mitad de la barra de luz más o menos. A esto, le sumamos una habilidad que nos dan bien pronto que, al agotarse la luz, si pulsamos el botón de abrazar a Apino en el momento preciso, se recarga al instante.
¿Qué ocurre? Que en cuanto dominas este sistema, puedes recorrer el Castillo de Talos sin preocuparte prácticamente por tu salud, y tampoco en exceso de los enemigos. Siendo, quizá, lo más difícil en los jefes que no te dejan una ventana de tranquilidad, necesitando estar atento en todo momento si quieres curarte. Ojo, no le echo en cara que sea fácil o difícil, de hecho, al ser un título más centrado en la historia y exploración, creo que es lo que más le conviene, pudiendo ser disfrutado por prácticamente todo el mundo sin muchos problemas por su dificultad.
Explorando el Castillo de Talos
Y de hecho hablando de exploración, vamos a dedicar un breve apartado a este apartado. 9 Years of Shadow es básicamente un juego que, lo que quiere, es hacerte explorar cada rincón del Castillo de Talos en busca de sus coleccionables y completar sus misiones secundarias. Y la verdad, que esto lo hace bastante bien. La fluidez, aparte de en el combate, también la encontramos en el movimiento gracias a esa facilidad para cambiar de armadura en las zonas que necesitas hacerlo y a los atajos que ofrecen las zonas específicas en las que se usan, en cierto modo recordándome a la rapidez que ofrecía SOTN para recorrer su castillo.
Gracias a eso y el tremendo mapa con el que contamos para revisar cada área, podemos estar atento y no dejarnos nada. Hay paredes ocultas, que son fáciles de ver porque están agrietadas, y porque también se acaban marcando en el mapa. En muchas ocasiones vamos a encontrar notas de música, que nos servirán para mejorar la barra de luz y los puntos de armadura, pero si tenéis mejor suerte, podéis encontrar los trozos de armadura necesarios para mejorarlas en el herrero.
Lo más importante son las misiones secundarias y los miembros del teatro musical. Estos NPCs nos ayudarán en el juego mediante un coleccionable, pero tendremos que ayudarles a asegurar que el teatro está a salvo, completando alguna misión secundaria que se resumen en matar algún jefe secundario, bastante más fáciles que los normales. Cabe destacar, que entre estos NPCs tenemos algunas leyendas de la música en videojuegos como Michiru Yamane (Castlevania) y Norihiko Hibino (Metal Gear Solid), quienes además han contribuido a la banda sonora del videojuego.
Música y arte, parte principal del juego
Entre todo lo ya dicho, sigue habiendo elementos que destacan, incluso por encima. Ya sabéis que no entiendo de arte y música como tal, por lo que mis opiniones como usuario se reducen bastante, pero lo que tenemos en 9 Years of Shadows es simplemente una preciosidad. Dentro de lo que es lo visual, tenemos un apartado pixel art, que, de manera un poco graciosa, podemos decir que está lleno de color y bastante detallado, junto a unas animaciones muy decentes.
Por otro lado, en lo que es la banda sonora del título, encontramos otra maravilla que se puede apreciar desde el propio menú del videojuego. Gran parte de los temas están creados en 432hz, que según algunos estudios indican que podría ser beneficioso para la salud y relaja al oyente. El conjunto de temas, que creo que no son demasiados, la verdad que me han parecido bastante buenos y encajan perfectamente en el título, además que tener a Michiru Yamane y Norihiko Hibino hace bastante. A continuación os dejo una pequeña muestra para que podáis escuchar por vuestra cuenta.
Y bueno, para ir acabando el análisis de 9 Years of Shadows, solo me gustaría recalcar, como siempre, algunas cosillas extras que me he encontrado durante mi aventura. Una de las cosas que me hubiese gustado encontrar, es el viaje rápido entre las salas de guardado, porque aunque hay un ascensor central que te lleva a las diferentes plantas del castillo, a veces da la lata ver que te dejaste una sala en la esquina del mapa. También que, al menos en la versión antes de lanzamiento, he sufrido de pequeños crasheos y algúnos momentos en los que, al cargar, se ha quedado como congelado aunque después terminase de cargar. Y ya, como final, decir que la traducción podría haber sido un poco más profesional, no me voy a meter con que no tenga español de España, porque me da igual, pero sí me he encontrado algunas terminologías inglesas con traducción y unas cuantas faltas, así como el comerse letras.
Conclusiones análisis de 9 Years of Shadows
Creo haberme explicado bastante bien en la extensión de este análisis sobre 9 Years of Shadows, pero de manera resumida, podemos decir que es un título que merece la pena jugar. Lo que tenéis que tener claro, es la experiencia que queréis jugar, este es un metroidvania centrado en la exploración y la historia, dejando el combate y a los jefes, aunque desafiantes, sean un poco más de tránsito para llegar a cumplir nuestro objetivo. 9 Years of Shadows ofrece una emotiva historia en la que, como dije, no es tanto por recuperar el color al mundo, si no a Europa misma. Es un viaje de superar la tristeza y de aprender a querer, dejar atrás el pasado y aunque el mundo esté en su momento más sombrío, siempre hay algo en lo que encontrar color, ya sea en la música o en otras personas. Sin lugar a dudas, es un título que os recomiendo y más si lo compráis con la oferta de lanzamiento a 15,99€.
Nota: 8.5/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Stride PR.