El poder de la preservación del conocimiento
Soy un ferviente defensor de la preservación, no solo de los videojuegos, si no de su historia y de toda aquella información por muy irrelevante que parezca, sobre el desarrollo de estos y por eso estoy más que agradecido a Digital Eclipse por títulos como este Llamasoft: The Jeff Minter Story, que continúa con la serie de documentales interactivos y con títulos jugables, que comenzó la colección Gold Master Series con The Making of Karateka (contando no solo el desarrollo del videojuego, si no también parte de la historia de su creador Jordan Mechner), que todo esto a su vez se encuentra inspirada en Atari 50: The Anniversary Celebration también creado por ellos.
En esta ocasión nos llevan por un psicodélico viaje hasta la vida y mente de Jeff Minter y 42 de sus videojuegos, entre ellos Gridrunner, Tempest 2000 o Attack of the Mutant Camels, bajo el sello Llamasoft desde los años ochenta hasta mediados de los noventa. Aunque la historia de Minter y Llamasoft continuó tras esas décadas, este recopilatorio tan solo cuenta parte de la historia, quizás la más importante respecto al origen, auge y casi caída del genio británico, dejando de lado actuales trabajos de Jeff como el como no, retorcidamente psicodélico hasta decir basta, Akka Arrh que salió el año pasado con Atari como editora.
Pero la parte en la que se centra está llena, como suele ser habitual en todo producto de este tipo creado por Digital Eclipse, de gran contenido que se nos muestra a través de un documental de gran calidad con figuras representativas del sector y no solo de la época en la que transcurrieron los hechos, si no que nuevamente y además, incluye una gran cantidad de documentos, fotografías, detalles e información sobre el autor, la compañía y sus videojuegos, mostrando en ocasiones algunos renders con forma de cintas, estuches o disquetes en los que se vendían los juegos.
Me declaro fan absoluto de este tipo de productos y no me canso de repetir que muchas otras compañías deberían tomar como ejemplo a seguir la labor realizada con la colección Gold Master Series, no solo para conocer los orígenes e historia de ciertos desarrolladores o videojuegos, si no para descubrir y conservar de una forma lúdica e interactiva estos títulos y todo lo concerniente a ellos, descubriendo la magia y motivos que llevó a algunas personas a hacer historia en el mundo de los videojuegos.
Es más, títulos como Llamasoft: The Jeff Minter Story son muy necesarios para saber el camino, excesivamente duro muchas veces, que se tuvo que recorrer para llegar hasta nuestros días y de esta forma entenderlos mejor y en el punto en el que nos encontramos.
Llamas a mi
Quienes conocemos a Jeff Minter desde hace décadas, es imposible no vincular a este curioso animal nativo sudamericano con el desarrollador nacido en Inglaterra. La devoción que en su momento llegó a mostrar por estos animales hizo que se convirtieran en imagen corporativa de su empresa desde los años ochenta hasta hoy, pero en su caso la compañía estaba tan ligada a las llamas, que la mayoría de sus videojuegos tenían como protagonistas o alguna aparición por parte de este mamífero Camelidae (si, son parientes de los camellos, quienes también han llegado a protagonizar algún título de Llamasoft)
En las partes documental de Llamasoft: The Jeff Minter Story se nos cuentan las motivaciones que llevaron a Jeff en su decisión para hacer de las llamas un animal que no solo lo ha acompañado en sus éxitos y fracasos en el sector de los videojuegos, si no como hoy día es poseedor de varias de ellas, entre otros animales. Un tipo curioso y excéntrico, ¿pero acaso no lo son todos los genios?
Y esa es otra de las facetas del quizás primer desarrollador indie con éxito, que este título nos va a mostrar. Como un joven al que le llamaron la atención de forma temprana los videojuegos y los ordenadores, pasó de crear clones de títulos famosos, a crear los suyos propios con un trasfondo muy psicodélico y convertirse en alguien a quien la fama no se le subió a la cabeza y continuó siendo alguien cercano para alegría de sus fans, que no somos pocos.
En la línea de tiempo que transcurre en cada uno de los cuatro capítulos de los que consta Llamasoft: The Jeff Minter Story, se nos muestran muchas luces, casi de forma literal y con muchos colores, pero también algunas sombras, Mama Llama entre ellas, algo que derivó en enfrentamientos con ciertos redactores de medios que criticaban sus juegos por parte de sus fans e incluso por su parte, aunque tranquilos, que la sangre no terminó de llegar al río, pero deja bien claro que mucho antes de estos tiempos, desarrolladores, público y crítica siempre han estado de alguna forma en discordia. Lo cierto que esta parte resulta muy interesante.
Mientras vamos avanzando en cada uno de los puntos y las respectivas ramas de la línea de tiempo, como en títulos anteriores de Digital Eclipse, vamos a ir descubriendo gracias a notas, apuntes y bocetos, fotografías personales o de eventos, además de mucho otro contenido, como Jeff entró por la puerta chica en este mundillo y fue viendo que un Sinclair ZX80 se le iba quedando pequeño, pero donde desarrolló y perfeccionó sus habilidades, para conseguir éxitos propios y no solo clones de otros juegos.
Los programa para jugarlos
Con este anuncio de Llamasoft y que por desgracia se ha ido perdiendo esta buena costumbre, Jeff Minter siempre dejó claro que todos los juegos que él desarrollaba, también los jugaba y disfrutaba como cualquier fan suyo o jugador al que le llegase a sus manos uno de los títulos creados por Minter. Pero como también él mismo dijo, ese camino nunca le acercaría al éxito económico, aunque tampoco lo buscaba y por eso prefirió mantenerse con un perfil que bien podría definirse como el origen de la escena indie.
Como se nos muestra en partes del documental y con testimonios de varias personas, entre ellas varios críticos que fulminaron sus juegos en su momento, pero que siempre le han respetado, su look era la de un Hippie de pelo largo y barba espesa que iba un poco a contracorriente de todo, y esa imagen también la supo explotar lo suficiente como para crear una especie de personaje muy representativo por el que es altamente reconocible hasta nuestros días.
Eso no quitaba en absoluto que en eventos, convenciones y los medios lo tuvieran muy presente y él mismo terminase por adquirir una fama en la que nunca se durmió, aunque a mitad de la década de los noventa, sufrieron tanto él como Llamasoft los efectos de las mega compañías y corporaciones que se metían de cabeza en el sector.
Aunque continuó sacando versiones y revisiones de sus juegos más famosos, como por ejemplo Gridrunner, la gente buscaba otro tipo de videojuegos donde parecía que ya no había cabida para personas como Jeff Minter, pero por suerte en nuestros tiempos y a que el sector indie de los videojuegos está haciendo mucho ruido, Llamasoft con Jeff a la cabeza, vuelve a estar muy presente y un ejemplo de ello ha sido no solo que pudiera sacar adelante un juego que se pasó casi cuarenta años en un cajón, si no que se tenga muy presente todo su trabajo y legado que ha dejado el hombre que le susurraba a la llamas.
Conclusiones de Llamasoft: The Jeff Minter Story
Tal y como dijo Carl Sagan en los años setenta: «Hay que conocer el pasado para entender el presente»… e imaginar el futuro, resaltaba Luis Sepúlveda en su momento. Estoy totalmente de acuerdo con estas afirmaciones y títulos como Llamasoft: The Jeff Minter Story, más el estado actual de la industria de los videojuegos confirman lo necesario que es instruirse bien de todo lo sucedido y como se trabajaba antes, para no repetir errores o para tomar ejemplo de como hacer las cosas bien.
Es enriquecedor y mucho, no solo como espectador, jugador, redactor y alguien que ha tenido la suerte de formar parte del desarrollo de algunos videojuegos, que exista esta colección de títulos que nos acercan a algunas leyendas de los videojuegos y a su historia.
Nota: 9/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Digital Eclipse.