Un diamante en bruto
La industria está viviendo un momento convulso. Los estudios más reputados no parecen tener intención de parar esta vorágine de despidos -en muchos casos provocados por la ineptitud de sus directos-, pero no dejamos de recibir juegos nuevos todos los días. Esto consigue que muchas veces sea difícil diferenciarse del resto de títulos, y por desgracia este mal está afectando especialmente a los títulos de supervivencia. Hace poco pude ofreceros mis impresiones de Pathless Woods, un título que parecía ofrecer todo lo necesario, pero que en cierta medida dejaba de lado el ofrecer una experiencia diferente, y hoy justamente vengo a hablaros de Omega Crafter, un título que es la otra cara de la moneda.
Algunos juegos de supervivencia se diferencian en sus mobs, como es el caso de Ark; otros lo hacen ofreciendo un estilo artístico muy particular, como Minecraft; pero también existen aquellos que se diferencian en sus mecánicas centrales, y este es el caso particular de Omega Crafter. He podido probar este título durante las últimas semanas, lo que me ha permitido explotar todo lo que tiene que ofrecer en su estado actual, y desde ya os adelanto que creo que es un verdadero diamante en bruto, pero todavía necesita mucho trabajo.
El paraíso de los programadores
Algo que no muchas personas saben de mí es que en su momento fui estudiante de Ingeniería Informática, y aún hoy en día mi intención es dedicarme profesionalmente al desarrollo de aplicaciones. Os preguntaréis por qué comento esto, y es que mi experiencia personal, y mis intenciones profesionales fueron las razones principales por las que Omega Crafter me llamó la atención.
Vamos a sincerarnos. En la mayoría de aspectos estamos ante un título de supervivencia del montón, con muchas carencias justificadas principalmente por su estado de acceso anticipado, pero que aun con estas resueltas difícilmente podría competir entre los grandes del género. Aun así, tiene un punto diferenciador que le ha hecho convertirse en uno de los juegos que más me interesan en la actual: la manera en la que integra la programación dentro del gameplay.
La automatización no es algo que no hayamos visto en los juegos de supervivencia. Mismamente, durante el presente 2024 hemos podido jugar Palworld, título en el que en esencia puedes esclavizar a especies enteras para que trabajen para ti como si de una fábrica de cierta marca textil que todos conocemos en China se tratase. En estos casos solemos tener menús relativamente sencillos, en los que podemos ofrecer órdenes fáciles de entender y que no dejan mucho lugar a la imaginación. Pues bien, Omega Crafter va mucho más allá, ofreciendo un sistema de introducción de comandos al estilo de Scratch, una herramienta que le será muy familiar a todo aquel que haya intentado aprender programación en los últimos años.
Esta mecánica -para que os hagáis una idea- sirve para hacer que nuestro robot tale por nosotros, incluso puedes programar a otro de estos para que se encargue de fabricar cierto elemento en masa. Esto, por ejemplo, es especialmente interesante para conseguir flechas que usaremos en combate, o incluso para obtener ciertos recursos de forma masiva. Aun así, tiene ciertos limitantes que me hubiera gustado no encontrarme, y que espero que puedan ser eliminados con futuras actualizaciones.
No tenemos un lienzo totalmente en blanco, y las posibilidades están hasta cierto punto limitadas, pero la verdad es que es una mecánica especialmente interesante. Por supuesto, aquellos sin conocimientos más técnicos no podrán sacar el máximo partido a esta mecánica, pero sí podrán usarla en su forma más básica gracias a diferentes automatizaciones que están disponibles en forma de plantilla.
En general puede decir que es una excelente idea, y además se han implementado los cimientos para que también sea una mecánica viable a la vez que imprescindible para avanzar en la aventura. Quizá echo en falta algo más de profundidad, es decir, que me permita incluso poder escribir código por mi cuenta, pero probablemente eso sería demasiado, además de algo que solo podríamos aprovechar algunos.
Por lo demás, un juego de supervivencia como cualquier otro
Ya he hablado de su mecánica diferenciadora principal, y la que es además la razón por la que me ha enamorado Omega Crafter, pero por desgracia no es todo color de rosas. En la mayoría de aspectos estamos hablando de un juego de supervivencia como otro cualquiera, en el que incluso faltan ciertos elementos que se consideran imprescindibles en el género. Busca desligarse de los grandes exponentes de esta clase de videojuegos, introduciendo un gran enfoque en la construcción de ciudades o incluso poniendo el gran foco en el combate, pero en general no consigue despegar del todo.
Aun así debemos mantener la calma. Estoy totalmente convencido que esta aparente falta de despegue se debe a la falta de contenido, y esta se justifica con el hecho de que estamos hablando de un juego en acceso anticipado.
El juego nos insta a matar a un enemigo feroz que además está marcado en el mapa desde el principio, pero lo común en esta clase de títulos es perderse. Construir tu propio poblado, abastecerte lo mejor posible, y conseguir tener la vida ideal. Esto es posible hacerlo en Omega Crafter, pero las posibilidades se agotan muy rápido en la actualidad. Por ello podría decir que en la mayoría de aspectos lo que he podido jugar son los cimientos de lo que en un futuro será un posible gran juego de supervivencia.
Aun con todo esto mencionado, creo que hay un enfoque erróneo: el combate. Como he comentado, nada más empezar tenemos un enemigo muy importante a derrotar, y el juego en general parece estar enfocado en enseñarnos a combatir, teniendo esta opción como única salida a ciertas situaciones, e incluso obligándonos el tutorial a automatizar el proceso de creación de las ya mencionadas flechas. Esto en general no tiene nada de malo. Los títulos de supervivencia suelen contar con grandes enemigos, y aunque no fuera común podríamos estar hablando de su punto diferenciador, pero por desgracia tiene ciertos problemas. En general, combatir no se siente bien. El sistema de combate es muy impreciso, incluso cuando usamos arco, y después de unos segundos se termina convirtiendo en un intercambio de golpe en el que el único requisito de victoria es tener más vida que tu enemigo.
Entre dos eras
Omega Crafter es, digamos, curioso en su aspecto artístico. En general se ve bien. Ofrece paisajes muy relajantes, y aunque depende de la zona, debo destacar su paleta de colores cálidos que te enamora desde el primer momento, pero tiene un detalle muy curioso en cuanto a su concepción. Nuestro personaje cuenta con ropajes muy futuristas nada más empezar, e incluso somos acompañados por un robot, pero todo a nuestro alrededor parece indicar que nos encontramos en una especie de versión de la Edad Media, al menos en cuanto a ambientación. Desde el diseño de nuestras armas, hasta las ropas que podemos crear, e incluso los edificios que podemos construir.
Esto suena chocante, pero es una idea de diseño más que interesante, aunque no se saca todo el partido que debería debido a problemas más técnicos. Vaya por delante que estamos ante un acceso anticipado, y el aspecto gráfico puede mejorar mucho con las consiguientes actualizaciones, y especialmente con un próximo lanzamiento completo, pero me he encontrado con muchas texturas borrosas que chocaban bastante con el resto del escenario. Además, en los responsables del juego han utilizado la clásica técnica de hacer que el fondo esté borroso, lo que además de permitir optimizar mejor el juego, en muchos casos también aporta bastante al aspecto artístico, pero en este caso se siente más como una idea de diseño no muy bien pensada. Es algo molesta, y no está disimulada en absoluto, y por todo esto es lo primero que nos chirría nada más empezar.
Por todo lo demás, debo decir que me he encontrado algún que otro bug, pero la mayoría de estos parece haberse solucionado con los parches posteriores, por lo que podéis adentraros en Omega Crafter sin miedo a que os esté crasheando cada poco tiempo. Por lo menos en mi caso, desde hace bastantes sesiones de juego no me ha ocurrido ni una vez.
Omega Crafter podría ser un grande del género
Todo lo ya mencionado me lleva a concluir que Omega Crafter podría ser un grande del género. Ahora mismo se encuentra en una fase muy temprana, acuciando una falta de contenido que puede ser importante en esta clase de videojuegos, pero también dejando entrever un concepto muy bien pensado, y que además se siente bien implementado. Le falta mucho pulido y trabajo, y eso se nota desde el primer momento, pero francamente creo que le espera un gran futuro si los desarrolladores deciden seguir apoyándolo y tomando buenas decisiones.
Nota: 7/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Stride PR.
**Análisis hecho con el contenido disponible a 07/05/2024