El juego que comenzó con un boceto en una servilleta
Lo cierto es que a lo largo de la historia, grandes creaciones, proyectos e ideas fueron inicialmente un borrador o concepto en una servilleta, como ocurre en el caso de Ereban: Shadow Legacy hace ocho años, donde varios estudiantes de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, idearon inicialmente como un proyecto universitario lo que hoy en día, y tras fundar su propio estudio llamado Baby Robot Games, se ha convertido en su primer título en el que también hacen labores de editores. Sin duda alguna, quienes forman parte de este estudio español se han ganado por méritos propios el ser reconocidos como unos valientes, teniendo en cuenta los convulsos tiempos que se están pasando en la industria de los videojuegos.
Pero yo no estoy aquí para hablaros del origen y desarrollo de Ereban: Shadow Legacy, aunque lo cierto es que no voy a negar que me encantaría poder charlar con ellos y hasta realizarles una entrevista si se diera el caso, ahí lo dejo. De lo que voy a hablaros en esta review, es del magnífico juego que han realizado, con una clara inspiración y que entre otras cosas, fue lo que más me hizo fijarme en este título en su momento y que en cuanto estuvo disponible la demo, fue inevitable no instalarla y ponerme a disfrutar de lo que ofrecía.
Confieso que la demo me encantó y me dejó con ganas de más, necesitaba saber qué era lo que sucedía tras unos vestigios de una poderosa historia con muchos secretos y misterios, pero lo que no me esperaba en absoluto, era que al final la narrativa del juego me llegase a enganchar tanto de la forma en la que está contada y fraccionada a lo largo de los capítulos. Todo esto junto a una jugabilidad, que se inspira y recuerda bastante a otro título de factura española y que ya forma parte de la historia de los videojuegos en este país, Aragami.
Esto no quiere decir que las mecánicas sean iguales o que nos encontremos con el mismo tipo de juego, en absoluto. Ereban tiene suficiente personalidad y sus desarrolladores han sabido crear un tipo de jugabilidad basada en el sigilo y plataformas, que ofrece al jugador muchas formas de avanzar y conseguir terminar cada nivel, los cuales se pueden repetir una vez terminados para de esta forma mejorar nuestra puntuación final, recoger todos los secretos u objetos repartidos por cada zona.
A estas alturas os estaréis preguntando: ¿Pero de qué va Ereban: Shadow Legacy?, tranquilo todo el mundo que ahí os dejo con su interesante premisa y luego me adentro en daros mi opinión sobre el juego y sus características.
Entre las sombras y ecos de tu pasado
En un aparente utópico mundo de luz y tecnología donde una corporación llamada Helios, nos encontramos rápidamente con una cruel realidad al ponernos en la piel de Ayana, la que en un principio es la última descendiente de los desaparecidos Ereban y que poco a poco va a ir descubriendo toda la conspiración que hay detrás de la desaparición de los de su raza, más las verdaderas intenciones y motivaciones de Helios.
Para ello cuenta con una muy poderosa habilidad que la hace tan letal como peligrosa llamada Fusión Sombría, la cual le permite tal y como habréis deducido, fundirse con las sombras y desplazarse de forma inmaterial, casi etérea, por cualquier zona donde haya sombras y oscuridad, pero revelando su forma real en cuanto toca la luz, sea cual sea el tipo de esta. Aunque Ayana no solo dispondrá de esta habilidad, si no que también podrá hacer uso de otras habilidades provenientes de su poder sobre las sombras y gadgets de todo tipo que le facilitaran las distintas misiones que tiene por delante, ya sea para infiltrarse sin que la descubran o atacar a sus enemigos.
Todo esto lo viviremos en distintos niveles y ubicaciones que nos llevarán desde páramos y zonas desérticas, hasta ciudades abandonadas con templos y edificaciones retrofuturistas o edificios interminables fundidos entre luces y neones. En el camino nos encontraremos con muchos enemigos, pero también con aliados que nos encomendarán misiones secundarias que serán de provecho para nosotros y por las que vamos a recibir recompensas muy útiles o información tanto del pasado de Ayana, de los Ereban o de Helios.
En nuestra mano está como realizar las misiones, sí evitando entrar en combate o acabando con todos los enemigos, incluso con inocentes que sirven a Helios. La moralidad de consumir a otros para reforzarnos o perdonar y no condenar a otros, está en nuestra mano, pero la duda es: ¿hasta donde estamos dispuestos a llegar para descubrir la verdad?
Una jugabilidad familiar de luces y sombras
Comentaba al principio que Ereban se inspiraba y recordaba mucho en algunos aspectos a lo mostrado en Aragami y salvando las distancias entre uno y otro, lo cierto es que de primeras si puede parecer que usa un concepto similar con el uso del sigilo aprovechando el poder que nos dan las sombras y tratando de evitar a toda costa las luces, donde no solo seremos descubiertos, si no también vulnerables frente a los ataques enemigos. Pero realmente ahí se terminan las comparaciones o inspiración.
Gracias al práctico tutorial que es todo el primer nivel del juego, rápidamente aprendemos a hacer uso de la Fusión Sombría viendo como afecta al cuerpo de Ayana con un resplandor cuando podemos activarlo, pero también se nos enseña a como usar otras características y habilidades según vamos avanzando y que podemos ir desbloqueando mientras vamos recogiendo orbes de Ereban y tarjetas tecnológicas que sirven para crearlas en zonas de fabricación. Estás pueden ser desde unos prácticos «prismáticos» para preparar asaltos con más visión, unas minas trampa para dejar a los enemigos aturdidos o en el caso de las habilidades, podemos ocultar cuerpos, entre otras ventajas que tendremos para evitar ser descubiertos.
Podemos desplazarnos con la Fusión Sombría durante un tiempo determinado, pero al agotarse este, volveremos a nuestro forma física normal y si no calculamos bien este tiempo, podemos llegar a ser descubierto o caer desde zonas muy altas que echarán al traste todo lo que hayamos caminado hasta ese momento, con lo cual, debemos ser muy cautos con el uso de esta habilidad y sobre todo, tener en cuenta sombras que durante un lapso de tiempo, estén habilitadas por un camino u otro. Podemos hacer uso de esta habilidad para movernos por cualquier lugar que exista sombra, pero también para atravesar rejas o alcantarillas, siempre que estén sin recibir luz de ningún tipo.
Aunque también podemos ir eliminando enemigos, incluso humanos, pero todo esto irá en nuestra contra en todos los aspectos. Lo mejor sin duda alguna y lo que el juego busca es que hagamos todos los niveles en sigilo y sin ser descubiertos, sobre todo sin matar a nadie, lo cual mejorará nuestro rango de final de nivel a cuantos menos «SYMs» neutralicemos, más trabajadores dejemos con vida, a la vez que menos cuerpos reporten y veces seamos nosotros eliminados. A esto se le suma el haber encontrado el catalizador Ereban que se encuentra en cada capítulo, las tarjetas tecnológicas y los orbes sombríos.
No es muy complicado hacer bien cada nivel una vez que nos aprendemos las rutinas de los enemigos, a disposición de los coleccionables y las zonas por las que debemos movernos, que por cierto el juego tiene a bien el darnos la opción de elegir si queremos que las guías visuales (de color púrpura y no amarillo), estén o no activadas y estas sean más o menos llamativas, para de esta forma que nadie caiga en la frustración si en un momento dado no encuentra el camino por el que continuar, aunque como os digo, no es para nada complicado.
Apartado técnico
Gráficamente Ereban se muestra por momentos con cierta sencillez, que no simpleza, tanto en sus personajes como en los escenarios. Estos últimos se muestran con una calidad algo inferior, aunque no siempre, respecto a los personajes del juego a los que además se les ha añadido un efecto «cel-shading» que les sienta muy bien, aunque a veces desentona con la tónica gráfica general del juego. Personalmente me hubiera gustado que también los escenarios hubieran recibido el efecto que se les dio a los personajes.
Las animaciones y el control es fluído, lo que si es cierto que la cámara a veces puede jugarnos alguna mala pasada si estamos en modo sombra y nos movemos por estructuras que requieren de precisión para desplazarnos o escapando de enemigos, lo que conllevará a una inevitable muerte.
Respecto al tema sonoro, los efectos son los esperados para un título de estas características y cumplen de sobra su labor, al igual que la banda sonora del juego, que siendo más ambiental que nada durante el transcurso del juego, toma especial relevancia cuando somos descubiertos o en ciertos momentos de la historia y las «cut-scenes». Lo que sí que ha encantado han sido las actuaciones de voz, que aunque no vienen en español, en particular la actriz que da vida a la carismática y por momentos sarcástica Ayana, la cual llega a romper la cuarta pared con algún comentario.
Ereban viene con textos en español y en algunos casos con frases muy «de andar por casa» o con referencias a memes y videos virales que a algunos les puede sacar una sonrisa y a otros sacarlos de contexto y situación.
Conclusiones de Ereban: Shadow Legacy
Me ha sorprendido gratamente este título, no me voy a esconder en absoluto a la hora de reconocer que me esperaba un clon más básico de Aragami y terminé por descubrir un grandísimo juego con una historia y trasfondo muy trabajado, sumado a unas mecánicas muy interesantes y bien llevadas donde lo que si la única pega, es su quizás excesiva sencillez. Pero eso no es malo en absoluto ni tampoco todos los jugadores somos iguales y por eso el sistema de ranking por capítulo y las posibilidades a la hora de terminar cada uno de ellos, me hayan parecido todo un acierto.
Para ser el primer videojuego de Baby Robot Games, cualquiera diría que lo es, pero solo evidencia el grandísimo nivel que hay en España entre los desarrolladores y personas que forman parte de este maravilloso sector que es el de los videojuegos.
Nota: 8/10
*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por JF Games.