Daniel’s Nightmare – Un viaje de pesadilla
Una vez más me encuentro aquí para hablar de Nicolás Olivares (BlueBird Games), desarrollador cuyos juegos de terror me parecen fascinantes. Todavía recuerdo la primera vez que escribí sobre Deep Fear, posteriormente sobre The Moon Has Faded Away y The Raven. Hoy os traigo Daniel’s Nightmare, su última creación, y la cual me vuelve a dejar claro el potencial que hay aquí dentro de la escena independiente. Os dejo con el tráiler de presentación, y a continuación os cuento un poco sobre el juego.
Visitando viejos amigos
La historia de Daniel’s Nightmare comienza con un pretexto bastante sencillo. Hemos recibido una carta de nuestro viejo amigo Augustine que básicamente nos pide ayuda, así que vamos directos con nuestro coche a hacerle una visita. No sé por qué, pero aquí el amigo Augustine vive lo más lejos posible en mitad de un bosque muy siniestro, aunque es algo que resolveremos más tarde.
Desde el primer momento en nuestro coche, la tensión que genera Daniel’s Nightmare es muy densa, se podría cortar con un cuchillo. Todo comienza de una manera algo lenta, mientras escuchamos por la radio como es justamente una fecha muy importante, ya que se cumplen 12 años del famoso asesinato de la familia Manson. ¿Que pasaría el 25 de agosto de 1995? ¿Por qué parece que tiene algo que ver con nosotros? A poco que hayamos jugado otros juegos de Nicolás Olivares, caeremos rápidamente en que este juego trata sobre el protagonista.
Pasando por los viejos traumas
No quiero entrar mucho en spoilers, porque aunque jugando se pueda ver qué es lo que está pasando, es mucho más interesante descubrirlo poco a poco. Algo que sí me gustaría mencionar, es sobre lo que trata. Aparte de contar con una entidad paranormal, en el juego hay algo mucho más profundo. Daniel parece haber sufrido una infancia dura, bien porque se sentía solo, se metían con él o no era feliz con su familia. Aunque esto último no me ha quedado muy claro, porque al menos la memoria de Daniel parece algo confundida.
De cara al final, todo se esclarece un poco más, pero a la vez, también es un recurso que muchos niños utilizan para focalizar sus traumas emocionales. Puede sonar a una tontería, pero en esta breve aventura de terror hay más realidad de la que parece. Lo que no quita que el amigo de Daniel sea un horror.
Usando todo lo aprendido
Ahora, si algo me ha vuelto a enamorar de un juego de BlueBird Games, es su apartado visual y sonoro, y la manera en que emplea cada mínimo recurso para crear una atmosfera asfixiante. Los que me conocen bien, saben que no me achanto con los juegos de terror, que tú a mí me das P.T y para mí es como visitar el parque de atracciones. Sin embargo, con estos juegos tengo siempre un agobio extra en el que simplemente girar la cámara me da un poco de mal rollo por lo que podría haber ahí, y eso que esta tiene diferentes perspectivas.
Nada más abrir el juego y pasar el primer momento en el coche, mi mente estaba de manera constante pensando en precisamente eso ¿Qué podría haber ahí? Este primer momento, fue dado gracias a la cámara en primera persona que permite al jugador inspeccionar detenidamente el entorno en busca de algo importante. El movimiento de esta, acompañado a los gráficos, juegan muy malas pasadas en tu imaginación, especialmente si juegas de noche, a oscuras y con auriculares.
La zona de bosque, sin embargo, no me ha dado ningún miedo. Quizá me ha dado mal rollo pero nada más lejos de eso, aunque al llegar a la casa algún que otro escalofrío sí que he recibido. De hecho esta es demasiado oscura, y está destruida. Aquí se juega algo más con la cámara fija en tercera persona y el sonido ambiente, incluso se pueden escuchar vocecillas que te dejan la piel de gallina.
La última parte del juego, aprovecha algo más los recursos vistos en Deep Fear y The Moon Has Faded Away. Entornos muy familiares que se van degradando poco a poco, mostrando lo justo y necesario, y sin necesidad de nada más. Especial mención al momento en el que recoges el dibujo cerca de la cama, qué tensión revisando por si salía algo por debajo.
En los gráficos, encontramos algo más similar a lo visto en The Raven. Pixeles bien bonitos y grandes, con una paleta de colores bastante oscura que le sienta de maravilla, y con poco detalle y es donde reside parte de su magia. Insisto que, por mucho que se diga, este estilo gráfico además de encantarme, sigue sentándole como un guante al género de terror pasen los años que pasen. Respecto al sonido, también cumple muy bien con las expectativas, tanto por la música que acompaña, como por los efectos de sonido que acompañan de principio a fin, creando más y más tensión.
Daniel’s Nightmare es lo más completo
Creo que Daniel’s Nightmare es el resultado de experimentar de manera constante con algo nuevo en cada título, aunque con ideas siempre bastante claras en mente, o eso parece. Es un título corto, 20-30 minutos, que se apodera de ti desde el primer momento, y que no te suelta hasta ver los créditos. Es de los pocos desarrolladores que considero sabe generar esa tensión sin necesidad de asustarte directamente, algo que siempre he apreciado en sus títulos, especialmente The Raven. Daniel’s Nightmare debería ser el preludio de una obra mucho más grande, y comercial, que es lo que creo le falta a BlueBird Games, y si no, animarse a sacar una antología en Steam con estos juegos.
Además, si, como yo, ya has jugado el resto de juegos, vas a encontrar más de una conexión entre ellos, algunas muy obvias, y otras en las que tienes que repasar incluso fechas…
Si queréis probar Daniel’s Nightmare, algo que os recomiendo encarecidamente, os invito a descargarlo de Itch.io y estar atento a todas las novedades de la página del creador, Nicolas Olivares. Y recordad, que siempre podéis dejarle algo de dinero al autor antes de descargarlo, aunque el juego sea completamente gratis.
Podéis hacerme saber de más videojuegos escribiéndome en twitter o al correo: blansi@gaminglog.es